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martes, 16 de abril de 2013

Scott Hamilton: Nocturnes and Serenades

Portada del disco
Puritano, conservador, neo-tradicional, lo cierto es que Scott Hamilton (1954) no se dejó arrastrar por la corriente de su época, no siguió la ruta que marcaban las tendencias musicales en el post bop, ni en la fusión, tampoco fue seducido por la electrónica y la exploración de nuevos sonidos.  En este aspecto, hoy con la perspectiva que da el tiempo, podemos afirmar que el saxofonista de Rhode Island fue transversal y lejos de lo que a simple vista pudiera parecer un transgresor.  Hamilton se dedicó a estudiar a los clásicos, a interiorizar los sonidos de sus saxos tenores, a reproducir ecos de Lester Young o de Ben Webster y es que Hamilton no suena como ellos, suena como uno de sus contemporáneos con más talento, capaz de sacar sonidos de terciopelo de su saxo tenor en los que se aprecian conexiones íntimas con sus antecesores, conexiones con connotaciones insospechadas que van más allá de la admiración y que son fruto de un profundo estudio y análisis del jazz más académico.
Scott Hamilton que toca el saxo tenor, se hace acompañar por el pianista John Pearce quien tiene unos tonos de acordes amplios y respuesta espontánea con sutiles modulaciones armónicas alrededor de lo que interpreta el saxo de Hamilton, en el bajo está Dave Green y en la batería Steve Brown, ambos anclan durante toda la grabación un ritmo suave.
Nocturnes and Serenades es su álbum nº 41, se lanza en agosto de 2006, pero suena como si fuera de los años cuarenta, eso sí, en digital, el disco tiene un total de diez temas cuidadosamente seleccionados de baladas y temas medios y una duración de 55: 23 minutos, la grabación se realiza para el sello Condord. Podríamos decir que suena como el resto de su obra, que es fiel e invariable a su estilo, cada álbum suyo ha sido una reafirmación de su sólida formación musical, un estilo consistente del que los oyentes seguimos disfrutando. Nocturnes and Serenades evoca locales llenos de humo y calles oscuras del Nueva York de los cuarenta, con estética de cine negro, de alguna manera es un recuerdo de las actuaciones de tantas noches en clubes nocturnos. Hamilton ha sido muy inteligente y ha elegido canciones que tienen los mismos tonos oscuros  y profundos de los colores de la noche.

De 5 > 10, mi valoración es: 9

Dejo un vídeo con sonido azul y nocturno



viernes, 7 de septiembre de 2012

Scott Hamilton: My Romance

caratula del disco, a la que por su feo
 diseño Hamilton achacó parte del
 fracaso en ventas del disco
Clásico, tradicional, conservador, ortodoxo, vinculado con la corriente neo tradicionalista, El saxofonista de  Rohde Island Scott Hamilton (1954) en plena década de los setenta fue capaz de hacerse un hueco entre el el rock & roll, el pop y el rock, aferrándose con su saxo tenor a los sonidos antiguos y recios que tanto le influyeron de Coleman Hawkins o Ben Webster, respetando y actualizando en sus grabaciones el sonido de la época dorada del jazz. Desde entonces ha sido uno de los músicos de jazz más prolíficos en cuanto a grabaciones se refiere, "My Romance" es el álbum nº 27 de su carrera, se graba en NYC el 23 de febrero y se publica ese mismo mes de 1995 por Concord. Hamilton ha sido tan consistente e invariable a lo largo de los años, que es difícil describir cualquiera de sus discos como definitivo, sin embargo esta grabación es una de las más consistentes de su carrera.
 "My Romance" cuenta con un total de 10 temas, donde encontramos temas de Oscar Pettiford, Benny Goodman o el propio Hamilton compone "Sugarchile", algunos temas como "Poor Butterfly" fue escrito en 1916, destacan los temas "Just a Gigolo" y el tema que da nombre al disco "My Romance" que se ha convertido en un clásico imprescindible de las baladas.
En cuanto a los créditos la formación está compuesta por Scott Hamilton con el saxo tenor, Joel Helleny con el trombón y que acompaña en un mano a mano a Hamilton en todos los temas excepto en el  4 y 10 y que parece empujar a Hamilton a lucirse y alcanzar su mejor nivel, Norman Simons toca el piano, Dennis Irwin toca el bajo y Chuck Riggs la batería. El quinteto cumple su papel a la perfección realizando unas interpretaciones brillantes, donde cada instrumento hace lo que se espera de él, sin salirse lo más mínimo de la partitura establecida por Hamilton que lidera con autoridad toda la grabación, consiguiendo un aceptable equilibrio entre tradición y modernidad y dando paso al protagonismo del trombón y piano, en ese orden.
Cada vez que escucho a Hamilton me sacude una sensación de orden, de limpieza, de encasillamiento, "cada cosa en su sitio", todo perfectamente programado, estudiado, previsible. Su música es como sus acciones previsible, pero bella y bien interpretada hasta sus últimas consecuencias, un placer escuchar a Hamilton y "My Romance" es un buen botón de muestra.

De 5 > 10, mi valoración es: 7

Cuelgo este vídeo del tema My Romance



domingo, 8 de abril de 2012

Scott Hamilton: Jazz Signatures

Caratula del disco
Scott Hamilton (1954) ha tenido una tendencia inversa a otros saxofonistas de su misma generación, por su edad aprende a tocar el saxo durante la época post-Coltrane, Hamilton se afianza más en la línea del Pre-Bop,  mainstrain o del neotradicionalismo, inclinándose por los sonidos más cálidos del saxo como el de Ben Webster o Coleman Hawkins, posicionandose en contra de tendencias como la fusión, en sus antípodas podríamos situar por ejemplo a Wayne Shorter, en definitiva Scott Hamilton no ha sido un innovador y se ha dejado abrazar por la música con la que creció que no es otra que la de las décadas de los 40 y 50, así le gusta sonar más que con brillo propio con el sonido de los demás especialmente esa generación que están todos situados en el Panteón, raramente emerge de esos sonidos. Quizá la mejor definición sería la de saxo conservador y camaleónico.
"Jazz Signatures"  se graba en 2001 para la Concorde récords con el trío del pianista John Bunch ( habitual en sus grabaciones), formado por el mismo Bunch al piano, Dave Green al bajo y en la batería Steve Brown. Es un álbum perfectamente estudiado y diseñado, donde algunos de sus temas nos suenan a todos porque se han grabado decenas de veces y es un homenaje a los músicos que más adora: Dave Brubeck, Fats Waller, Illinois Jacquet, Benny Carter, Don Byas,  Hank Jones...etc., el disco cuenta con un total de 10 temas y tiene una duración de 58 minutos.
Hamilton en "Jazz Signatures" trata de mantener el equilibrio como un funambulista entre el Be bop y dar un toque innovador a su disco, manteniéndose fiel a su estilo de interpretar en tiempos medios y rápidos y dejar caer de vez en cuando alguna balada, también descubre alguna joya olvidada como es el tema de Don Byas "Byas a drink". En definitiva es un disco donde Hamilton insiste en la riqueza de los tonos combinados con el atractivo en las líneas de improvisación, demostrando que es un solista de jazz de primera clase que nunca decepciona y que posee un muy buen gusto en la elección de los temas a interpretar.

De 5 > 10, mi valoración es: 6