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sábado, 31 de enero de 2015

Bill Evans: Conversations with Myself


El universo musical de Bill Evans dialogando con el "otro" universo musical de Bill Evans, es más: dialogando con un tercer universo musical de Bill Evans. Polémico, innovador, desafiante y cuantos adjetivos más le queramos añadir, pero sólo un genio fue capaz de hacer lo que Evans hizo en estas conversaciones consigo mismo, en este controvertido álbum Evans grabó tres tomas por separado, tres improvisaciones pianísticas que luego se escuchan simultáneamente (overdubbing). Algunos puristas lo consideraron un sacrilegio, ya que era algo que luego no se podía reproducir en un concierto, solo el paso del tiempo lo ha reconocido como una obra maestra de un genio, todo el álbum consiste en una conversación entre las dos primeras tomas de un tema, a partir de ahí se añaden sutiles adornos en la tercera toma.
El disco se graba en NYC, en  tres sesiones los días 6 y 9 de febrero y 20 de mayo de 1963, para el sello Verve y lo produce Creed Taylor, cuenta en su versión de vinilo original con ocho temas, con una duración de 36:43 minutos, a la que en su reedición en CD se añaden dos temas más llegando a los 43:49 minutos. A destacar la magnífica versión que realiza del Round Midnight, de Monk, así como del también Monkiano Blue Monk y el tema por el que en 1964 obtuvo el Grammy al mejor tema instrumental de jazz Spartacus Love Theme. La cuestión técnica durante la grabación tuvo ligeras deficiencias durante el registro, con críticas fuertes al sonido de caja o hojalata que se produce en algunos momentos de la grabación y que Verve nunca arregló, lo que sin duda, en ningún caso estropean o dificultan mi disfrute y respeto por esta grabación.
El disco es un clásico para los amantes del jazz, una obra que está a un nivel superior, es la mirada de un artista mucho más allá de lo convencional, es ver lo que nadie ve, lo que otros tardan en comprender y al final todos aceptan como obra maestra. Con un vocabulario musical complejo en su ejecución que Evans transforma en algo sencillo, bello y simple  mientras toca el piano.

Valoración personal: 10




miércoles, 9 de octubre de 2013

Jesse Van Ruller: Circles

Caratula del CD
Da gusto escuchar savia nueva por el mundo del jazz, sobre todo si hablamos de un músico joven (1972) que tiene ideas frescas y fluidas que aportar a este apasionante mundillo musical. Jesse Van Ruller es un galardonado guitarrista holandés (Amsterdam) que lleva más de una década liderando y compartiendo liderazgo en varios proyectos musicales y ha colaborado con muchos de los grandes como Pat Metheny, Joe Lovano o Toots Thielemans entre otros, discípulo aventajado del guitarrista de jazz, también holandés Wim Overgaauw. Van Ruller presenta un sonido impactante, limpio, lúcido, con un tono nítido, un fraseo fluido y una vibrante imaginación, donde se las apaña para no desdeñar los clásicos clichés y a la par para no sonar a viejo bop.
Circles es un álbum que se graba el 15 de diciembre de 2002 en Brooklyn (NYC), producido por Max Bolleman para el sello Criss Cross Jazz, no es publicado hasta el 27 de mayo de 2003, cuenta con un total de 8 temas, todos de composición propia, salvo el corte nº 7 que es una preciosa versión de la balada de "lo que el viento se llevó", la duración total del disco es de 58:51 h de excelente jazz interpretada por un cuarteto formado por Jesse Van Ruller a la guitarra y liderando el grupo, Seamus Blake con el saxo tenor y con solos estelares en la grabación, Sam Yahel, con los teclados y su órgano Hammond es quien comparte claramente el liderazgo con Van Ruller, produciéndose preciosos diálogos entre ambos, y por último, el batería Bill Stewart, entre los cuatro conforman Circles, un disco muy elaborado, donde destacan los sonidos singulares de la guitarra de Van Ruller y los teclados de Yahel, entre ambos crean la magia que encierra la grabación. Simplemente un disco hermoso.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

Dejo un vídeo de Circles, que lo disfrutres:



domingo, 21 de julio de 2013

Mal Waldron: Soul Eyes

Portada del disco
"Cambio día a día, minuto a minuto", así se definía Mal Waldron (1926-2002), decididamente un pianista inclasificable, como muestra, señalar que se inicia en el jazz tocando el saxo alto y no es hasta que se licencia en piano clásico, cuando decide dar el salto definitivo al blanco y negro del teclado para deleitarnos y fascinarnos con su estilo, donde con una gran economía de medios, tanto en el estilo como en la escritura y como no, en una gestión virtuosa cuando improvisa reiterativamente, momento en el que engendra una especie de flash, de fascinación mágica que te envuelve y te atrapa. No en vano haber sido el último acompañante de Billie Holiday, tener como profesor a Charles Mingus y como maestro a Thelonious Monk, deja una huella a mezcolanza de estilos, corrientes y singularidades tan marcadas que te acompañan de por vida, Maldron no perteneció a ninguna escuela o estilo y a la vez a todos, sus grabaciones con Eric Dolphy, John Coltrane o Steve Lacy corroboran su genio. Está dentro y a la vez fuera, como ostentando la condición de miembro y a la par de intruso.
Soul Eyes, es una balada de Waldron del año 1957 y que da nombre a este álbum, originalmente se grabó para el disco interplay para 2 trompetas y 2 tenores, donde uno de los tenores era John Coltrane, el tema se convirtió en un estándar del jazz y ha sido grabado cientos de veces, entre esas grabaciones, en 1962 John Coltrane la rescata, la populariza y eleva a los altares en su álbum para el sello Prestige "Coltrane", de hecho Waldron la escribió pensando en las melodías que el tenor era capaz de sacar a su saxo.
El preludio de esta grabación es el concierto que Waldron diera en el Jazz Middelheim de Amberes, con Andrew Cyrille, en la batería, Reggie Workman al bajo, Joe Henderson en el saxo tenor, Jeanne Lee y Abbey Lincoln como vocales. De aquí se graba un disco de estudio para RCA Víctor, grabado entre los días 15 y 17 de agosto de 1997, en los estudios Groove de Amberes, aunque los temas Judy y Soul Eyes se graban en NYC  el 10 de octubre de ese mismo año, además aquí se añade al grupo el saxo alto Steve Coleman. El álbum lo componen un total de diez temas, todos compuestos por Waldron, excepto God Bless the Child de Billie Holiday y Arthur Herzog. Son 57 minutos mágicos, donde piano, bajo y batería están presentes en todos los temas, y el resto de componentes se alternan, así Steve Coleman aparece en los temas 1 y 2, Jeannie Lee canta en los temas 2, 3 y 10 y Abbey Lincoln es vocal en los temas 5 y 7 y Joe Henderson aparece en el corte 9. El resultado soberbio, un disco reposado, equilibrado, donde saxo alto y tenor dan lo mejor de sí, las dos vocalistas acariciando cada tema que interpretan, bajo y batería dando lo que se espera de la sección rítmica y Waldron y su piano liderando el grupo con la maestría que dan las tablas y ese singular estilo suyo.
Se percibe la madurez del artista, el relajamiento de haberlo dado todo al mundo del jazz, el orgullo de pertenencia y esa seguridad que solo se adquiere después de haber caminado mucho. Su imagen inconfundible será siempre la de sus largos dedos sujetando un humeante cigarrillo y ese mechón blanco tan característico de su cabellera.

