miércoles, 26 de diciembre de 2012

Miles Davis: Tallest Trees

Caratula del doble vinilo
Talles Trees es un álbum de Davis que recoge distintas grabaciones de los cincuenta, en concreto entre el 53 y el 56, distintos momentos del trompetista de Alton (1926-1991) quien en esos años se encontraba en uno de sus momentos más inspirados y creativos, donde dio personalidad y definió el sonido que era capaz de exprimir de su trompeta, aunque estuvo toda su vida por distintos derroteros que le condujeron a distintos momentos musicales (cool, hard-bop, jazz modal, vanguardia, fusión...), a mediados de los cincuenta Davis rezumaba Bebop por todos los poros de su piel, como todo lo que hizo en su carrera artística brilló con una fuerza inusual y con un fuerte liderazgo entre sus colegas de la época, ya en esos años Davis era un innovador que destacaba por su forma pausada, suave, melódica que le daban ese toque tan personal e intimista. Sacaba un sonido a su trompeta que le pertenecía, era el sello indiscutible del artista, su marchamo de calidad y originalidad, embriaga oír su sordina de acero Harmon.
El disco aún siendo un recopilatorio de varias sesiones, es una auténtica joya por la calidad que albergan sus temas, la mayoría estándares del jazz y por el elenco de músicos que le acompañan en esas sesiones, todo un lujo que dan como resultado un trabajo brillante digno de Davis y sus distintas formaciones. El doble vinilo sale a la venta en 1972 por el sello discográfico Prestige y recoge distintas selecciones, cada una de ellas con distintas secciones y músicos, son en total 12 temas: Bag Groove, The Man I Love, Swing Spring y Bermsha Swing se graban el 24 de diciembre de 1954 y los créditos son Davis a la trompeta, Milt Jackson al vibráfono, Thelonious Monk en el piano, Percy Heath al bajo y en la batería Kenny Clarke, suenan a MJQ sobre todo en Bag Groove tema que abre el disco; el tema Smooch se graba el 19 de mayo de 1953 y Davis toca la trompeta, encontramos uno de esos momentos en los que Charles Mingus deja el contrabajo y se sienta delante del piano (genial), Percy Heath en el bajo y Max Roach en la batería, Miles Ahead se graba en la misma fecha que el tema anterior con la diferencia de que el piano lo coge John Lewis, el resto del cuarteto permanece invariable;  Grabado el 29 de junio de 1954 los temas Airegin, Oleo, But Not for Me y Doxy,  están interpretadas por un quinteto memorable con Davis en la trompeta, Sonny Rollins con el saxo tenor, además compone tres de los temas, Horace Silver en el piano, Percy Heath al bajo y Kenny Clarke en la batería; Blue Haze se graba el 15 de marzo de 1954 con Davis en la trompeta, Horace Silver al piano, Percy Heath al bajo y Art Blakey en la batería; El corte mas tardío es Round About Midnight que se graba el 26 de octubre de 1956 y que cuenta con Davis en la trompeta, John Coltrane con el saxo tenor, Red Garland al piano, Paul Chambers al bajo y Philly Joe Jones en la batería, quizá el tema más flojo, o como mucho una versión más del afamado tema, que aquí no destellea como debiera.
Los créditos de todos los temas son un lujo para los sentidos, aquí está lo mejor de lo mejor de la época, tanto buen músico junto no podía tener otro efecto que el de un disco impecable en su ejecución e insuperable en la interpretación, con una excelente grabación y remasterización de la que se encargó el gran Rudy Van Gelder, le pongo un pero, es que se han mezclado los temas de las distintas sesiones, lo que le quita valor, aunque la grabación conserva un estilo uniforme y homogéneo. Cuando se escucha Talles Trees se está escuchando historia viva del jazz, brilló tanto en su día que sus destellos llegan hasta nuestros días.

De 5 > 10, mi valoración es: 10

Disfruta de este vídeo del tema Bags´Groove que abre el disco



jueves, 20 de diciembre de 2012

Bill Evans: Peace piece and other pieces

Caratula del doble álbum
Retirado del piano, algo más de lo habitual, encorvado ante el teclado hasta el punto de casi tocarlo con su frente, como haciendo una reverencia a su instrumento, ensimismado en un viaje musical hacía su interior, las manos a ambos lados de la cabeza, con la izquierda toca un lento y suave ostinato, con la derecha improvisa introspectivamente, haciéndose cada vez más compleja en relación a la sencillez del acompañamiento, poco a poco hace que los dos elementos musicales se reconcilien. Evans está interpretando Peace Piece, tema que es un ejemplo de la complejidad de la técnica compositiva del pianista,  bitonalidad, tensiones melódicas y armónicas no resueltas, falta de resolución de algunos tonos.  Rapidamente el ostinato se desvanece, se diluye, son los mismos acordes iniciales que Some Other Time del gran Leonard Bernstein, aunque también se aprecian manifestaciones estilísticas de Satie, Debussy o Ravel, se dice que pudo estar influenciado en el ostinato por el Berceuse de Chopin op. 57. Peace Piece, es más un estado de ánimo que una composición. Ahora cierra los ojos y sumérgete en la escucha de esta obra maestra.
Peace piece and other pieces es un álbum doble lanzado en 1975 por el sello Milestone, el primer disco es Everybody Digs Bill Evans (Riverside) de 1958, donde toca en trío acompañado por el bajista Sam Jones y el batería Phily Joe Jones, mientras que el segundo disco son grabaciones inéditas aparecidas en 1974, pero grabado en 1959 en una sesión con el bajista Paul Chambers y el batería Phily Joe, donde además hay un tema Bloose Loose donde aparecen el saxo Zoot Sims y el guitarrista Jim Hall ¡qué lujo de quinteto!, gracias a esta edición producida por Orrin Keepnews, hemos llegado a conocer parte de la obra inédita de Evans que finalmente salió a la luz en 1975. Las caras 1 y 2 se graban el 15 de diciembre de 1958, las caras 3 y 4 el 19 de enero de 1959 y el quinteto el 21 de agosto de 1962.
Cada nota, cada acorde del disco es una obra maestra que te hipnotiza, de un estilo refrescante, intimista, que era inusual y sorprendente para su época.

De 5 > 10, mi valoración es: 10

Cierra los ojos y déjate llevar



martes, 18 de diciembre de 2012

Barry Harris Trio: Vicissitudes

Estamos ante uno de esos músicos que lo ha dado todo en jazz, que ha tocado con los más grandes y que ha marcado tendencia. Injustamente olvidado y no reconocido como se merece. Barry Harris (1929) tuvo una lucha continua y constante por conseguir los más altos estándares de expresividad y calidad en sus composiciones e interpretaciones para lo que siempre tuvo una alta exigencia personal en la búsqueda de mejorar la expresión musical a través explorar, a su vez, su espíritu y emociones y exteriorizarlas a través del blanco y negro del teclado de su piano, habiendo conseguido mejorar los procesos creativos y de desarrollo musical. Superadas las influencias iniciales de su carrera musical, logró establecer un hito con su estilo y es que Harris "suena distinto", suena a individualidad, sólo los grandes maestros lo consiguen, la mayoría quedan en el camino.
Vicissitudes es un álbum que se graba a finales de 1972, cuenta con ocho temas de los que seis están compuestos por Barry Harris, los otros dos temas son dos estándares de Parker y Gillespie, se graba para el sello MPS y tiene una duración aproximada de 40 minutos. En este álbum Harris nos muestra sus cualidades además como compositor, con estructuras musicales ligeras, elegantes y atractivas, destacan los temas Renaissance y And So I Love you, ésta última una de las más bellas composiciones del pianista de Detroit. En la década de los setenta Harry trabaja como freelance y tuvo un periodo bastante amplio de inactividad, fueron momentos bajos para Harris, fue cuando el productor Don Schlitten lo fichó para hacer el debut con el sello MPS, cuyo resultado es este espléndido álbum. Harris quiso poner especial hincapié en la elección del bajista y él personalmente se encargo de reclutar a George Duvivier, lo que fue todo un acierto ya que su forma de tocar dentro del trío es sencillamente magnífica, suena sólido y directo y además tiene swing. Con respecto al batería Leroy Williams, ya llevaba años tocando con Harris y entre ellos hay una complicidad que se percibe.
Vicissitudes es un disco con un ritmo y una pulsación impecable de Duvivier, a lo que hay que unir el tiempo que con mano firme y segura marca Williams, entre ambos crean el clima perfecto, la atmósfera adecuada para que Harris dirija el trío con sencillez, pero con un marcado liderazgo, se le ve suelto, relajado, controlando la situación en todo momento y entre los tres dejaron esta excelente grabación para nuestro deleite.

