domingo, 27 de abril de 2014

Bob Mintzer "In The Moment"

Caratula del álbum

Si éste disco se hubiera registrado en la década de los cincuenta, habría aparecido bajo el sello Blue Note, hoy en día las cosas funcionan de otra forma. Bob Mintzer con In The Moment consigue alejarse de esa aureola de músico de banda, así nos ofrece un disco más discreto, en forma de cuarteto donde él toca el saxo tenor y el clarinete bajo, además lo acompañan el pianista Phil Markowitz, el bajista Jay Anderson y el batería John Riley, el álbum se graba el 16 de diciembre de 2004, tiene una duración de 49:53 minutos y pertenece al sello Art Of Life Records.
El álbum incluye nueve temas tejidos bajo los patrones del post bop, ocho de ellos firmados por el propio Mintzer y uno por Markowitz. Donde realmente brilla Mintzer es en las baladas "Simple Song" o "Time after time", son un ejemplo de su forma de tocar, sencilla y directa, sin dobleces, como en la mejor tradición del jazz, además en What´s the Word saca de la caja su clarinete bajo para recordarnos que es uno de los grandes del jazz contemporáneo. Perfectamente arropado por el piano, donde Markowitz va y viene constantemente sin jamás interponerse en su camino, como adivinándolo, por su parte la sección rítmica forman un tándem con la habilidad suficiente para saber cuando presionar y cuando retroceder.
In The Moment no ofrece nada especial, no hay solos espectaculares, ni tan siquiera la interacción es especialmente emocionante, se trata, sencillamente de un disco de jazz sólido, sin artificios, casi académico, muy profesional y con un sonido envidiable.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

Simple Song, una maravillosa balada del álbum


lunes, 21 de abril de 2014

Frank Morgan & Machito´s Rhythm Section


Una carrera truncada por las drogas, como tantos y tantos boppers de la época, justo al inicio, cuando algunos de los grandes músicos del momento querían contar con él, Morgan se habitúa al consumo de drogas, heroína, como hacía su idolatrado Charlie Parker, lo que le costó delinquir y treinta años de cárcel que truncaron una carrera y una vida, a su salida comentó: "En ese momento, yo y muchos otros músicos jóvenes cree que si queríamos tocar como Bird tendría que vivir como él" eso, además de la música hace referencia también al alcohol y las drogas duras. Morgan desde la cárcel de San Quintín, no pudo hacer carrera, pero no abandonó la música y se alió con Art Pepper, compañero de fatigas, con quien llegó a reunir grandes orquestas dentro del centro penitenciario. Trágica historia que trató de arreglar a su salida de la cárcel en 1985, donde tuvo la oportunidad de hacer carrera musical con éxito.
El disco Frank Morgan whit Conte Candoli & Machito´s Rhythm Section, se graba en 1955 para el sello Crescendo, en un intento de réplica de la costa oeste a lo que fue denominado Cubop, que no era otra cosa que Be Bop con aire latino que hacía furor en NYC, recordando el célebre disco de Parker con la Machito´s, así reunió a percusionistas de la Machito´s como José Mangual y Ubaldo Nieto a su proyecto. Era su debut como líder, estaba siendo promocionado como el "nuevo Bird", cuando debuta también como preso. El álbum cuenta con cuatro temas con la sección rítmica de Machito´s, el resto de temas lo conforma un septeto compuesto y liderado por Frank Morgan al saxo alto, Wardell Gray al saxo tenor, Wild Bill Davis al piano y al órgano, Conte Candoli en la trompeta, Howard Roberts en la guitarra, Carl Perkins al piano, Leroy Vinnegar al contrabajo y Lawrence Marable a la batería.
Todo el álbum es una gran lección de Be Bop, con protagonismo especial para Morgan y Candoli, que de alguna manera homenajean a sus ídolos Parker y Gillespie. El disco evidencia porque Frank Morgan estaba tan valorado en la época.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

Vídeo con el tema Milt´s Tune (4º corte cara B del vinilo)