De 5 > 10, mi valoración es: 9

Dejo un vídeo con el tema grabado con Joe Henderson


domingo, 30 de junio de 2013

Sonny Rollins: The Bridge

Portada del LP
The Bridge está rodeado de una leyenda que agiganta la figura de Rollins, se trata de una historia underground, muy al estilo de una ciudad cosmopolita como el  NYC de principios de los sesenta, una leyenda con sabor a hormigón, a noche, a humo, a tráfico... El mayor crítico que tuvo Sonny Rollins fue él mismo, siempre estaba investigando nuevas formas, nuevos caminos, así a finales de los cincuenta llega a un punto en que cree que su trayectoria está agotada, sobre todo porque la figura de Ornette Coleman le desconcierta y piensa que su discurso musical está caduco, frustrado por lo que considera sus propias limitaciones y en la seguridad de que precisa un nuevo impulso, un nuevo aire que de vida al sonido que sale de su saxo, decide en 1959 tomarse un tiempo sabático, así lo hace, durante este tiempo en un gesto suburbano y a la vez romántico, términos éstos que pueden parecer contradictorios, pero aquí son complementarios, Rollins tiene la necesidad de salir del estudio y de estar en contacto con la calle, para ello elige los bajos del puente de Williamsburg, que une Brooklyn con Manhattan, junto al río Hudson, rodeado de viejas vigas de acero, hierro, hormigón, tráfico y la majestuosa vista de la ciudad al fondo, para allí en este ambiente de película de cine negro, con su saxo tenor improvisar solos tras solos, buscando nuevos giros, nuevos sonidos capaces de conjugar éste entorno con su expresión musical, así hasta doce horas diarias,  en un ejercicio de depuración musical y conceptual sin precedentes.
El resultado que obtuvo Rollins no andaba muy alejado del que ya tenía, pero en este tiempo engendró lo que estaría por venir. Los que pensaron que el Dios del saxo nunca regresaría, se equivocaron, así en 1962 el saxofonista se encierra en el estudio y vuelve a aparecer en escena con The Bridge. Rollins aparece en forma de Cuarteto y para ello se desvía del cuarteto clásico y sustituye el piano por la guitarra, claro que no con cualquier guitarra, lo hace nada más y nada menos que con Jim Hall, que principalmente llena el contenido que habitualmente hace el piano con su guitarra, así escuchamos una guitarra en jazz como nunca lo habíamos hecho con anterioridad, el resultado fue brillante. Bob Cranshaw al bajo y Ben Riley en la batería ejecutan una sección rítmica a la perfección.
El álbum se graba en NYC en 1962 para la serie "Bluebird" del sello discográfico RCA, cuenta con un total de seis temas, de los que dos son propios, los otros cuatro son estándares tratados con suma elegancia, en total 40:08 minutos de vibrante Hard Bop, cronológicamente se sitúa entre Sonny Rollins and the contemporany leaders y What´s New´s y está producido por George Akavian.
The Bridge, es un disco que marca de forma indiscutible la carrera del saxo tenor, un álbum donde se le percibe emotivo, lírico a la par que poderoso y centrado. El liderazgo de Rollins se podría expresar gráficamente como si fueras corriendo por el campo con una tropa detrás pisándote los talones y de pronto frenas en seco, una de dos, o te llevan por delante o están tan metidos en tu ritmo que todo sale a la perfección. Eso es The Bridge un álbum memorable con una historia de leyenda.

De 5 > 10, mi valoración es: 9,5

Dejo un video con el tema The Bridge...

domingo, 19 de mayo de 2013

John Coltrane: Blue Train

Caratula del álbum
Blue Train es una obra maestra del jazz. El álbum es interesante en sí mismo musicalmente, por los soberbios solos de los vientos, pero también porque se observa el tránsito del saxofonista, ese espacio que ocupa en términos de desarrollo de Coltrane como innovador. Blue Train marca un alejamiento de las armonías del Bop convencional, algunos de los temas del disco, hacen uso de los cambios de acordes conocidos como "cambios Coltrane" y que aquí realiza como preludio de lo que haría a finales de los cincuenta con "Giant Step". En Blue Train, Coltrane está a punto de habitar su futura personalidad musical, pero aún se encuentra firmemente plantado en el hard bop, se reinventa a sí mismo como un intérprete polifacético tanto de hard bop, como de baladas sensuales. Es un disco que captura la esencia y el estilo fresco del autor, donde su música, casi parece flotar en el aire. Sonido característico de Coltrane, Blue Train es un clásico, considerado como uno de los mejores discos de la década de los cincuenta y de la historia del jazz.
El disco se graba en NYC para la Blue Note, aunque Coltrane no tenía ningún contrato con la discográfica, deja esta grabación para la historia,  se graba el 15 de septiembre de 1957, cuenta con un total de cinco temas y una duración de 42:50 minutos, es el disco anterior a "soultrane" y es después de "A love supreme" el disco más vendido del autor. El Lp original se remasteriza a CD en 1990 e incluye dos tomas alternativas de "Blue Train" y "Lazy Bird". Todos, excepto "I´m Old Fashioned" son compuestos por Coltrane, por lo que se puede considerar como el primer álbum auténticamente del músico, ya que elige su grupo y compone los temas.
Los créditos son todo un lujo: John Coltrane con el saxo tenor, con un nivel de energía espectacular, con una expresión y una creatividad en todo lo alto y un sentimiento muy profundo; en la trompeta tenemos a Lee Morgan, espectacular sus solos en un derroche de inteligencia e improvisación; en el trombón está Curtis Fuller, quien hace gala de su maestría con el instrumento. Los tres vientos juntos son todo un lujo. En el piano está Kenny Drew, fresco y chispeante; en el bajo el gran Paul Chambers demuestra su impecable estilo marcando ritmo a toda la formación y en la batería Philly Joe Jones quien tiene oportunidad de lucirse durante toda la grabación. Un sexteto para la historia.
Sin reservas, Blue Train se puede considerar uno de los mejores discos de la historia del Jazz.