De 5 > 10, mi valoración es: 7

te dejo un vídeo con el tema And So I Love You


lunes, 3 de diciembre de 2012

Ellis & Brandford Marsalis "loved ones"

El concepto del disco parte de la sencillez y la franqueza de dos músicos. Brandford Marsalis (1960) tenía en mente realizar una grabación dedicada a mujeres ilustres de los Estados Unidos, su padre Ellis Marsalis (1934), capta el concepto de su hijo y como si éste se le hubiese adelantado en la idea se apunta al proyecto, el mismo Ellis Marsalis Jr. afirma que entre su hijo Brandford y él no ha habido nunca ruptura generacional. lo cierto es que padre e hijo, pianista y saxofonista conforman un Dúo exquisito, donde ambos integran sus sensibilidades, su intelecto, su alma y en este caso también su sangre.
Así nace Loved Ones un disco de duetos, elegante, sereno y sutil. Una conversación musical entre padre e hijo que se traduce en catorce temas bien seleccionados del cancionero popular norteamericano, donde cada uno de los temas está dedicado a una dama, o el nombre de ésta aparece en el título de la canción. Temas tan populares como Delilah, María, Liza, Angélica... de autores tan diversos como G. Gerswinch, Victor Young, Cole Porter, Duke Ellington o Leonard Bernstein, el mismo Ellis compone el último corte dedicado a su mujer Dear Dolores. En definitiva una colección de baladas románticas, tranquilas, a veces, incluso muy lentas, donde se analiza musicalmente el efecto de las mujeres sobre los compositores norteamericanos. En palabras del propio Ellis: No sé si nuestras interpretaciones de María (West Side Story) o Miss Otis Regrets (Cole Porter) pueden considerarse jazz, pero es cierto que sólo el jazz permite este tipo de libertad expresiva a lo que añade Brandford: Fue interesante ver como cada canción adquiría entidad propia.
El álbum se graba en el estudo Mastersound Astoria de NYC, los días 14 de agosto y 11 de septiembre de 1995, aunque no se lanza al mercado hasta febrero de 1996, es producido por el también hijo de Ellis y hermano de Brandford, Delfeayo Marsalis.
Brandford Marsalis toca el saxo alto y el tenor y saca un sonido espectacular, tierno, cálido sin desgarros, respetuoso con otros tiempos pretéritos, por su parte Ellis Marsalis lleva el peso de la grabación, está elegante y muy inspirado con su piano Steinway, se palpa en todo el disco que padre e hijo se entienden musicalmente, Brandford brilla por momentos, incluso se le  percibe contenido, pero se subordina y adopta un papel subsidiario a su padre. El resultado final es un disco que no solo gusta a los amantes del jazz, sino a los amantes de la buena música.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

sábado, 24 de noviembre de 2012

Art Farmer: A Sleeping Bee

Trompetista y Fliscornista
Sin artificios, lejos de la pirotecnia escandalosa y deslumbrante, sin hacer aspavientos, como queriendo susurrar para no hacer demasiado ruido, Art Farmer (1928-1999) nos deja un álbum de unos registros relajados, suaves, de tonos medios, agradables y de una escucha muy reconfortante y es que el trompetista de Iowa hace una perfecta simbiosis con el bajista Red Mitchell, son el alma de este disco en el que constantemente mantienen un continuo feedback, un balanceo continuado de solos de uno y otro que vertebran esta composición musical de principio a fin, es todo un espectáculo ver ese diálogo constante de estos dos grandes veteranos y amigos, el feeling entre ellos se percibe a cada nota. Art Farmer lidera este sexteto con inteligencia y clase, dándonos una lección de sencillez con sus dos instrumentos la trompeta y el Flugelhorn o Fliscorno al que saca unos maravillosos registros, toques muy especiales de una suavidad cautivadora, Jan Schaffer toca la guitarra de manera sosegada y plácida a tono con el resto de la formación, Göran Strandbert el piano, sin destacar, pero cumpliendo a la perfección su papel, Red Mitchell toca el bajo y está sencillamente brillante, Sabu Martinez se encarga de la percusión y da un aire especial a algunos cortes y Tony Inzalaco y Island Ostlund tocan la batería, todos excepto Farmer y Mitchell (y el latino Sabu Martinez) son escandinavos, un grupo atípico de apoyo que desempeña bien su trabajo.
El disco se graba en Suecia en 1974 en los Estudios Europa Film para el sello británico Sonet Récords y se edita por Discophon, lo produce el mismo Farmer y cuenta con un total de seis temas del que el propio fliscornista compone uno de ellos A Bitty Ditty. El disco comienza con una balada It Might As Well Be Spring y a medida que el disco se va adentrando en otros cortes se añaden elementos como la percusión de Sabu Martinez y la alineación de guitarra, piano y las dos baterías, el tema homónimo del álbum A Sleeping Bee (Harold Arlen) comienza con una maravillosa entrada de Mitchell a la que da una bella respuesta el fliscornista y es donde más se percibe ese entendimiento Farmer-Mitchell, siempre en un tono agradable, el tono que Art Farmer quiso imprimir a esta grabación, un disco sencillo, humilde, lírico, intimista y desprovisto de artificios y pompa y es que a veces las cosas más sencillas son a la vez, las más hermosas.

De 5 > 10, mi valoración es: 7

Te dejo un vídeo con el tema más trepidante del álbum Green Witch


lunes, 19 de noviembre de 2012

Lee Morgan: Search for the New Land

Lee Morgan y caratula del disco sobreimpresionada
Search for the New Land  es seguramente el álbum que Lee Morgan (1938-1972) tuvo con una formación más moderna e innovadora, el trompetista de Philadelphia fijó su atención en la búsqueda y exploración de lo que fue su disco más exitoso, hablamos de The Sidewinder, del que trató de sacar el máximo provecho posible apurando el filón comercial, hasta el extremo de que la discográfica no lanzó el disco al mercado hasta dos años después de su grabación, con la intención de sacar la máxima rentabilidad posible al disco anterior, comercialmente tendrá su explicación, pero artísticamente es algo inexplicable. En Search for the New Land nos encontramos con un Morgan más intimista, más abstracto y a la vez centrado, en definitiva más maduro, con lo que consigue un álbum de una alta calidad técnica, más introspectivo y maestramente interpretado por una formación de lujo que estaba compuesta por Lee Morgan en la trompeta, Reginald Workman quien da un excelente juego con su bajo, Billy Higgins en la batería, arropa a todos los instrumentos y no destaca, lo mejor que le puede suceder en esta grabación, Grant Green está soberbio con la guitarra y aporta una calidad especial, como de otro mundo al conjunto, sobre todo en la pista que da título al álbum, Herbie Hancock elegante con el piano y Wayne Shorter disputando liderazgo con su saxo y ofreciendo un excelente juego de vientos con la trompeta. Un sexteto de lujo, formación que Morgan no juntaba desde 1950 y es que con este álbum consiguió uno de sus mejores registros. Todos los músicos están frescos y consiguen un estimulante resultado donde estiran los límites del  hard bop, corriente principal del jazz moderno de la época con especial creatividad.
El disco se graba en New Jersey el 15 de febrero de 1964, en los estudios del afamado Rudy Van Gelder, tiene una duración de 42 minutos, la posterior reedición en CD es un duplicado del LP origínal, son cinco temas intensos  todos ellos compuestos por Morgan, donde brilla como un compositor de gran talento, cronológicamente el álbum se sitúa entre The Sidewinder (1963) y Tom Cat (1964), sin duda años claves para el jazz y prolíficos para el trompetista.
En definitiva, la grabación es magnífica consiguiendo un doble objetivo, convencer y gustar a los puristas y también a los más vanguardistas, ya que es musicalmente innovadora, pero firmemente atada a la tradición, dando como resultado un disco estimulante, agradable y coherente que te invita a su escucha una y otra vez.