domingo, 20 de abril de 2014

Art Farmer & Jim Hall: Big Blues


Por separado Farmer y Hall tienen trayectorias consolidadas y en cierto modo paralelas, incluso parte del camino lo hacen juntos en los sesenta con una misma formación, aquí se vuelven a reunir para grabar para CTI, lo mejor que ambos dieron al mundo del jazz, ambos tuvieron estilos complementarios, en lo lírico, en lo armónico y un mismo tempo, con esa afinidad natural  Big Blues, nació con la mejor proyección posible.
El álbum se graba entre el 2 y el 3 de febrero de 1978, en los afamados estudios Electric Lady Studios (iniciativa de Jimmy Hendrix), cuenta con cuatro temas, siendo el tiempo de grabación de 34:37 h., los créditos son Art Farmer tocando el fliscorno, Jim Hall con la guitarra, Mike Mainieri con el vibráfono, Mike Moore al bajo y Steve Gadd en la batería.
El primer corte es de Benny Golson, Whisper Not crea un ambiente mágico entre los solos del fliscorno y la guitarra, entremedio el vibráfono y la sección rítmica genial al estilo de la pantera rosa de Henry Mancini, el segundo tema es de Thad Jones, A Child is born donde Hall se luce con su solo de guitarra y Farmer utiliza la sordina con gran fuerza expresiva, el contrapunto lo pone Mainieri; el tercer corte Big Blues lo compone el propio Hall y se percibe un jazz más fresco, más Bop, con reminiscencia a Davis, el bajo y la guitarra juegan sin parar durante toda la pieza, por otro lado, el fliscorno de Farmer adquiere textura de trompeta; el último corte es fascinante Pavane for a Dead Princess,  una obra de Maurice Ravel que fuerza al quinteto a convertirse en grupo de cámara con unos arreglos complejos y de mucha inventiva, Farmer interpreta la inquietante melodía con maestría abrazado por la guitarra y vibráfono, bajo y batería sincronizados con precisión Suiza. Destacar durante toda la grabación la sutileza de Steve Gadd  a la batería, es capaz de lograr una musicalidad con cierta melancolía, cosa que con este instrumento es difícil conseguir.
Farmer y Hall logran un magnifico maridaje en este disco, donde reconozco mi debilidad por Jim Hall, ya que interpreta algunos de los mejores solos de su carrera, por su belleza escarpada, con una forma de tocar directa, deliberada y memorable. El quinteto consigue impregnar el espacio musical de sensaciones maravillosamente alegres y conmovedoras.

De 5 > 10, mi valoración es: 9



lunes, 14 de abril de 2014

The Gary Burton Quintet with Eberhard Weber: Ring


En el año 14 del Siglo XXI, el vibráfono puede parecer una rareza musical de otros tiempos, durante el siglo pasado tuvo un papel importante en la formación de los grupos de jazz y algunos de sus intérpretes están hoy en el Olimpo del Jazz. Gary Burton (1943), comienza su andadura por los años sesenta, aún hoy, de vez en vez, nos sorprende con muy buenos trabajos, ejecutando el vibráfono con sutileza y elegancia.
Ring es un álbum que te conquista, porque es meditado, tranquilo y elegante, te llega al instante, porque teje tonos brillantes y luminosos, tonos color pastel, suaves, aterciopelados, a veces, con ritmos irregulares que crean un climax entre vibráfono,  bajo y guitarra que conmueven.
El álbum se graba entre el 23 y 24 de julio de 1974 en los Estudios Bauer de Ludwigsburg, para el sello ECM, que en esa década precisamente nos ofreció sus mejores discos, cuenta con un total de seis temas y una duración que se nos queda corta 37:10 minutos.
El quinteto lo componen Gary Burton con el vibráfono, Mick Goodrick en la guitarra, Pat Metheny en guitarra y guitarra de 12 cuerdas, Steve Swallow al bajo, Bob Moses en la batería y percusión y Eberhard Weber al bajo. Una colaboración clásica entre un gran compositor y artista como weber y un brillante intérprete como Burton, la guitarras de Metheny y Goodrick están sutiles, con punteos complejos y desafiantes que crean una atmósfera que gotea poco a poco en el ambiente musical creando un halo mágico alrededor de cada composición. Destaco el primer corte Mevlevia y el último The Colours Of Chloë, una auténtica maravilla para los sentidos.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

The Colours Of Chloë, para mí el mejor tema del álbum, dejo una versión en vivo, porque no he encontrado la grabación de estudio.



lunes, 7 de abril de 2014

Erroll Garner: Concert By The Sea


Concert by the sea, es de esas grabaciones que hay que escuchar en vinilo y dejar el formato digital aparte, hay que oír esta grabación tal cual, sin mejoras, en este caso digitalizar la obra de Garner es como robar el espíritu, el alma del concierto del pianista de Pittsburgh. La grabación es de mala calidad, los detalles técnicos quedaron aparte, se grabó en una iglesia con un equipo barato y casi por accidente, no estaba prevista su grabación, sin embargo Garner esa noche, era su noche, estaba inspirado y eso dio como resultado una audición única e irrepetible: los sonidos guturales o gruñidos de Garner al piano y las reacciones del público, confieren un toque mágico a la grabación. Garner no solo nos dejó la inspiración de esa noche, además nos dejó el ambiente, la expectación y el goce del auditorio.
Durante el concierto Errol Garner, nos deja el mejor swing posible y con él una de sus mas vendidas y mejores obras, con temas originales y estándares, a los que da un toque único, creando durante toda la sesión una tensión acumulada y una liberación calculada de la misma, fruto de una espontaneidad, intensidad y creatividad desbocada.
El disco se graba en Carmel, el 19 de septiembre de 1955, para la Columbia Récords y cuenta con un total de 11 temas, entre los que no podía faltar un toque latino "Mambo Carmel by the sea", esa noche mágica el trío lo formaban además de Garner liderando al piano, Eddie Calhoun al contrabajo y Denzil Best a la batería.
Lo que nació accidentalmente, se ha convertido en uno de las mejores grabaciones de Erroll Garner, su disco más vendido y una evocación de toda una época, porque detrás de cada nota que sale del blanco y negro del teclado de Garner flota en el aire nombres tan importantes para el jazz, como Art Tatum o Earl Hines.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

En el vídeo: April in París, corte nº 7 del álbum.