de 5 > 10, mi valoración es: 10

Dejo este vídeo con el corte primero que da nombre al disco "Blue Train"



sábado, 20 de abril de 2013

Bob Brookmeyer: Back Again

El trombón es un instrumento que fue perdiendo peso conforme pasaban las décadas del pasado siglo, pasó a ser unas de las líneas principales de una Big Band, a ser un instrumento casi residual en el be bop y post bop, casi una curiosidad, un vestigio pretérito vencido por k.o. por saxo y trompeta. Aún así, los registros que se consiguen de un trombón de varas o de válvulas son casi únicos y muy apreciados por los buenos amantes del jazz. Bob Brookmeyer (1929-2011) es de esos músicos que saca unos registros increíbles a su trombón de válvulas, cosa que no escapó al olfato del productor Sam Charters, quien decide rescatar, tras más de una década fuera del mundillo del jazz a un Brookmeyer dedicado a la música, pero en otros menesteres, se dedicó principalmente a trabajos de estudio en Los Angeles. Charters consigue formar un quinteto liderado por el trombonista de Kansas City, quien con su trombón de válvulas nos ofrece en Back Again unos solos muy interesantes y que por momentos echan chispas, Brookmeyer es secundado en todo momento por Thad Jones con la corneta y el fliscorno, la combinación fliscorno-trombón resulta de lo más peculiar, además, uno de mis pianistas favoritos Jimmy Rowles coquetea constantemente alrededor del viento de Brookmeyer, teniendo además espacio y momentos para su lucimiento personal, gran talento el de Rowles, en el bajo está George Mraz y en la batería Mel Lewis, ambos llevan con maestría la sección rítmica.
Back Again se graba en NYC, en los Estudios CI para la discográfica Sonet, los días 23 y 25 de Mayo de 1978 y sale al mercado en septiembre de ese mismo año. Son un total de siete temas que duran 42 minutos de vibrante música, todas los temas son estándares de autores como Cole Porter o Duke Ellington, Brookmeyer aporta dos temas propios que son los cortes nº 2 "Carib" y nº 7 "In a Rotten Mood". En 2008 se materiza y se edita un versión en CD para el sello Gazell.
Brookmeyer soplaba su trombón con maestría, a veces sacaba sonidos que hasta te despistan en su escucha y te hacen pensar que oyes una ágil trompeta o una dulce trompa, cuando se domina el instrumento todo esto parece fácil, porque se hace relajado y con extraordinaria esbeltez y profesionalidad, así suena Back Again, un oasis tras un largo silencio del artista que revitalizó al escuálido trombón.

De 5 > 10, mi valoración es: 7

miércoles, 20 de marzo de 2013

Vic Dickenson: plays Bessie Smith "trombone cholly"

Caratula del vinilo
"La emperatriz del Blues", así es como se conocía a la cantante de blues más popular de las primeras décadas del Siglo XX, hablamos de Bessie Smith y de su fugaz carrera, ya que murió joven. Vic Dickenson (1906-1984) quiere rendir un homenaje a Bessie y lo hace a su manera, con su trombón y un elegante sexteto que obtiene un "insólito" resultado ya que homenajea a "La Emperatriz" sin voces, sólo con instrumentos, lo que confiere una rareza inhabitual al álbum. La idea surge del productor Sam Chambers quien junto a Dickenson realizaron una selección de temas que fueron el caballo de batalla de la gran Bessie, melancólicamente lo titulan "trombone cholly" en recuerdo a la composición cantada por Bessie Smith y en la cual el trombón de Charlie Green brillaba de forma especial. Con este álbum se rinde un magnífico homenaje, no sólo a Bessie sino al Blues en general.
El vinilo se graba para el sello discográfico Sonet el 31 de marzo de 1976 en NYC, cuenta con un total de ocho magníficos temas, centrado en lo más popular del Blues que interpretaba Bessie y algún "spiritual". El Sexteto está formado por Vic Dickenson al trombón, quien hace gala de una gran técnica, de un swing portentoso y de unos solos estupendos, de alguna manera, capta el espíritu de Bessie en esta grabación y trata de ponerse en su lugar. Dickenson se hace acompañar por Joe Newman a la trompeta, quien interpreta lúcidos solos y hace un uso muy inteligente de la sordina, Frank Wess toca el saxo tenor, acompañando a trombón y trompeta en toda la grabación, en el piano está Ray Tunia, al bajo Milt Hilton y en la batería, Jackie Williams, los tres tienen un papel más que discreto, pero suficente, hacen lo que se espera de la sección rítmica y no van más allá, quizá sobresalga el contrabajo por su sinuosidad y swing.
Si eres un purista de la década de los 20 y 30, es probable que el disco no te llene, si no es así, "trombone cholly" es un álbum cargado de buena música, bien interpretada, para disfrutar durante su escucha y que te acercará a tiempos pretéritos del Blues y el Jazz. De lo que estoy seguro,en ambos casos, es de que no perderás el tiempo con su escucha y que la satisfacción está asegurada.

De 5 > 10, mi valoración es: 7

Aquí un tema de la gran Bessie Smith...






domingo, 13 de enero de 2013

Al Cohn & Zoot Sims: Body and Soul

Dos saxofonistas frente a frente, Al Cohn Vs Zoot Sims, ambos bajo la misma y principal influencia, la de Lester Young y eso se deja ver acusadamente en la obra de ambos. Los dos nacen el mismo año (1925) y siguen trayectorias paralelas dentro del mundo del jazz, hasta que deciden formar un quinteto con el que permanecen juntos doce años, de esa unión es fruto el disco "Body and Soul", donde podemos deleitarnos de un fluido y constante diálogo entre ambos saxos, pudiendo disfrutar de las baladas y los medios tiempos de Al Cohn, de un profundo lirismo, armónicamente muy ricos, muy técnico y con un sonido recio y muy expresivo; por su lado, Zoot Sims quien también gusta de los tonos medios, íntimos, personales, en este caso cargados de auténtico "swing", ambos músicos tocan el saxo tenor, aunque Sims además toca el saxo alto y soprano, aunque en esta grabación se centra en el tenor y soprano. De esta unión salieron muy buenos trabajos.
Body and Soul, tiene "algo especial" y es el ambiente creado durante su grabación, se percibe con claridad, la colaboración de los dos músicos, su complicidad, están "como en casa", relajados, en confianza, distendidos, muy cómodos, con una gran madurez y eso se traslada cuando el disco se escucha. Al conjunto podemos considerarlo como una interesante mezcla de swing, blues, bossa y baladas, todo ello arropado por una sección rítmica con muy buen gusto, donde los saxos tenores nos ofrecen cinco bellos duetos, más un sólo interesante de cada uno de ellos, además Zoot Sims se luce con el soprano en el sexto corte Jean, en general los dúos están magistralmente complementados, en una conversación musical de ida y vuelta muy interesante.
El quinteto está formado por Al Cohn al saxo tenor, Zoot Sims al saxo tenor y soprano y una sección rítmica muy experimentada y que realiza un trabajo irreprochable, Jaki Byard al piano, quien destaca especialmente de forma notable por introducir algunos toques vanguardistas, George Duvivier, al bajo y Mel Lewis a la batería. De lujo.
El disco se graba el 23 de marzo de 1973 en NYC, para el sello discográfico Muse, aunque posteriormente se reedita en versión digital, cuenta con un total de siete temas, tiene una duración de 47 minutos y del que destaca el primer corte, el clásico del bop Doodle oodle, que ambos saxos interpretan de forma entusiasta y con solos realmente acrobáticos, una auténtica batalla de tenores, del resto de temas destaca el ya mencionado Jean, destaca también el Brazilian Medley  y el tema que da nombre al álbum, que no es otro que archifamoso Body and Soul que a pesar de su familiaridad aquí tiene un punto agitado.
Body and Soul no es el mejor trabajo de Cohn y Sims, ni el más esencial, pero es un buen ejemplo del trabajo en equipo que tuvieron durante esta época.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