De 5 > 10, mi valoración es: 9

Te dejo un video con el tema Morgan the pirate



domingo, 11 de noviembre de 2012

Sonny Stitt with Art Blakey and the Jazz Messengers: "In Walked Sonny"

¡Entró Sonny!, es la música que cada uno de ellos hace, sólo que en esta espléndida sesión de hard bop se han abierto para dejar que los otros entren y hagan su propia manifestación músical. Todos eran consciente que esta sesión quedaría registrada para los anales de la historia y "In Walked Sonny" grabó un excelente momento en las carreras de Sonny Stitt, Art Blakey y sus Jazz Messengers. Es un álbum donde cada uno de los músicos tiene oportunidad para lucirse, cada uno tiene su momento, su ocasión, un piano brillante y colorido, un cuidadoso y sinuoso bajo, rápidos y ágiles solos de la batería y los vientos que son la estrella del sexteto, saxo tenor, alto y trompeta interpretan con maestría los seis temas que componen este vinilo que se grabó en 16 de mayo de 1975 en los CI Studios de NYC para la Sonet Récords y que fue producido por Sam Charters. Son 45 minutos fascinantes de buen Jazz, en la versión digital en CD se añaden dos bonus track, con "otras tomas" de los temas Ronnie´s A Dynamite Lady y Birdlike.
Sonny Stitt toca el saxo alto y tenor, Art Blakey la batería y los Jazz Messengers estaban formados por Dave Schnitter al saxo tenor, Bill Hardman con la trompeta, Walter Davis Jr. al piano y Chin Suzuki al bajo, créditos de lujo, para un disco de lujo. Difícilmente un músico puede encontrar mejor acompañamiento liderando una grabación que al mismísimo Blakey y a sus Jazz Messengers, es la primera vez que graban juntos, pero son músicos que se compenetran bien, porque se conocen bien, son de toda la vida, gente con la que siempre ha tocado, aunque en distintas formaciones. El resultado no puede ser más que un disco emotivo, que surge de dentro y que estalla hacía el exterior con fuerza y colorido, se nota que todos los músicos están en buena forma en esta sesión.
Sonny Stitt (1924-1982), interpreta dos baladas de esas que le han dado la fama It Might As Well Be Spring con saxo tenor y I Can´t Get Started con saxo alto, otros dos temas son del repertorio habitual de los Messengers Birdlike y Ronnie´s A Dynamite Lady, donde Sonny toca el tenor en el primer tema y no participa en el segundo, aquí es Dave Schnitter quien se luce, los dos temas restantes son dos Blues, uno el exuberante Blues March y el tema homónimo del álbum In Walked Sonny, es el típico blues lento característico de Stitt, aquí además lo abre con el saxo alto y lo cierra con el tenor, todo un lujo para los oídos poder disfrutar de este fluido solo lleno de belleza y lirismo.

De 5 > 10, mi valoración es: 8




viernes, 2 de noviembre de 2012

1975: The Duets Brubeck & Desmond

Apropiada caratula, Brubeck y Desmond como los viejos
vinos, mejor cuanto más tiempo pasa
Fuera llueve y refresca, eso me gratifica, me gusta. Busco mentalmente una música para este día y me voy directo a mi colección de vinilos y no lo dudo, extraigo 1975: The Duets Brubeck & Desmond, un disco perfecto para un momento íntimo. Paul Desmond (1924-1977) y Dave Brubeck (1920), compañeros de escenario, de estudio, de carreteras, amigos y creadores de una concepción musical singular y diferente. Después de dos décadas tocando juntos, nunca habían grabado solos en dúo, así por primera vez entran a un estudio de NYC y cara a cara, a solas, graban lo que aprendieron a lo largo de sus vidas juntos. La idea de grabar en dúo surge en lo que tocaban juntos en los interludios de los shows que realizaban en un crucero de lujo, el S.S. Rotterdam entre  Nueva York y el triángulo de Las Bermudas. You Go To My Head fue el comienzo de todo el proyecto, este corte fue hábilmente introducido en el disco en último lugar y sin duda que fue todo un acierto. Después vino la grabación de estudio que se realizó el 15 y 16 de septiembre de 1975 para el ya desaparecido sello Horizon, hoy parte de Verve. Son ocho temas y unos cuarenta minutos de una música íntima, relajante, elaborada, elegante y culta. Dos temas originales de Brubeck y el resto bellos estándares que nos muestran el lado más emotivo y sentimental de estos dos grandes músicos.
Paul Desmond con su saxo alto pasa por ser desapasionado, evanescente, etéreo, apenas un breve soplido para producir ese sonido que le pertenece y que a veces parece escaparsele entre los labios, no en vano pasa por ser el "el saxo más lento del mundo". Al otro lado Dave Brubeck, admirado y no siempre comprendido, con sus intrincado experimentos polirrítmicos y politonales para traducirlos a su propio lenguaje. Juntos son "oro en polvo" y juntos consiguieron las más altas cotas en sus carreras y juntos grabaron este único disco a dúo.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

Te dejo un vídeo con uno de los temas del álbum Balcony Rock, pero en una grabación en vivo.



sábado, 27 de octubre de 2012

Ray Brown Trío: "Ray Brown, Monty Alexander & Russell Malone

Caratula del álbum sobreimpresionada sobre una foto en
blanco y negro de Ray Brown
Un robusto bajo, un alegre piano y una dulce guitarra conforman el trío de Ray Brown, sin batería, lo que proporciona un sonido más tranquilo e íntimo. Ray Brown (1926-2002) bajista y gran maestro, inicia su andadura en NYC de la mano de Dizzy Gillespie, Charlie Parker y Bud Powell. Durante años estuvo casado con Ella Fitzgerald con la que seguiría grabando después de su divorcio. Con Oscar Peterson estuvo más de quince años. Fue uno de los líderes bajistas durante más de cinco décadas. La grabación de este álbum supone un digno final a una larga carrera musical y una prueba final, por si acaso se necesitaba, del liderazgo de Brown entre los bajistas. El músico de Pittsburgh, murió plácidamente en su camerino el 02 de julio de 2002 en Indianapolis, mientras esperaba el inicio del concierto donde estaban presentando esta grabación, estuvo hasta el final ejerciendo como músico, murió con las botas puestas.
Ray Brown compartió grabación con el pianista Monty Alexander con quien había compartido trabajos desde la década de los setenta y con el guitarrista Russell Malone que era un recién llegado a su formación, los tres por separados, son buenos ejemplos en la ejecución en trío de jazz.
El disco se graba para Telarc Jazz, siendo su décimo octava grabación para este sello y la quinta de su famosa serie Best Friends, es producido por Ray Brown y Elani Martoni,  lo conforman once temas, compuestos entre otros por John Lewis, B.Howart o Dexter Gordon, es decir, desempolva algunos estándares, también el guitarrista Malone compone el corte nº 9 Don´t Go y el mismo Ray Brown compone dos de ellos del que destaco Blues for Junior. Destacar el sonido excepcional en el que se utilizó un Neumann-KU-100 como micrófono global y tres micros individuales para cada instrumento, dando un resultado optimo y uniforme.
El trío suena coherente, centrándose en la tradición Cole-Peterson de sutileza armónica y unidad rítmica, donde predomina un excelente gusto y una combinación musical cálida y cercana, donde Brown nos muestra su impecable técnica y robustez, Monty Alexander coquetea constantemente con las teclas del piano y Malone nos ofrece unos fraseos de guitarra muy intimistas, conformando entre los tres momentos realmente sublimes.
Fue el último regalo que no dejó Brown, donde nos muestra los talentos individuales y colectivos de los tres jazzmen. Consigue que cada pista del disco sea una joya atemporal en la que tienes la respiración contenida en su escucha.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

