domingo, 19 de abril de 2015

Bill Charlap y Warren Vache: 2theger


Pura poesía, 2theger es un álbum lleno de tranquilidad, sutileza, lirismo, espontaneidad y buenas sensaciones, magia pura, yin yang musical. Dialogo contemplativo entre dos maestros, respetuoso, cálido y equidistante entre la mente y el corazón, aunque en mi opinión, el corazón gana, porque es ahí donde te toca, donde llega con un incesante hormigueo y de ahí a un nuevo nivel de placer auditivo.
El disco es uno de los más bellos registros de las últimas décadas, se trata de una sesión de estudio grabada los días 13 y 14 de diciembre de 2000, aunque no se lanza al mercado hasta el 5 de junio de 2001, once temas, la mayoría estándares, hay dos de Charlap, el resto de autores como Duke Ellington o George Gershwin, en total nueve duetos piano-trompeta, trompeta-piano y dos temas donde Warren Vache (trompeta) y Bill Charlap (piano) se lucen con sus respectivos instrumentos. El dueto es una forma musical difícil, pero estos maestros lo hacen fácil, parecen nacidos para tocar juntos, lo hacen con mucha elegancia coordinando los tiempos en cada momento y sacando espléndidos registros, fliscornio o trompeta con aterciopelada sordina que te sube a otro nivel. Ambos magistrales, una delicia.

Valoración Personal: 9


sábado, 11 de abril de 2015

Count Basie - Joe Williams: Just The Blues


Les unió el Blues como uno de los pilares indiscutibles sobre los que se asienta el jazz, es extraño un músico de jazz que se abstraiga de coquetear en algún momento de su carrera musical con el blues. Fue la mejor época en la trayectoria de Joe Williams, quién desde 1954 hasta 1960 puso voz a la Big Band de Basie, en ese sexenio Williams alcanzó la popularidad, antes y después de su pertenencia a la orquesta del maestro Basie tuvo bastante actividad, pero a otro nivel, fueron sus seis años de oro.
Ambos artistas se beneficiaron suficientemente de esa colaboración y es que con la incorporación del cantante la orquesta de Basie tuvo algo de lo que hasta entonces careció: un cantante de blues, fue la batuta del "Conde" y su sabiduría, la que sincronizó su big band con la voz de Williams produciéndose un rendimiento óptimo, creándose un tándem difícil de superar.
Uno de los álbumes surgidos de esa colaboración fue Just The Blues, ocho magníficos blues, aunque también se cuela por ahí alguna que otra balada, la grabación se realiza el 9 de septiembre de 1960 para el sello Roulette y tiene una duración de 31:43 h., los verdaderos aficionados al jazz tienen problemas para conseguir este disco, ya que tuvo una edición limitada en formato digital y en vinilo es difícil conseguirlo.
Los finos matices de la orquesta de Basie matizaron a veces una sobre-actuación del cantante de Georgia, aún así la química entre el cantante y la banda es impecable, una delicia para todos los amantes del Blues.

Valoración Personal: 7

 

lunes, 6 de abril de 2015

Eterna Lady Day


Hoy Eleanora Fagan, más conocida como Billie Holiday hubiese cumplido un siglo de vida. Después de una desgraciada vida en la que fue humillada, violada con tan sólo 10 años, abandonada por su padre, en sus conciertos no se le permitía hablar con los blancos, se buscó la vida limpiando en un burdel, tuvo serios problemas con las drogas y el alcohol, hasta acabar con sus días con tan sólo 44 años, una vida marcada por la dificultad y la tragedia y que al final le llevó a perder las riendas de su vida, truncando su carrera musical ya muy venida a menos con una voz rota y un prestigio por los suelos.
El lado bueno de su vida y del tiempo que le tocó vivir se lo dio el jazz y el blues, o mejor dicho ella se lo dio al jazz y al blues, sin duda, considerada como una de las mejores cantantes de jazz de todos los tiempos. Lady Day como la bautizó el gran amor de su vida, el gran saxo Lester Young, su apodo, el segundo nombre de una mujer que utilizó la música para sobreponerse a tanta desgracia encadenada. Cuando se subía a un escenario su vida se transformaba, se acercaba al micrófono y se encendía la chispa que Billie Day llevaba dentro, era entonces cuando modulaba su voz, como sólo ella sabía hacerlo, con sensibilidad aterciopelada, transformaba en dulce el lamento y emocionaba a quienes le escuchaban  "Lo que sale es lo que siento. Odio las canciones en línea recta. Tengo que cambiar los tonos y ajustarlos a mi propia forma de entender la música. Esto es todo lo que sé". 
Dejó más de cien grabaciones, tocó con Teddy Wilson, donde conoció a Lester Young, Arti Shaw, Louis Armstrong, Count Basie o Benny Goodman son algunos de los grandes con los que cantó. Es una historia que se repite dentro del jazz, vidas desgraciadas que contrastan con un interior puesto en paz a través de la música, John Coltrane, Art Pepper, Chet Baker, etc. tuvieron biografías muy similares, siempre me impresionó ese contraste entre lo real, el día a día y lo que luego estos artistas eran capaces de transmitir, escuchando a Holiday, su música solo transmite dulzura, sosiego, paz y belleza, curioso.
All Of Me, The Man I Love, Cheek to cheek, I loves you porgy, Sophisticated Lady, Body and Soul, My Man, Strange Fruit... algunos estándares, otros originales, que en voz de Lady Day cobraban otra dimensión cercana al alma, a un interior bonito y visionario.
Voy a recomendar uno de los muchos discos de grandes éxitos que las discográficas tienen publicados sobre lo mejor de Lady Day, si no está digitalizado mejor aún, así saborearás más la esencia de la que fue una de las mejores representantes de este género musical.

Valoración Personal: 10



domingo, 5 de abril de 2015

Brian Lynch: Brian Lynch meets Bill Charlap


Lo que más destaca del disco nada más oírlo, es el feeling, la gran compenetración, una complicidad musical que discurre por toda la grabación, pura quimica y es que, aunque es la primera vez que graban juntos como solistas, ya tienen un gran recorrido con el quinteto de Phil Woods durante la década los los noventa, lo que se nota tema a tema, porque están sueltos, apacibles, cómodos, sin perder por ello, la frescura de un primer encuentro, recreándose en sus instrumentos, en un continuo dialogo trompeta-piano que roza la perfección por su belleza y es que sobre todo es un álbum bello, interpretado con el alma y el corazón, además de técnicamente impecable.
El cuarteto lo componen además de Brian Lynch a la trompeta y el fliscornio, Bill Charlap al piano, Dwayne Burno al bajo y Joe Farnsworth a la batería. Se graba para el sello Sharp Nine Récords el 16 de mayo de 2003, aunque no sale al mercado hasta el 17 de febrero de 2004, cuenta con un total de nueve temas, seis de ellos estándares y tres compuestos por Lynch, todos de espléndida factura.
Piano y trompeta, Charlap y Lynch, son dueños durante toda la grabación de sus instrumentos, impregnando el ambiente con un excelente estado de ánimo, con momentos líricos y reflexivos bien ejecutados, preciosos solos sobre el blanco y negro del teclado de Charlap y no menos bonitos los solos con trompeta, con una delicada y aterciopelada sordina, que de vez en cuando abandona para soplar el fliscornio. Be Bop, Post Bop del siglo XXI.

Valoración Personal: 9