Te dejo un vídeo con el tema Jean, donde Sims toca el soprano:


martes, 1 de enero de 2013

Russell Malone: Wholly Cats

Una buena foma de comenzar el año es una escucha atenta a la guitarra de Russell Malone, una Gibson de la que consigue extraer sonidos cálidos, dulzones, aterciopelados, que a la vez, nos recuerdan sonidos pasados de Montgomery o de Benson y a la par, sonar innovador, fresco y creativo aportando su sello personal a esa estela de guitarristas que nos ha dado la historia del jazz. Russell Malone (1963) queda hipnotizado por el George Benson de sus mejores tiempos, para luego profundizar más y autoafirmarse con West Montgomery, autores éstos de los que puede ser digno sucesor, aunque como él afirma "no le gusta que le encasillen" y es que el jazz es eso, la forma y libertad de cada uno para interpretar la música con su propio estilo, puedes escuchar a unos y a otros, pero al fínal el camino lo debe hacer el musico. Afirma el guitarrista de Georgia que él tiene como norma el escuchar mucha música antes de comenzar a tocar y eso es exactamente lo que este autodidacta hizo, empaparse de la música de sus guitarristas preferidos, digerirlas y luego emprender su andadura personal por la senda del jazz, para terminar sonando como Russell Malone.
Wholly Cats, se graba en NYC en el año 1995, antes de que el guitarrista comenzara su andadura con Diana Krall, una joya de disco que sin embargo, el sello discográfico japonés Venus, no lanzó al mercado hasta el 24 de febrero de 1999, cuenta con un total de nueve temas, de los que todos son estándares de autores como B.Goodman o T.Monk, salvo una composición de Malone "Blues Chitlin" donde se produce un impecable dialogo entre guitarra y bajo. Malone se hace acompañar por un trío compuesto por Larry Willis en el piano, quien está discreto, pero con oportunidades para el lucimiento, haciendo bien su papel; en el bajo encontramos a Rodney Whittaker, quien tiene un papel muy activo con su instrumento; en la batería está Yoron Israel quien da a sus baquetas un digno protagonismo. Entre todos, este Cuarteto consigue un sonido limpio, clásico, brillante, sin estridencias, con ritmos que se mueven entre baladas melancólicas y temas estridentes y a veces desafiantes. Bien liderados por Malone, pero con oportunidades para que todos demuestren su talento y es que Wholly Cats es un álbum altamente recomendado para los amantes de la guitarra de jazz.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

Escucha este vídeo con el tema que da nombre al álbum Wholly Cats



lunes, 3 de diciembre de 2012

Ellis & Brandford Marsalis "loved ones"

El concepto del disco parte de la sencillez y la franqueza de dos músicos. Brandford Marsalis (1960) tenía en mente realizar una grabación dedicada a mujeres ilustres de los Estados Unidos, su padre Ellis Marsalis (1934), capta el concepto de su hijo y como si éste se le hubiese adelantado en la idea se apunta al proyecto, el mismo Ellis Marsalis Jr. afirma que entre su hijo Brandford y él no ha habido nunca ruptura generacional. lo cierto es que padre e hijo, pianista y saxofonista conforman un Dúo exquisito, donde ambos integran sus sensibilidades, su intelecto, su alma y en este caso también su sangre.
Así nace Loved Ones un disco de duetos, elegante, sereno y sutil. Una conversación musical entre padre e hijo que se traduce en catorce temas bien seleccionados del cancionero popular norteamericano, donde cada uno de los temas está dedicado a una dama, o el nombre de ésta aparece en el título de la canción. Temas tan populares como Delilah, María, Liza, Angélica... de autores tan diversos como G. Gerswinch, Victor Young, Cole Porter, Duke Ellington o Leonard Bernstein, el mismo Ellis compone el último corte dedicado a su mujer Dear Dolores. En definitiva una colección de baladas románticas, tranquilas, a veces, incluso muy lentas, donde se analiza musicalmente el efecto de las mujeres sobre los compositores norteamericanos. En palabras del propio Ellis: No sé si nuestras interpretaciones de María (West Side Story) o Miss Otis Regrets (Cole Porter) pueden considerarse jazz, pero es cierto que sólo el jazz permite este tipo de libertad expresiva a lo que añade Brandford: Fue interesante ver como cada canción adquiría entidad propia.
El álbum se graba en el estudo Mastersound Astoria de NYC, los días 14 de agosto y 11 de septiembre de 1995, aunque no se lanza al mercado hasta febrero de 1996, es producido por el también hijo de Ellis y hermano de Brandford, Delfeayo Marsalis.
Brandford Marsalis toca el saxo alto y el tenor y saca un sonido espectacular, tierno, cálido sin desgarros, respetuoso con otros tiempos pretéritos, por su parte Ellis Marsalis lleva el peso de la grabación, está elegante y muy inspirado con su piano Steinway, se palpa en todo el disco que padre e hijo se entienden musicalmente, Brandford brilla por momentos, incluso se le  percibe contenido, pero se subordina y adopta un papel subsidiario a su padre. El resultado final es un disco que no solo gusta a los amantes del jazz, sino a los amantes de la buena música.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

domingo, 11 de noviembre de 2012

Sonny Stitt with Art Blakey and the Jazz Messengers: "In Walked Sonny"

¡Entró Sonny!, es la música que cada uno de ellos hace, sólo que en esta espléndida sesión de hard bop se han abierto para dejar que los otros entren y hagan su propia manifestación músical. Todos eran consciente que esta sesión quedaría registrada para los anales de la historia y "In Walked Sonny" grabó un excelente momento en las carreras de Sonny Stitt, Art Blakey y sus Jazz Messengers. Es un álbum donde cada uno de los músicos tiene oportunidad para lucirse, cada uno tiene su momento, su ocasión, un piano brillante y colorido, un cuidadoso y sinuoso bajo, rápidos y ágiles solos de la batería y los vientos que son la estrella del sexteto, saxo tenor, alto y trompeta interpretan con maestría los seis temas que componen este vinilo que se grabó en 16 de mayo de 1975 en los CI Studios de NYC para la Sonet Récords y que fue producido por Sam Charters. Son 45 minutos fascinantes de buen Jazz, en la versión digital en CD se añaden dos bonus track, con "otras tomas" de los temas Ronnie´s A Dynamite Lady y Birdlike.
Sonny Stitt toca el saxo alto y tenor, Art Blakey la batería y los Jazz Messengers estaban formados por Dave Schnitter al saxo tenor, Bill Hardman con la trompeta, Walter Davis Jr. al piano y Chin Suzuki al bajo, créditos de lujo, para un disco de lujo. Difícilmente un músico puede encontrar mejor acompañamiento liderando una grabación que al mismísimo Blakey y a sus Jazz Messengers, es la primera vez que graban juntos, pero son músicos que se compenetran bien, porque se conocen bien, son de toda la vida, gente con la que siempre ha tocado, aunque en distintas formaciones. El resultado no puede ser más que un disco emotivo, que surge de dentro y que estalla hacía el exterior con fuerza y colorido, se nota que todos los músicos están en buena forma en esta sesión.
Sonny Stitt (1924-1982), interpreta dos baladas de esas que le han dado la fama It Might As Well Be Spring con saxo tenor y I Can´t Get Started con saxo alto, otros dos temas son del repertorio habitual de los Messengers Birdlike y Ronnie´s A Dynamite Lady, donde Sonny toca el tenor en el primer tema y no participa en el segundo, aquí es Dave Schnitter quien se luce, los dos temas restantes son dos Blues, uno el exuberante Blues March y el tema homónimo del álbum In Walked Sonny, es el típico blues lento característico de Stitt, aquí además lo abre con el saxo alto y lo cierra con el tenor, todo un lujo para los oídos poder disfrutar de este fluido solo lleno de belleza y lirismo.