Te dejo un vídeo con el tema Fly me to the moon


sábado, 20 de octubre de 2012

Robert Glasper: In My Element


El que no busca, el que no se mueve, el que no se atreve, el que no investiga, el que no es valiente...muere. Que sería del Jazz si fuese estático, si no avanzase, si no encontrara nuevos patrones con los que expresarse, autores que otrora fueron criticados por cruzar líneas rojas, hoy son venerados y están en el Olimpo del Jazz. No falta quien critique el zigzagueo de los músicos valientes, visionarios, que van más allá de lo establecido. En pleno siglo XXI el jazz sigue más vivo que nunca y hay una nueva generación de autores haciendo de altavoz de por donde quiere ir este precioso género musical, artistas ya consolidados como Brad Mehldau, Jason Moran o el grupo The Bad Plus y detrás de ellos una ola que está llegando rápidamente al nuevo escenario del jazz. Uno de estos artistas es el pianista de Houston Robert Glasper (1978), este joven músico está influenciado por lo que ha vivido que abarca un amplio abanico que va desde el gospell, el R & B, el neo soul o el hip-hop, fusión urbana que incorpora elementos estéticos como el graffiti y que ofrece un resultado fresco y atractivo, con ritmos Hip-Hop aderezados desde una base de Blues. Glasper es un artista bastante completo, con ganas de expresar su música en distintos géneros mezclando influencias para conseguir nuevas sonoridades, cruzar fronteras musicales se ha convertido en algo natural para el pianista de Houston, Glasper es el primero en admitir que mezclar Jazz y Hip-Hop puede parecer cursi y ordinario, pero lo hace creando un nuevo patrón desde los orígeneres de Monk o Hancock.
"In My Element" es su tercer álbum y el segundo que graba para la Blue Note Récords, se grabó entre el 21 de septiembre y el 1 de noviembre de 2006 y se edita en marzo de 2007, cuenta con un total de 11 pistas y tiene una duración de 64:28 minutos, cronológicamente se encuentra entre Canvas 2005 y Double Booked 2009.
El disco lo produce el mismo Glasper quien toca el piano y se hace acompañar por Vicente Archer al bajo y por Damion Reid en la batería, además aparece en el tema Tribute, la voz del reverendo Joe Ratliff. El álbum es básicamente de piano trío  donde bajo y batería, ejercen un acompañamiento en constante cambio, saben en cada momento, la dirección que el pianista va a tomar y pueden seguir el ritmo y las vueltas inesperadas que Glasper da a su música. La primera pista G&B, ya nos da una idea de la fuerza de su autor, otras temas como Medley donde mezcla el Maiden Voyage de Herbie Hancock, con Radiohead, interesante también el tema J´Dillalude que es un mosaico de improvisaciones inspiradas por el fallecido productor de Hip-Hop J Dilla, la melodía está precedida por un mensaje de voz de la estrella de rap Q-Tip.
En definitiva es un álbum que destila sutilmente hip-hop durante toda la grabación, donde predomina la mezcla de influencias y sonoridades, donde define su enfoque de la música en sus propios términos, en un esfuerzo legítimo por dibujar el formato del jazz del nuevo siglo.

De 5 > 10, mi valoración es: 7

Dejo un vídeo con el tema J. Dillalude en una grabación en vivo



sábado, 13 de octubre de 2012

George Russell: Ezz-Thetics

Caratula del disco sobreimpresionada sobre
una imagen de George Russell
Un verdadero clásico. Consecuencia lógica de su teoría que en 1953 y años posteriores revolucionó la manera de hacer jazz, hablamos de la publicación de "The Lydian Chromatic Concept Of Tonal Organization"  que influyó decisivamente en lo que conocemos como Jazz Modal y en autores como Miles Davis o John Coltrane, seguramente una de las mayores aportaciones teóricas que el Jazz ha ofrecido al mundo de la Música. La aplicación de esta teoría requiere una nueva forma de pensamiento, así como generar nuevas vías en el ejercicio de la libertad estética en relación con los estados entre el músico y la gravedad tonal, éste concepto una vez interiorizado puede generar un avance personal que tiene su traducción en más innovación y más vida musical, independientemente del género de música del que se trate.
Ezz-Thetics es un disco mítico, de escucha obligada. Música de primerísima calidad y de una modernidad que asusta y que uno puede oír una y otra vez sin hastiarse. Un álbum de una ejecución impecable y con una técnica y creatividad sin límites, utilizando el Blues como marco básico para su interpretación, la grabación deja al descubierto la fina linea entre la tradición y la innovación. Obra Maestra de Russell, es hermosa, apasionante, aventurera y un resumen perfecto de todas las innovaciones aportadas por el autor.
Se graba el 8 de mayo de 1961 para el sello Riverside, la versión original de vinilo cuenta con un total de seis temas, tres de ellos compuestos por George Russell y otros tres compuestos por Miles Davis, Dave Baker y Thelonious Monk, con posterioridad en 2007 y en la versión digital en CD se añaden dos bonus-track, siendo la duración total del álbum de 42:29 minutos, dentro de su discografía, cronológicamente lo situamos entre "George Russell sextet in K.C. de 1961 y The Stratus Seekers de 1962. El disco Russell lo dedicó al campeón del Mundo de pesos pesados de Boxeo Ezzard Charles.
Los créditos son inmejorables, un sexteto compuesto por George Russell como arreglista y sentado al piano, Don Ellis en la trompeta, Eric Dolphy con el saxo alto y el clarinete bajo, Dave Baker al trombón, Steve Swallow debutando con el bajo y en la batería Joe Hunt. El sexteto explora los seis temas del álbum haciendo una parada especial en la versión que arregla Russell del "Round Midnight" que tiene un lugar extraordinario dentro del disco y donde Eric Dolphy se luce y construye una de sus interpretaciones más sobresalientes, Dolphy está hipnótico, lánguido, sensual a la vez que frenético y brillante. Por su parte Baker está sobresaliente con el trombón, al igual que Don Ellis, la sección rítmica destaca por no destacar, es decir bien y George Russell con el piano, la Dirección y los arreglos nos legó esta joya universal de la música.

De 5 > 10, mi valoración es: 10

Dejo un video con el "Round Midnight" de Monk, interpretado por un espectacular Eric Dolphy



lunes, 1 de octubre de 2012

Wynton Marsalis: Black Codes

Fotografia en B&N de Wynton Marsalis y la caratula de
"Black Codes" sobreimpresionada 
A principios de la década de los ochenta, surge con fuerza una nueva generación de músicos de gran técnica y talento, dentro de un contexto de agotamiento de la fussión de los años setenta. En esta explosión musical destaca un instrumentista: el trompetista Wynton Marsalis, generando entre los aficionados unas expectativas que luego no se cumplieron, no sólo no fue el líder de este nuevo movimiento sino que además Marsalis ha sido protagonista de la controversia más intensa dentro del panorama del jazz por parte de la crítica, aficionados y músicos, polémica que por otro lado era necesaria y enriquece el mundo del jazz y es que el trompetista de Nueva Orleans (1961) concitó tantas expectativas y anhelos respecto al camino que debía tomar el Jazz y a su futuro, que la cuestión terminó por confundir a muchos incluido el propio Marsalis. Fuera de toda duda la maestría, técnica, talento y virtuosismo que Wynton Marsalis posee, tal es así, que es el creador de una de las obras maestras de las dos últimas décadas, hablamos de "Black Codes", suficiente para, por sí sola, justificar toda una carrera, más allá de cualquier otra consideración, una obra donde hace gala de su virtuosismo de "alta escuela".
"Black Codes" es uno de los mejores discos de jazz que he escuchado, con este álbum el jazz alcanza un punto culminante en la década de los ochenta, el álbum es de las mejores grabaciones que Wynton ha realizado y no sólo aguanta el paso del tiempo sino que se agiganta conforme pasan los años. Cada tema es una bella muestra de la pasión, el lirismo, la técnica y el entusiasmo, donde es emocionante comprobar como el dinamismo entre melodía y armonía producen estallidos sonoros espectaculares que dan vida propia a cada tema y que te dejan con ganas de más, porque sobre todo es un disco bello, fresco y emocionante. Brillante en su resolución y ejecutoria, donde profundiza en la expresión del Jazz moderno y donde lleva sus conceptos hasta el límite en lo armónico y lo rítmico.
El àlbum se graba en NYC los días 7, 11 y 14 de enero de 1985, posteriormente en 1990 se reedita en CD, se graba para la Columbia, cuenta con un total de siete pistas, donde todos los temas, excepto uno están compuestos por el trompetista de la saga de los Marsalis, tiene una duración total de 50:41 minutos, cronológicamente se sitúa entre "Hot House Flowers, 1984" y "Tomasi, 1986".
Los créditos están formados por Wynton Marsalis en la trompeta, Branford Marsalis con el saxo tenor y soprano, Kenny Kirkland al piano, Charnett Moffett en el bajo, Jeff "Tain" Watts en la batería y como invitado y sólo en el tema 5 "Aural Oasis" aparece Ron Carter al bajo. En la sesión de grabación de estudio K. Kirkland está fenomenal, inspiradisimo, Brandford Marsalis juguetea constantemente con el hermano en un duelo de vientos precioso y Wynton ejecuta algunos de los solos más intensos de su carrera. El resto del quinteto compensa la frialdad de Wynton dándole la temperatura justa, donde al final se consigue que cada músico toque con una profunda pasión y que a la vez, comprendan la visión musical de Wynton, efecto que se consigue. A todo esto, hay que sumar unos increíbles arreglos y unas excelentes composiciones, que son una de las claves por las que se dotan de brío al quinteto y ofrece un agradable e intenso placer al oyente.

De 5 > 10, mi valoración es: 9

te dejo un vídeo con el 2º corte "For Wee Folks"




sábado, 22 de septiembre de 2012

Art Pepper: The Art Of The Ballad

Caratula del disco
No es habitual, o por lo menos es poco frecuente, que un músico de jazz dedique un álbum a baladas, lo normal es que éstas formen partes aisladas de un disco en la que el autor expresa su lado más lírico e íntimo, normalmente el músico cuenta a través de las baladas una historia y ésta a veces es triste, a veces alegre, así la balada es sólo un pequeño componente del repertorio musical del artista. Fantasy Récords creo una serie denominada "Baladas" en la que reunió a los mejores músicos de jazz, como es el caso de "The Art Of The Ballad" del saxo alto Art Pepper (1925-1982), un recopilatorio de baladas del saxofonista de Los Angeles que recoge obras que cronológicamente se sitúan entre 1956 y 1982, estamos ante un disco que compila el lado más íntimo de Pepper y cuya música es pura autobiografía.
"The Art Of The Ballad", un álbum donde alguna de las pistas que contiene  pertenecen a la última etapa de la vida de Pepper que después de años de consumo de alcohol, drogas y cárcel, parece que el saxofonista acabó sus días con una nota triste de melancolía y es que de alguna manera, las melodías de este álbum contienen un tono inquietante que se acerca y evoca más el lado triste de la balada. Se percibe y se puede visualizar con claridad en todo el disco su gran capacidad para transmitir emociones que se traducen en baladas maravillosas que transmiten autenticidad y emoción contenida, un disco tranquilo que emociona y donde el fraseo y la excepcional sonoridad de Art Pepper te hace interiorizar agradables sensaciones.
El disco se lanza al mercado el 19 de mayo de 1998, cuenta con un total de 11 temas y una duración de 64:16 minutos. El disco se abre con "winter moon" un tema atípico de Pepper de una sesión de 1980 y acompañado por una linea de cuerdas que no es habitual en la trayectoria del autor y que está fuera de su estilo, al igual sucede con "The Blues in the nights", en "Over the rainbow" ya proyecta un raro y penetrante tono, se grabó tan sólo dos meses antes de su muerte, grabada al igual que el clásico "Body and Soul" a dúo con el pianista Georges Cables. Una cuidada y selecta muestra de baladas de toda la trayectoria musical de Pepper.
Los créditos al ser de diferentes épocas y sesiones varían las  formaciones, pero lo más destacados son Art Pepper con saxo y clarinete, pasan pianistas de la talla de George Cables, Red Garland o Wynton Kelly, en la trompeta Conte y Pete Candoli, en el bajo Paul Chambers, y diferentes baterías como Philly Joe Jones, Mel Lewis o Elvin Jones.
Art Pepper es uno de los grandes del jazz de todos los tiempos y máximo exponente de la música de la costa oeste "west coast jazz" y ha sido relativamente e injustamente olvidado por crítica y aficionado.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

un vídeo con el tema "Over the rainbow"


sábado, 15 de septiembre de 2012

Archie Shepp: Deja Vu

Caratula del álbum
Me encuentro con una doble percepción cuando escucho Deja Vu de Archie Shepp (1937), por un lado me parece un disco de una factura bella, bien ejecutado, donde hace rugir el saxo hasta límites insospechados y lo hace con mucha elegancia, por otro lado me hace pensar en la decadencia y si éste es el caso de Shepp en la grabación de este álbum, un poco aquello de "quien te ha visto y quien te ve". Todo esto no tendría sentido si obviamos la biografía musical del autor de la que no podemos olvidar su defensa a ultranza de la música afroamericana de finales de la década de los 60´s y que llevaba implícita la denuncia sobre los abusos a la raza negra y la música de esta época no se caracterizaba precisamente por sus relajadas, melosas y tranquilas melodías, Shepp se ganó a pulso el ser reconocido como un ardiente estilista de jazz avant-garde.
En Deja Vu se le ve contenido, reprimido, como que le falta recorrido, el motivo no es otro que Sherp se atreve en esta grabación con canciones rapsódicas de la chamson francesa y claro el ritmo que lleva el saxofonista de Florida en la sangre es otro bien distinto. Sherp convierte en preciosas baladas los ritmos franceses y consigue un trabajo impecable, de ritmos sosegados, donde conserva el sonido rugiente, recio de su saxo, en este caso aderezado con un plus romántico por aquello de "La France". El resultado es un álbum compacto, bien elaborado, con unos temas muy bien elegidos, maestramente ejecutados y con unos arreglos y una grabación excepcional. El disco se graba en "The Studio" en NYC, el 11 y 12 de Junio de 2001, aunque no se publica hasta 2006, se graba para la Venus Récords que es una compañía japonesa que está especializada en grabaciones selectas y por la grabación y producción impecables que saca al mercado, siendo difícil y raro encontrar estos discos en Occidente.
Los créditos están formados por Archie Shepp con el saxo tenor, Harold Mabem quien le da un estupendo juego al grupo con el piano, también encontramos el poderoso y potente bajo de George Mraz y en la batería está Billy Drummond, Sin duda Shepp se encuentra bien arropado por este Cuarteto que consigue durante todo el disco bajo el liderazgo del saxofonista reinventar viejos temas, insuflar aire fresco sobre estas  viejas canciones y sacarles brillo, buscando un equilibrio melódico hábilmente conseguido entre la melodía troncal del tema y la improvisación grupal, donde como oyente sabes que canción estás escuchando porque pertenecen a la "memoria musical colectiva" aunque a veces suene tan nueva que te despista. Es un disco atípico en la carrera de Archie Shepp y por eso singular e irrepetible.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

Dejo este vídeo con el tema "Sous le ciel de París"


martes, 11 de septiembre de 2012

Count Basie and Orchestra: On The Road

En B&N parte de la mítica Orchestra de Basie,
sobreimpresionada la caratula del disco
Además de la buena música que nos dejó grabada Count Basie (1904-1984), si algo hizo durante su carrera musical fue desplazarse con su orquesta, desde mediados de los años 30´s hasta su muerte no paró de moverse ofreciendo conciertos de este a oeste de los EE.UU. "On The Road" es un título más que perfecto para este disco y que recoge lo que fue una constante en su trayectoria, en este caso aprovechan una gira por Europa para grabar este álbum en uno de los santuarios del jazz en el viejo Continente, que no es otra que la ciudad Suiza de Montreux, la grabación tiene truco ya que Norman Granz llena de invitados el estudio de grabación, en concreto "Mountain Studios" y luego da al disco la apariencia de ser un concierto en vivo. La grabación se realiza el 12 de julio de 1979 y el disco no se publica hasta 1980, cuenta con un total de 10 temas que tienen una duración total de 43 minutos, el disco lo produce Norman Granz y se graba para la Pablo Récords, compañía con la que firmó desde principios de los 70´s y con la que acabaría sus días y que le valió múltiples premios de todo tipo, "On The Road" consiguió un Grammy en 1980.
El repertorio que incluye cuenta con sus incondicionales Ernie Wilkins, Bobby Plater, Sammy Nestico o Neal Hefti, además de un tema de Ellington, otro del bajo John Clayton y otro del mismo Count. El disco comienza con un vigoroso "Wind Machine" para abrir boca, destacan otros temas como Blues for Stephanie o la impresionante trompeta con sordina de "Bootie´s Blues" donde Basie, algo raro en él, abre el tema con una demostración de "stride piano", que es un estilo igualado al Ragtime, propio de los años 20´s .
La Big Band está dirigida por Count Basie que además toca el piano, Freddie Green toca la guitarra, John Clayton el bajo, Butch Miles la batería, como vocal está Dennis Rowland, en la cuerda de trompetas están Pete Minger, Sonny Cohen, Paul Cohen y Ray Brown, en la línea de trombones encontramos a Mitchell "Bootie" Wood, Bill Hughes, Mel Wanzo y Dennis Wilson y en los saxofones están Charlie Fowlkes, Eric Dixon, Bobby Plater, Danny Turner y Kenny Hing.
El disco es Swing en estado puro, oro molido, una joya de la música, donde Count Basie dirige la banda con la autoridad moral que le da su trayectoria y donde además sabe intervenir con ese estilo único del que impregna sus solos de piano, es todo lo que necesita esta máquina para funcionar a la perfección y vaya si lo consigue ya que además de los tonos melosos hay durante toda la grabación una energía contenida que a un movimiento suyo desborda la escena musical.