De 5 > 10, mi valoración es: 8




viernes, 2 de noviembre de 2012

1975: The Duets Brubeck & Desmond

Apropiada caratula, Brubeck y Desmond como los viejos
vinos, mejor cuanto más tiempo pasa
Fuera llueve y refresca, eso me gratifica, me gusta. Busco mentalmente una música para este día y me voy directo a mi colección de vinilos y no lo dudo, extraigo 1975: The Duets Brubeck & Desmond, un disco perfecto para un momento íntimo. Paul Desmond (1924-1977) y Dave Brubeck (1920), compañeros de escenario, de estudio, de carreteras, amigos y creadores de una concepción musical singular y diferente. Después de dos décadas tocando juntos, nunca habían grabado solos en dúo, así por primera vez entran a un estudio de NYC y cara a cara, a solas, graban lo que aprendieron a lo largo de sus vidas juntos. La idea de grabar en dúo surge en lo que tocaban juntos en los interludios de los shows que realizaban en un crucero de lujo, el S.S. Rotterdam entre  Nueva York y el triángulo de Las Bermudas. You Go To My Head fue el comienzo de todo el proyecto, este corte fue hábilmente introducido en el disco en último lugar y sin duda que fue todo un acierto. Después vino la grabación de estudio que se realizó el 15 y 16 de septiembre de 1975 para el ya desaparecido sello Horizon, hoy parte de Verve. Son ocho temas y unos cuarenta minutos de una música íntima, relajante, elaborada, elegante y culta. Dos temas originales de Brubeck y el resto bellos estándares que nos muestran el lado más emotivo y sentimental de estos dos grandes músicos.
Paul Desmond con su saxo alto pasa por ser desapasionado, evanescente, etéreo, apenas un breve soplido para producir ese sonido que le pertenece y que a veces parece escaparsele entre los labios, no en vano pasa por ser el "el saxo más lento del mundo". Al otro lado Dave Brubeck, admirado y no siempre comprendido, con sus intrincado experimentos polirrítmicos y politonales para traducirlos a su propio lenguaje. Juntos son "oro en polvo" y juntos consiguieron las más altas cotas en sus carreras y juntos grabaron este único disco a dúo.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

Te dejo un vídeo con uno de los temas del álbum Balcony Rock, pero en una grabación en vivo.



lunes, 1 de octubre de 2012

Wynton Marsalis: Black Codes

Fotografia en B&N de Wynton Marsalis y la caratula de
"Black Codes" sobreimpresionada 
A principios de la década de los ochenta, surge con fuerza una nueva generación de músicos de gran técnica y talento, dentro de un contexto de agotamiento de la fussión de los años setenta. En esta explosión musical destaca un instrumentista: el trompetista Wynton Marsalis, generando entre los aficionados unas expectativas que luego no se cumplieron, no sólo no fue el líder de este nuevo movimiento sino que además Marsalis ha sido protagonista de la controversia más intensa dentro del panorama del jazz por parte de la crítica, aficionados y músicos, polémica que por otro lado era necesaria y enriquece el mundo del jazz y es que el trompetista de Nueva Orleans (1961) concitó tantas expectativas y anhelos respecto al camino que debía tomar el Jazz y a su futuro, que la cuestión terminó por confundir a muchos incluido el propio Marsalis. Fuera de toda duda la maestría, técnica, talento y virtuosismo que Wynton Marsalis posee, tal es así, que es el creador de una de las obras maestras de las dos últimas décadas, hablamos de "Black Codes", suficiente para, por sí sola, justificar toda una carrera, más allá de cualquier otra consideración, una obra donde hace gala de su virtuosismo de "alta escuela".
"Black Codes" es uno de los mejores discos de jazz que he escuchado, con este álbum el jazz alcanza un punto culminante en la década de los ochenta, el álbum es de las mejores grabaciones que Wynton ha realizado y no sólo aguanta el paso del tiempo sino que se agiganta conforme pasan los años. Cada tema es una bella muestra de la pasión, el lirismo, la técnica y el entusiasmo, donde es emocionante comprobar como el dinamismo entre melodía y armonía producen estallidos sonoros espectaculares que dan vida propia a cada tema y que te dejan con ganas de más, porque sobre todo es un disco bello, fresco y emocionante. Brillante en su resolución y ejecutoria, donde profundiza en la expresión del Jazz moderno y donde lleva sus conceptos hasta el límite en lo armónico y lo rítmico.
El àlbum se graba en NYC los días 7, 11 y 14 de enero de 1985, posteriormente en 1990 se reedita en CD, se graba para la Columbia, cuenta con un total de siete pistas, donde todos los temas, excepto uno están compuestos por el trompetista de la saga de los Marsalis, tiene una duración total de 50:41 minutos, cronológicamente se sitúa entre "Hot House Flowers, 1984" y "Tomasi, 1986".
Los créditos están formados por Wynton Marsalis en la trompeta, Branford Marsalis con el saxo tenor y soprano, Kenny Kirkland al piano, Charnett Moffett en el bajo, Jeff "Tain" Watts en la batería y como invitado y sólo en el tema 5 "Aural Oasis" aparece Ron Carter al bajo. En la sesión de grabación de estudio K. Kirkland está fenomenal, inspiradisimo, Brandford Marsalis juguetea constantemente con el hermano en un duelo de vientos precioso y Wynton ejecuta algunos de los solos más intensos de su carrera. El resto del quinteto compensa la frialdad de Wynton dándole la temperatura justa, donde al final se consigue que cada músico toque con una profunda pasión y que a la vez, comprendan la visión musical de Wynton, efecto que se consigue. A todo esto, hay que sumar unos increíbles arreglos y unas excelentes composiciones, que son una de las claves por las que se dotan de brío al quinteto y ofrece un agradable e intenso placer al oyente.