De 5 > 10, mi valoración es: 9


domingo, 9 de septiembre de 2012

Cecil Taylor: Conquistador

Caratula del vinilo
No es fácil hablar de Taylor y de su música y es que el pianista de NYC Cecil Taylor (1929) transmite sensaciones musicales que son difíciles de digerir, al principio crees que no te gusta, pero conforme lo oyes te deja buenas vibraciones y es que Taylor era obstinado, desmesurado, excéntrico,  intransigente, exigente, genial y sobre todo visionario. Considerado como uno de los fundadores del movimiento post hard bop conocido como free jazz, en sus composiciones no hay tibieza, ni linea melódica, lo que hace bastante difícil su escucha ya que encontramos una música intensa y visceral, por un lado te agota, te satura y por otro te excita tanto intelectualmente como musicalmente, en cualquier caso es un ejercicio agotador ya que te obliga a prestar atención a cada detalle. Su música no está hecha para todos los oídos, su música si eres un iniciado en jazz no es nada fácil, Taylor es el creador de un nuevo lenguaje en el que se aúnan distintas influencias que pasan por Duke o Monk y acaban en Bartok, su formación de Conservatorio, sus orígenes (norteamericano, irlandes e hindú) le salen a la luz en un batiburrillo musical de difícil encaje. Cuesta entrar en el mundo de Cecil Taylor, pero una vez que lo consigues es bastante gratificante.
Conquistador es su obra cumbre, grabada para la Blue Note el 6 de octubre de 1966 en New Jersey, cuenta con un total de de 2 temas en su lanzamiento original al que se le añade un bonus track cuando se edita en CD, tiene una duración aproximada de 55 minutos. La formación es un sexteto formado por Cecil Taylor al piano, Bill Dixon en la trompeta, Jimmy Lyons en el saxo alto, Henry Grimmes y Alan Silva en el bajo y Andrew Cyrille con la percusión. Todos los temas están compuestos por Cecil Taylor quien no tuvo fácil que las compañías discográficas aceptaran su proyecto debido a lo poco comercial de su música, lo que le obligó años más tardes a crear su propia compañía discográfica (Unit Core).
Taylor trató y consiguió transgredir el orden establecido, creando un nuevo lenguaje que analizado con la perspectiva del tiempo no varió significativamente, lo que puede causar una sensación de uniformidad, es cuando uno logra traspasar esa barrera impuesta por el músico cuando aprecia los diferentes matices, la variedad y la riqueza de su lenguaje sonoro. Se caracteriza por un toque de piano percusivo, casi con golpeos sobre el teclado por momentos y es que estaba obsesionado con conseguir un nuevo timbre a su sonido, nuevos registros no explorados hasta la fecha y es que cada sonido, cada nota, terminan mostrando la potencia que las inspiraba.
De él escribió el crítico de jazz Kurt Gottshalk: "Nada es fácil en la música de Taylor. Es rápida, es iracunda,  muy cercana a lo incomprensible y a lo genial".

De 5 > 10, mi valoración es: 8

Te dejo un vídeo de Taylor: Conquistador Parte I


  

viernes, 7 de septiembre de 2012

Scott Hamilton: My Romance

caratula del disco, a la que por su feo
 diseño Hamilton achacó parte del
 fracaso en ventas del disco
Clásico, tradicional, conservador, ortodoxo, vinculado con la corriente neo tradicionalista, El saxofonista de  Rohde Island Scott Hamilton (1954) en plena década de los setenta fue capaz de hacerse un hueco entre el el rock & roll, el pop y el rock, aferrándose con su saxo tenor a los sonidos antiguos y recios que tanto le influyeron de Coleman Hawkins o Ben Webster, respetando y actualizando en sus grabaciones el sonido de la época dorada del jazz. Desde entonces ha sido uno de los músicos de jazz más prolíficos en cuanto a grabaciones se refiere, "My Romance" es el álbum nº 27 de su carrera, se graba en NYC el 23 de febrero y se publica ese mismo mes de 1995 por Concord. Hamilton ha sido tan consistente e invariable a lo largo de los años, que es difícil describir cualquiera de sus discos como definitivo, sin embargo esta grabación es una de las más consistentes de su carrera.
 "My Romance" cuenta con un total de 10 temas, donde encontramos temas de Oscar Pettiford, Benny Goodman o el propio Hamilton compone "Sugarchile", algunos temas como "Poor Butterfly" fue escrito en 1916, destacan los temas "Just a Gigolo" y el tema que da nombre al disco "My Romance" que se ha convertido en un clásico imprescindible de las baladas.
En cuanto a los créditos la formación está compuesta por Scott Hamilton con el saxo tenor, Joel Helleny con el trombón y que acompaña en un mano a mano a Hamilton en todos los temas excepto en el  4 y 10 y que parece empujar a Hamilton a lucirse y alcanzar su mejor nivel, Norman Simons toca el piano, Dennis Irwin toca el bajo y Chuck Riggs la batería. El quinteto cumple su papel a la perfección realizando unas interpretaciones brillantes, donde cada instrumento hace lo que se espera de él, sin salirse lo más mínimo de la partitura establecida por Hamilton que lidera con autoridad toda la grabación, consiguiendo un aceptable equilibrio entre tradición y modernidad y dando paso al protagonismo del trombón y piano, en ese orden.
Cada vez que escucho a Hamilton me sacude una sensación de orden, de limpieza, de encasillamiento, "cada cosa en su sitio", todo perfectamente programado, estudiado, previsible. Su música es como sus acciones previsible, pero bella y bien interpretada hasta sus últimas consecuencias, un placer escuchar a Hamilton y "My Romance" es un buen botón de muestra.

De 5 > 10, mi valoración es: 7

Cuelgo este vídeo del tema My Romance



domingo, 2 de septiembre de 2012

Art Blakey: Thermo

Al hablar de Art Blakey (1919-1990) no se puede disociar del proyecto que crearon en 1953 entre él y Horace Silver, aunque al fínal  fue Blakey el verdadero protagonista de esa "Escuela de Jazz" llamada The Jazz Messengers, tanto que la unió a su nombre denominándose durante tres décadas como Art Blakey and The Jazz Messengers, por la que pasaron algunos de los músicos más importantes del jazz de la segunda mitad del siglo XX, contribuyendo a dar personalidad propia al movimiento Hard Bop.
Thermo en su edición original es un Lp doble de vinilo que aúna las grabaciones de otros tres discos de Art Blakey que se grabaron para el sello Riverside y que son; "Caravan" de octubre de 1962, "Ugetsu" grabado en directo al 16 de junio de 1963 en el afamado Birland y "Kyoto" un homenaje de Blakey a Japón que también se graba en el Birland el 20 de febrero de 1964. Thermo cuenta con todas las pistas de "Ugetsu" y una selección bastante buena de los otros dos, tanto que el álbum tiene un sonido homogéneo, compacto y uniforme, ya que se trata de la misma formación musical en los tres discos. Se trata del sexteto que Art Blakey tuvo con los Jazz Messengers entre 1962-1964, nada más y nada menos que Freddie Hubbard en la trompeta, Wayne Shorter en el saxo tenor, Curtis Fuller en el trombón, Cedar Walton al piano, Reggie Workman en el contrabajo y por supuesto Art Blakey en la bateria, Un sexteto de lujo con una dulzura conmovedora por momentos y duros en la escucha a veces, donde Hubbard y Shorter aportan toda la fuerza del hard bop en sus respectivos vientos, estando frescos, ágiles e innovadores, Curtis Fuller tiene una presencia muy discreta, pero impecable y Cedar es sin duda, uno de los favoritos del grupo, Art Blakey cohesiona, dirige y mantiene la unidad y disciplina del sexteto, dando como resultado un grupo sólido.
El álbum cuenta con un total de doce pistas, de las que 5 son compuestas por Shorter, una aporta Cedar Walton y otra Curtis Fuller, por su lado, Hubbard aporta dos temas propios, uno de ellos inéditos en los tres discos anteriores y que es el plato fuerte de este doble vinilo y es el tema que da nombre al álbum "Thermo". La duración total es de 86 minutos, se remasteriza en 1973 y se vuelve a editar por la Milestone Récords en 1976. El disco no es recomendado para coleccionistas o amantes de las obras originales, aunque para iniciados da una perspectiva clara de esa época de Art Blakey and The Jazz Messengers.