De 5 > 10, mi valoración es: 9

te dejo un vídeo con el 2º corte "For Wee Folks"




sábado, 15 de septiembre de 2012

Archie Shepp: Deja Vu

Caratula del álbum
Me encuentro con una doble percepción cuando escucho Deja Vu de Archie Shepp (1937), por un lado me parece un disco de una factura bella, bien ejecutado, donde hace rugir el saxo hasta límites insospechados y lo hace con mucha elegancia, por otro lado me hace pensar en la decadencia y si éste es el caso de Shepp en la grabación de este álbum, un poco aquello de "quien te ha visto y quien te ve". Todo esto no tendría sentido si obviamos la biografía musical del autor de la que no podemos olvidar su defensa a ultranza de la música afroamericana de finales de la década de los 60´s y que llevaba implícita la denuncia sobre los abusos a la raza negra y la música de esta época no se caracterizaba precisamente por sus relajadas, melosas y tranquilas melodías, Shepp se ganó a pulso el ser reconocido como un ardiente estilista de jazz avant-garde.
En Deja Vu se le ve contenido, reprimido, como que le falta recorrido, el motivo no es otro que Sherp se atreve en esta grabación con canciones rapsódicas de la chamson francesa y claro el ritmo que lleva el saxofonista de Florida en la sangre es otro bien distinto. Sherp convierte en preciosas baladas los ritmos franceses y consigue un trabajo impecable, de ritmos sosegados, donde conserva el sonido rugiente, recio de su saxo, en este caso aderezado con un plus romántico por aquello de "La France". El resultado es un álbum compacto, bien elaborado, con unos temas muy bien elegidos, maestramente ejecutados y con unos arreglos y una grabación excepcional. El disco se graba en "The Studio" en NYC, el 11 y 12 de Junio de 2001, aunque no se publica hasta 2006, se graba para la Venus Récords que es una compañía japonesa que está especializada en grabaciones selectas y por la grabación y producción impecables que saca al mercado, siendo difícil y raro encontrar estos discos en Occidente.
Los créditos están formados por Archie Shepp con el saxo tenor, Harold Mabem quien le da un estupendo juego al grupo con el piano, también encontramos el poderoso y potente bajo de George Mraz y en la batería está Billy Drummond, Sin duda Shepp se encuentra bien arropado por este Cuarteto que consigue durante todo el disco bajo el liderazgo del saxofonista reinventar viejos temas, insuflar aire fresco sobre estas  viejas canciones y sacarles brillo, buscando un equilibrio melódico hábilmente conseguido entre la melodía troncal del tema y la improvisación grupal, donde como oyente sabes que canción estás escuchando porque pertenecen a la "memoria musical colectiva" aunque a veces suene tan nueva que te despista. Es un disco atípico en la carrera de Archie Shepp y por eso singular e irrepetible.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

Dejo este vídeo con el tema "Sous le ciel de París"


viernes, 7 de septiembre de 2012

Scott Hamilton: My Romance

caratula del disco, a la que por su feo
 diseño Hamilton achacó parte del
 fracaso en ventas del disco
Clásico, tradicional, conservador, ortodoxo, vinculado con la corriente neo tradicionalista, El saxofonista de  Rohde Island Scott Hamilton (1954) en plena década de los setenta fue capaz de hacerse un hueco entre el el rock & roll, el pop y el rock, aferrándose con su saxo tenor a los sonidos antiguos y recios que tanto le influyeron de Coleman Hawkins o Ben Webster, respetando y actualizando en sus grabaciones el sonido de la época dorada del jazz. Desde entonces ha sido uno de los músicos de jazz más prolíficos en cuanto a grabaciones se refiere, "My Romance" es el álbum nº 27 de su carrera, se graba en NYC el 23 de febrero y se publica ese mismo mes de 1995 por Concord. Hamilton ha sido tan consistente e invariable a lo largo de los años, que es difícil describir cualquiera de sus discos como definitivo, sin embargo esta grabación es una de las más consistentes de su carrera.
 "My Romance" cuenta con un total de 10 temas, donde encontramos temas de Oscar Pettiford, Benny Goodman o el propio Hamilton compone "Sugarchile", algunos temas como "Poor Butterfly" fue escrito en 1916, destacan los temas "Just a Gigolo" y el tema que da nombre al disco "My Romance" que se ha convertido en un clásico imprescindible de las baladas.
En cuanto a los créditos la formación está compuesta por Scott Hamilton con el saxo tenor, Joel Helleny con el trombón y que acompaña en un mano a mano a Hamilton en todos los temas excepto en el  4 y 10 y que parece empujar a Hamilton a lucirse y alcanzar su mejor nivel, Norman Simons toca el piano, Dennis Irwin toca el bajo y Chuck Riggs la batería. El quinteto cumple su papel a la perfección realizando unas interpretaciones brillantes, donde cada instrumento hace lo que se espera de él, sin salirse lo más mínimo de la partitura establecida por Hamilton que lidera con autoridad toda la grabación, consiguiendo un aceptable equilibrio entre tradición y modernidad y dando paso al protagonismo del trombón y piano, en ese orden.
Cada vez que escucho a Hamilton me sacude una sensación de orden, de limpieza, de encasillamiento, "cada cosa en su sitio", todo perfectamente programado, estudiado, previsible. Su música es como sus acciones previsible, pero bella y bien interpretada hasta sus últimas consecuencias, un placer escuchar a Hamilton y "My Romance" es un buen botón de muestra.

De 5 > 10, mi valoración es: 7

Cuelgo este vídeo del tema My Romance



domingo, 19 de agosto de 2012

Paquito de Rivera: Blowin

Paquito de Rivera
Lo primero que me cautivó de Blowin cuando lo adquirí en formato vinilo recién salido al mercado, fue su fuerza inusual, sus ritmos trepidantes cargados de aromas exóticos y el sonido del saxo tocando en unos registros inusualmente altos, desgarradores por momentos y que llevaban al instrumento hasta sus límites físicos y que Paquito de Rivera intentaba continuamente violar, y es que le faltaba terreno en el que desenvolverse, como si estuviese enjaulado y necesitara respirar libertad. Blowin fue una bocanada de aire fresco, otra forma de hacer jazz, conceptualmente distinta, innovadora, prometedora y es que aquello sonaba bien, muy bien, rápidamente cogí el vinilo debajo del brazo y me fui a ver a mi amigo Sera del ya legendario Club de Jazz Georgia de mi ciudad, necesitaba su opinión, sentí un verdadero alivio al comprobar que un experto en jazz como él coincidiera con mi opinión.
Mucho tiempo ha pasado desde aquel 1981, son tres décadas y Paquito de Rivera (1948), es si ningún tipo de dudas uno de los mejores saxos altos y clarinetistas que ha dado la música. Blowin fue su primer trabajo como Paquito de Rivera, su primera incursión en el jazz americano y no pudo tener mejor tarjeta de presentación, rápidamente se ganó el respeto de la comunidad de músicos de jazz, aún hoy, "Blowin" sigue siendo un buque insignia dentro de su carrera artística y uno de sus mejores trabajos y también uno de los mejores discos de jazz de todos los tiempos, porque es un disco en estado virgen, sin artificios, hecho a base de muchas ganas, alma y mucho corazón, tanto De Rivera como los músicos de los que se rodeó estaban en estado de gracia y eso dio como resultado lo que debe ser un buen disco de jazz latino, inteligente, innovador, atractivo, ardiente por momentos e irresistible y es que el jazz latino tiene frescura porque se fragua en la calle, en los clubes, como se hacía en las calles de Mahanttan décadas atrás lejos de los estudios. Paquito de Rivera nos demuestra que el jazz no tiene sólo una cara.
Los créditos están formados por Paquito de Rivera en el saxo alto, saxo soprano, flauta, fluhelhorn y percusión, deja claro con autoridad su formación musical que va más allá de las fronteras del jazz, Jorge Dalto piano (1,8), piano Fender 8,3) y teclados (6), realiza dúos con el saxofonista de muy alta calidad, hay otro piano el de Hilton Ruiz (2,4,5 y 7), Eddie Gómez está al bajo acústico en los temas (1,2 y 6) y Rusell Blake toca el bajo Fender en los temas (2,3,4,5 y 7), Ignacio Berroa toca la batería y la percusión (3), Daniel Ponce, toca percusión (1) las congas en (2 y 4) y Bongo (3), Mario Rivera toca la flauta en el tema (3) y Jerry González la percusión también en el (3). Todos tocados por el dedo de Dios.
El álbum tiene ocho temas de los que cinco están compuestos por el cubano, se grabó en los estudios de  CBS de NYC, los temas han sido elegidos para crear una maravillosa variedad musical que van desde clásicos como "On green dolphin street",  hasta el tango convertido en balada romántica de Carlos Gardel "el día que me quieras", entre ambos extremos, maravillas como el tema que abre el disco "Waltz for Moe" o los blues arritmados de Basstronaut". Bossa Nova, bolero, tango se dan cita en Blowin para fundirse con el jazz dentro de una pirotecnia musical que nos ofrece momentos extraordinarios como los interpretados por Eddie Gómez o el pianista Jorge Dalto, el trabajo es un claro ejemplo de lo que debe ser la fusión hecha con una naturalidad y sencillez que pocos sabrían hacer. Es un disco absolutamente imprescindible para los amantes del jazz.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

Te dejo un vídeo con el día que me quieras



martes, 31 de julio de 2012

Cannonball Adderley with Milt Jackson: Things are getting better

Fotografía de la portada por
Charles Stewart
Things are getting better es un All Star Sesión grabado el 28 de octubre de 1958 en NYC para el sello Riverside, la primera edición de vinilo contó con 7 temas, que después en la edición en cd se ampliaron a 9. El propio Cannonball Adderley (1928-1975) compone tres de los temas, el vibrafonista Milt Jackson también aporta un tema "Blues Oriental", los otros temas son de Budd Johnson, Dizzy Gillespie y Cole Porter, la duración total es corta, pero muy íntensa, son 36 formidables minutos, cronológicamente está situado entre "Portrait of Cannonball (1958) y "Cannonball and Coltrane" (1959).
Los créditos son inmejorables, un quinteto de lujo, cada uno maestro en su instrumento y todos dirigidos por Adderley que además toca el saxo alto, Milt Jackson con el vibráfono, sereno, inteligente, calculador y muy conservador, pero con ese aire de Bluesmen que le acompaña en todas sus grabaciones, Winton Kelly al piano, el acompañante favorito de Dinah Washsington, que en esta grabación juega un papel muy activo,  Percy Heath al bajo como siempre con una gran sensibilidad y acostumbrado a llevarle el ritmo a Jackson y Art Blakey en la batería convirtiéndose por méritos propios en el líder de la sección rítmica. El disco aparece bajo el liderazgo de Cannonball Adderley, pero cualquiera de los músicos de este quinteto tiene peso específico para ser líder de la formación.
Julián "Cannonball" Adderley es considerado ante todo un improvisador formidable. Tanto el saxofonista de Tampa como Milt Jackson son líderes natos y por tanto individualistas, los dos también coinciden en estar posicionados en una corriente moderna dentro de lo tradicional, con unas fuertes raíces ancladas en el blues y en el jazz, en ambos casos también  poseen un gran sentido del ritmo como patrón básico lo que juntos les otorga mucho juego. La conjunción no podía ser mejor, una interesante yuxtaposición entre el lado interpretativo y de improvisación de Adderley y entre el lado más cerebral de Milt Jackson, así aunque provenientes de distintos lados de la escena musical los dos músicos son considerados unos extraordinarios intérpretes de Blues y éste es el lazo que une a estos dos mitos musicales en esta memorable grabación.
Es digno escuchar el sonido limpio, nítido, calculado del saxo alto "King super 20 silversonic" acompañado y arropado por ese quinteto de lujo que en esta grabación dieron lo mejor de sí, dejándonos un disco para la historia.

De 5 > 10, mi valoración es: 8


un vídeo con el tema "things are getting better" que da nombre al álbum:



domingo, 29 de julio de 2012

Wes Montgomery: The incredible Jazz Guitar

Portada del disco
The Incredible Jazz Guitar, es un disco que no debe faltar en la colección o en la memoria musical de cualquier buen aficionado al jazz, ya que es un disco que marca un hito dentro de la carrera musical del guitarrista y de la guitarra como instrumento, con este álbum la guitarra obtuvo un lugar destacado en el jazz, Montgomery (1925-1968) fue capaz con su instrumento de generar una dimensión distinta, mística, entrañable, músico e instrumento formaban un todo. "El pulgar de oro"  llamado así por la técnica que empleaba al tocar la guitarra con su pulgar, de manera suave, acogedora; otra técnica distintiva fue el empleo de sus solos basados en octavas, con estas dos técnicas y un entusiasmo único el guitarrista de Indianapolis, supo organizar ritmos, armonías y texturas musicales que siempre suenan a "relajado", independientemente del tempo utilizado.
El álbum se graba en NYC, para el sello Riverside, los días 26 (temas 1,2,4,5, y 6) y 28 ( temas 3,7 y 8) de enero de 1960, el disco lo conforman un total de 8 temas de los que 4 son de composición propia, tiene una duración de 44:04 minutos y cronológicamente se sitúa entre "The Wes Montgomery trío (1959) y "Moving´ Along" (1960) . Con The incredible Jazz Guitar consigue un disco bello, etéreo, acogedor, entrañable, suave, cálido, mágico, uno de los discos más hermosos de guitarra de jazz que tuvo una influencia notable en guitarristas de generaciones posteriores y es que se trata de una grabación insuperable, de las más influyentes, imitadas y recordadas. Logra un equilibrio casi perfecto entre técnica  e inspiración, mostrando al mundo de la música su talento como compositor y su versatilidad e imaginación como músico, además supone su consagración definitiva por varios motivos: porque logra un numero elevado de ventas, por la buena critica que obtuvo, por su reconocimiento como guitarrista y sucesor natural del gran Charlie Christian, a partir de aquí empieza a recibir premios como "músico del año" en Billboard, artista revelación en el Metronome Guitar, etc.
Wes Montgomery con su insustituible guitarra Gibson (L5CES) se convierte en la estrella de la década de los 60¨s, un mito vivo de la guitarra de jazz, con su extraño sonido anómalo causo estragos  y es que supo sacar de su Gibson un sonido suave, dulce, limpio, cálido, acogedor, mágico, preciso, cargado de lirismo que aún hoy, 50 años después conmueve su escucha.
Acompañan a Montgomery Percy Heath (The Modern Jazz Quartet) que está soberbio con su contrabajo, su hermano Albert Heath en la batería y Tommy Flanagan en el piano, quien con su sobria elegancia, resulta la combinación perfecta para el guitarrista, aquí Flanagan nos demuestra su habilidad para deslizarse detrás de Montgomery sin problemas, casi su sola presencia asegura el éxito de la grabación.
El disco se encuentra incluido en el libro "los 100 mejores discos de Jazz" y es muy recomendado para neófitos que quieran introducirse en el mundo del jazz.