De 5 > 10, mi valoración es: 7

te dejo un vídeo del tema Skylark



jueves, 23 de agosto de 2012

Steve Turre: Rhythm Within

"Rhythm within" constituye una rareza en el panorama del jazz y de la música en general, una singularidad especial de su autor Steve Turre (1948), el músico boliviano es un virtuoso del trombón, con este instrumento ha colaborado con la élite del jazz, pero también es virtuoso de otro instrumento, cuya afición le viene de su época en la banda de Roland Kirk, en efecto fue el saxofonista quien lo introdujo en la afición de tocar "conchas marinas", así el músico se ha especializado en tocar distintas caracolas de distintos tamaños procedentes del fondo de los océanos. Puede parecer frívolo pero Steve Turre ha desarrollado técnicas con estos instrumentos que lo hacen un verdadero especialista, consiguiendo sonidos tan puros que a veces uno duda si realmente se trata de caracolas marinas o instrumentos de metal en todo su esplendor. Dicha la "rareza" del disco hay que señalar también que ésta es su singularidad, su principal peculiaridad y su mayor atractivo musical, ya que es un álbum muy original.
En la grabación de "Rhythm within" Steve Turre muestra sus dotes como músico, director y arreglista, consiguiendo un sonido de conjunto muy rico en diferentes texturas, donde la combinación de los instrumentos de viento tradicionales con las conchas marinas crean un ambiente exuberante con una fuerte carga de aires funk y de un seductor latin jazz que preside todo el disco. Pocos músicos pueden igualar la habilidad de Turre con el trombón, su técnica con este instrumento le han hecho merecedor de las más altas calificaciones de la prensa especializada, también como "shellits" es capaz de extraer el más cálido lirismo de estos instrumentos naturales, alguien dijo de él "probablemente podría extraer melodías de una vieja cafetera".
El disco cuenta con un total de 9 temas de los que cuatro son compuestos por Turre, el resto son estándares como "All Blues" de Davis o "Body and Soul", tiene una duración total de 65 minutos y se graba en el año 1995 para PolyGram Récords. Durante toda la grabación está acompañado por su banda habitual y por músicos de la talla de Britt Woodman con el trombón, el trompetista Jon Faddis, en el saxo tenor está Pharoah Sanders, en la batería está Victor Lewis y en el piano Herbie Hancock. Turre durante todo el disco cambia las formaciones pasando de grupos de un máximo de diez componentes a un mínimo de seis, en algunas pistas Turre se dobla con las caracolas, además de utilizar su coro de "shells" y darle a todo una fuerte carga rítmica con hasta tres percusionistas a la vez. Un disco con unos arreglos excelentes, muy cuidado, con temas meticulosamente elegidos y con la combinación exacta de músicos para cada tema y sobre todo bien dirigido, el resultado Rhythm Within donde Steve Turre tuvo la habilidad de combinar con mucha profesionalidad, el jazz más tradicional con la originalidad y singularidad de la rareza "shell".

De 5 > 10, mi valoración es: 6

domingo, 19 de agosto de 2012

Paquito de Rivera: Blowin

Paquito de Rivera
Lo primero que me cautivó de Blowin cuando lo adquirí en formato vinilo recién salido al mercado, fue su fuerza inusual, sus ritmos trepidantes cargados de aromas exóticos y el sonido del saxo tocando en unos registros inusualmente altos, desgarradores por momentos y que llevaban al instrumento hasta sus límites físicos y que Paquito de Rivera intentaba continuamente violar, y es que le faltaba terreno en el que desenvolverse, como si estuviese enjaulado y necesitara respirar libertad. Blowin fue una bocanada de aire fresco, otra forma de hacer jazz, conceptualmente distinta, innovadora, prometedora y es que aquello sonaba bien, muy bien, rápidamente cogí el vinilo debajo del brazo y me fui a ver a mi amigo Sera del ya legendario Club de Jazz Georgia de mi ciudad, necesitaba su opinión, sentí un verdadero alivio al comprobar que un experto en jazz como él coincidiera con mi opinión.
Mucho tiempo ha pasado desde aquel 1981, son tres décadas y Paquito de Rivera (1948), es si ningún tipo de dudas uno de los mejores saxos altos y clarinetistas que ha dado la música. Blowin fue su primer trabajo como Paquito de Rivera, su primera incursión en el jazz americano y no pudo tener mejor tarjeta de presentación, rápidamente se ganó el respeto de la comunidad de músicos de jazz, aún hoy, "Blowin" sigue siendo un buque insignia dentro de su carrera artística y uno de sus mejores trabajos y también uno de los mejores discos de jazz de todos los tiempos, porque es un disco en estado virgen, sin artificios, hecho a base de muchas ganas, alma y mucho corazón, tanto De Rivera como los músicos de los que se rodeó estaban en estado de gracia y eso dio como resultado lo que debe ser un buen disco de jazz latino, inteligente, innovador, atractivo, ardiente por momentos e irresistible y es que el jazz latino tiene frescura porque se fragua en la calle, en los clubes, como se hacía en las calles de Mahanttan décadas atrás lejos de los estudios. Paquito de Rivera nos demuestra que el jazz no tiene sólo una cara.
Los créditos están formados por Paquito de Rivera en el saxo alto, saxo soprano, flauta, fluhelhorn y percusión, deja claro con autoridad su formación musical que va más allá de las fronteras del jazz, Jorge Dalto piano (1,8), piano Fender 8,3) y teclados (6), realiza dúos con el saxofonista de muy alta calidad, hay otro piano el de Hilton Ruiz (2,4,5 y 7), Eddie Gómez está al bajo acústico en los temas (1,2 y 6) y Rusell Blake toca el bajo Fender en los temas (2,3,4,5 y 7), Ignacio Berroa toca la batería y la percusión (3), Daniel Ponce, toca percusión (1) las congas en (2 y 4) y Bongo (3), Mario Rivera toca la flauta en el tema (3) y Jerry González la percusión también en el (3). Todos tocados por el dedo de Dios.
El álbum tiene ocho temas de los que cinco están compuestos por el cubano, se grabó en los estudios de  CBS de NYC, los temas han sido elegidos para crear una maravillosa variedad musical que van desde clásicos como "On green dolphin street",  hasta el tango convertido en balada romántica de Carlos Gardel "el día que me quieras", entre ambos extremos, maravillas como el tema que abre el disco "Waltz for Moe" o los blues arritmados de Basstronaut". Bossa Nova, bolero, tango se dan cita en Blowin para fundirse con el jazz dentro de una pirotecnia musical que nos ofrece momentos extraordinarios como los interpretados por Eddie Gómez o el pianista Jorge Dalto, el trabajo es un claro ejemplo de lo que debe ser la fusión hecha con una naturalidad y sencillez que pocos sabrían hacer. Es un disco absolutamente imprescindible para los amantes del jazz.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

Te dejo un vídeo con el día que me quieras



miércoles, 15 de agosto de 2012

Jim Hall: "It´s nice to be with you"- Jim Hall in Berlin

Foto por Jutta Matthes, Diseño
caratula por Heins Bahr
Desde el principio confieso mi verdadera debilidad por Jim Hall, pienso que en el arte y en la música en particular no hay que realizar demasiados alardes de virtuosismo y hacer piruetas de "triple nota mortal" para hacer bien las cosas, y esto es lo que hace Jim Hall (1930), toca bien la música y la toca despojado de todo artificio superfluo, toca música con sencillez, con humildad y naturalidad, de forma cercana, cálida, pura, situado en la parte media baja de la escala tonal, puntea su instrumento de forma suave, sin rasgar las cuerdas, como acariciándolas, mimándolas, besándolas,  sin alargar demasiado las notas, más bien al contrario, es de notas cortas y fluidas y sobre ellas monta la estructura melódica.
La introversión, la claridad y la sensibilidad son cualidades del guitarrista de Buffalo, creador de uno de los pilares sobre los que se basa el discurso moderno de la guitarra. Antes de la grabación se dirige a sus compañeros y les dice: "yo toco sencillo, es el único modo en que puedo hacerlo, en realidad", sin duda, toda una manifestación de su sencillez y modestia. Oír a Jim Hall, no es sólo un placer es una lección continua de excelencia. Durante décadas interpreta con frecuencia los mismos temas y siempre vemos como se reinventa cada vez que lo hace, como siempre aporta algo nuevo y lo afronta como si fuera la primera vez, lo que hace que su música nunca suene repetitiva, me atrevería a decir que hay dos personajes dentro del autor que nos hace oír un continuo diálogo entre Mr. Jim y  Mr. Hall.
"It´s nice to be with you" corresponde a un viaje que el guitarrista realiza a Berlín en 1969, en concreto el álbum se graba para la MPS récords los días 27 y 28 de junio de 1969 en los estudios Teldec Studio de la capital alemana, el disco cuenta con ocho temas y una duración total de 38 minutos y durante toda la grabación simultanea temas propios con estándares del jazz como "My funny Valentine", "In a sentimental mood"  o "Body and soul" , en concreto compone tres de los temas " Young one, for Debra" un vals dedicado a su hija de 13 años Debra, "Blue Joe" y "Romaine" que es una Bossa Nova, por cierto nadie reconoce que Jim Hall fue el primer norteamericano en traer este ritmo brasileño a Estados Unidos y Jim Hall es demasiado modesto como para señalarlo. Reseñar que en varias canciones se grabó una segunda guitarra, por lo que podemos escucharlo acompañándose a sí mismo, bien con acordes o introduciendo una segunda improvisación. En la grabación en el bajo le acompaña Jimmy Woode y en la batería Daniel Humair, ambos impecables. El disco es simplemente música bella, sencilla e impecable.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

sábado, 11 de agosto de 2012

Bill Evans: Alone Again

Caratula del álbum de Evans
La mano izquierda sobre el teclado marca el ritmo sosegado, mientras la derecha juega coqueta con las melodías y los tonos mas agudos, ambas ayudadas sutilmente por el juego de pedales, así sobre el blanco y negro del teclado, el pianista y su mundo se enfrenta a la grabación de "Alone Again", sí sólo otra vez, y es que Evans no fue profuso en realizar grabaciones de solo piano, cosa que hacía continuamente en la intimidad, sin embargo tenía un miedo escénico a desnudarse y quedarse sólo frente a su piano, nunca disfrutó de estas grabaciones, sentía cierta fobia a exponer demasiado sus sentimientos. El trío era su formación preferida, el bajo y la batería le daban esa capa protectora necesaria y eran una oportunidad de recuperar el aliento musical cuando ejecutaba un solo extenso, probablemente fue su mayor debilidad musical.
Primero fue "Alone" y con posterioridad "Alone Again" la primera grabación parece más consistente de más calidad, la segunda Evans se permite ejecutar más piruetas musicales y muestra alguno de los mejores momentos que puede crear, así afrontó el reto del piano solo y se desnuda, mostrándonos su lado más introspectivo, más íntimo y romántico, con "Alone Again", nos revela las profundidades de su virtuosismo, de sus sentimientos y el gran conocimiento que tenía sobre la música que interpretaba, los temas brillan por sí mismos y a través de sus manos nos hace ver y sentir con gozo la belleza que contienen, en todos los temas del álbum la melodía es el elemento principal y en torno a ella va y viene en espiral constantemente mostrando una amplia gama de estados de ánimo.
El disco cuenta con cinco temas que duran 43 minutos espléndidos, mágicos, se graba en Berkeley los días 16,17 y 18 de diciembre de 1975 para la Fantasy Récords, aunque el álbum no se publica hasta 1977 y no es hasta 1994 que se reedita en formato CD, cronológicamente lo situamos entre "Montreaux III" (1975) y "Quintessence" (1976).
Alone Again sigue siendo el mejor ejemplo del esfuerzo en solitario que tuvo que realizar Evans durante su grabación, hay momentos en los que puso tanta pasión y tanta energía en los que piensas que hay dos pianistas hombro con hombro tocando el instrumento y es que una vez superado el reto de enfrentarse a su soledad, el corazón de Bill Evans, el alma y las manos hizo el resto.

De 5 > 10, mi valoración es: 10

Te dejo un vídeo con el tema "People"


domingo, 5 de agosto de 2012

Horace Silver: Song for My Father

En la portada del disco, la imagen
pertenece al Padre de Horace Silver
John Tavares Silva
Como bien indica el nombre del álbum el pianista de Connecticut,  Horace Silver (1928) dedica el disco a su padre al que amaba mucho y lo hace a modo de reconocimiento, de él recibe sus primeras influencias musicales, música folclórica de Cabo Verde que escuchaba a su padre que era oriundo de Portugal, ésto junto a las influencias de Monk y Bud Powell, dan como resultado uno de los músicos que mejor ha trabajado y entendido la fusión, si bien, probablemente fue el músico de jazz más subestimado de su época.
" Song for My Father", se graba para la BlueNote en 1963 en New Jersey, cuenta con un total de 7 temas , que en la edición en cd se le suman tres bonus track, todos de una excelente factura, abre el disco el tema homónimo del álbum, se trata de una Bossa en la que se pueden apreciar las influencias de sus raíces caboverdianas, aunque sin olvidar nunca el hard bop del que es considerado una figura indiscutible, aunque el mismo Horace Silver reconoció que un viaje realizado a Brasil le sirvió de inspiración para componer este tema, aunque en todo el álbum nos demuestra su destreza para abordar otros géneros como el funky, gospel, R&B, blues, pasando por temas latinos u orientales, creando una amplia y rica textura multicultural en sus grabaciones.
En cuanto a la formación del grupo utiliza el quinteto para la interpretación del tema "Song for Muy Father", si bien durante toda la grabación va alternando los músicos, así encontramos a Horace Silver en el piano en todo el álbum, en los temas 1,2,4 y 5 la formación era: Carmell Jones en la trompeta, Joe Henderson  con el saxo tenor, Teddy Smith con el contrabajo, Roger Humphries en la batería, por otro lado en los temas 3,6 y 10 la formación estaba compuesta por Blue Mitchell en la trompeta, Junior Cook con el saxo tenor, Eugene Taylor en el bajo y Roy Brooks en la batería.
El álbum marca un antes y un después en la carrera de Horace Silver y es considerada su obra maestra, se encuentra incluido en el libro "los 100 mejores discos de Jazz". El secreto consta de varios elementos: ráfagas musicales pegadizas unidas a una sección rítmica que tira para adelante en todo momento como intentando levantar la música, creando pausas instrumentales a menudo complejas que surgen sin esfuerzo en un constante feedback creando además ricas melodías subyacentes a la melodía troncal, todo ello junto a la rica variedad de géneros que aporta un tinte ligeramente exótico y es que Horace Silver siempre fue un maestro en conseguir el equilibrio entre ritmos fugaces y armonías complejas, dotando sus interpretaciones de una mezcla única de terrenalidad y sofisticación. Un desafío intrincado y constante entre el fraseo musical y el ritmo que a veces ocasionaba una ligera tartamudez musical, que por otro lado caracteriza a Silver. Se trata de un disco asequible a todos tanto para expertos como para neófitos.Un disco que se hace indispensable en tu biblioteca musical.

De 5 > 10, mi valoración es: 9


Te dejo un video con "Song for My Father"