De 5 > 10, mi valoración es: 9


Te dejo un vídeo con el tema nº 4 "Four on Six":





sábado, 21 de julio de 2012

Ben Webster & Harry "sweet" Edison: "Ben and Sweets"

El sonido que Webster logra sacar de su saxo es una de las "maravillas" del jazz, un sonido recio, áspero a veces, duro, compacto, con cuerpo y a la vez susurrante, aterciopelado, cálido, sigiloso lo que le  hace acreedor de ser uno de los mejores intérpretes de baladas en el mundo del jazz, si a esto le sumamos la trompeta de Harry "sweet" Edison con sordina, acompasada al saxo, al piano, oscilando ambos sobre la base rítmica y cargando de swing la escena, tenemos como resultado este disco "Ben and Sweets", un álbum redondo, una pieza maestra dentro de la música de jazz. El saxo proveniente de la cuerda de saxos de Duke Ellington y el trompetista proveniente a su vez de la cuerda de trompetas de Count Basie, llevaban tiempo queriendo grabar juntos y estos dos gigantes se juntan en esta sesión de grabación que tiene lugar los días 6 y 7 de junio de 1962 en NYC, grabando seis maravillosos temas para la Columbia Récords con una duración de unos 40 minutos maravillosos, sensuales, de jazz del bueno, cargados de swing, dando cada uno lo mejor de sí.
Webster y Edison están acompañados nada más y nada menos que por Hank Jones al piano y que en esta grabación se convierte en una pieza clave, en el contrabajo está George Duvivier y en la batería Clarence Johnston, en definitiva un quinteto de lujo que forman un equipo perfecto donde la química se percibe en cada nota, logrando gran parte de las cualidades esenciales del jazz. El trompetista de Ohio brilla en las composiciones medias y los blues, mientras que el saxofonista de Kansas consigue seguramente alguna de sus baladas más "románticas". Los dos músicos disponen en la grabación de momentos de gloria, estupendos solos para Webster y alternativas maravillosas de Edison quien ejecuta maravillosamente la sordina consiguiendo ese sonido suave, sedoso que te pone los pelos de punta. A destacar el tema "My Romance" una balada donde ambos sacan de su interior lo mejor que tienen y nos lo ofrecen para nuestro deleite, donde Webster está soberbio y "Kitty" donde Edison suena realmente maravilloso, quizá los dos mejores temas del álbum, aunque el resto son de una excelente factura.
Lo puedes escuchar una y otra vez, que no te cansas, cuando algo es sencillo, elegante y está hecho con el corazón se percibe, se transmite y "Ben and Sweets" es un legado dejado para los amantes del buen jazz.

De 5 > 10, mi valoración es: 10


Te dejo un vídeo de "Ben and Sweets"


lunes, 9 de julio de 2012

Thelonious Monk: Brilliant Corners

Caratula del disco
Brilliant Corners es seguramente la obra maestra de Monk y la más perdurable en el tiempo, uno de los más hermosos y uno de los mejores discos de la historia del jazz. Lo que supuso para Thelonious Monk (1917-1982) fue un reto, una firme reivindicación después de serle retirada por un asunto de drogas la licencia como músico, estuvo más de un lustro sin poder tocar en los clubs de NYC. Brilliant Corners es aire fresco para Monk, así en otoño de 1956 tuvo la oportunidad de grabar un álbum con temas propios y con los mejores músicos disponibles y Monk no perdió esta oportunidad, compuso tres de los cinco temas con los que cuenta el álbum, siendo el tercer disco que graba para Riverside, se hizo en tres sesiones el 9 y 15 de octubre y el 7 de diciembre de 1956, lo produce Orrin Keepnews y cronológicamente se sitúa entre "The unique Thelonious Monk" (1956) y "Thelonious Hinself" (1957), se lanza al mercado en 1957.
La grabación cuenta con cinco temas y tiene una duración cercana a los 43 minutos. El primer corte homónimo es una compleja composición, conocida por su extraña melodía y la duplicidad del tempo, que necesitó más de 25 tomas diferentes para finalmente sólo ser posible gracias a un empalme de dos tomas distintas, un tema audaz que nunca ha perdido su poder para sorprender y seducir décadas después. El otro tema por importancia es "Pannonica", el tercer corte y dedicado a su protectora Nica Rothschild, la baronesa de Koeningswarter, en cuya casa murió cuidado por ella, una década después de retirarse bruscamente de la vida pública. "Pannonica" es un tema que destaca por dos razones, la primera porque Monk toca la celesta un instrumento a medio camino entre el piano y el vibráfono y simultánea piano y celesta y el segundo motivo es porque Sonny Rollins hace una interpretación genial y uno de sus mejores solos de baladas, es como si el saxofonista hubiera poseído e interiorizado la composición de Monk y éste le respondiera cariñosamente metiéndose en su solo.
Los músicos que acompañan a Monk son: Ernie Henry con el saxo alto, Sonny Rollins al saxo tenor, Oscar Pettirford y Paul Chambers en el doble contrabajo, Max Roach en la batería y Clark Terry con la trompeta. Rollins y Monk vertebran el disco y Max Roach une al grupo con su capacidad polirrítmica.
Pocos músicos tienen la originalidad de Monk, uno de los padres del Be Bop, estrafalario, pero con lógico rigor, que le hace dueño de esas melodías truncadas, distorsionadas, de esos patrones que permiten la interrupción repentina del ritmo, esos extraños vericuetos difíciles de entender, esa música que suena con aspereza urbana, que le hace artífice como innovador y aportar al jazz un sonido nuevo, distinto, diferente, supuso un hito musical en su momento. Thelonious Monk personificó la originalidad artística, la indiferencia a las normas y su excentricidad personal para realizar interpretaciones y composiciones cargadas de elegancia y una extraña belleza.

De 5 > 10, mi valoración es: 10

Un video con el tema "Brilliant Corners"