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domingo, 23 de febrero de 2014

Phil Woods, Tommy Flanagan & Red Mitchell: Three For All


Formato de trío, sin batería, saxo alto, piano y contrabajo. Tres músicos expertos que se reúnen y en unas sesiones graban Three For All, un disco sencillo, intimista, elegante que desborda maestría por sus surcos. Están cómodos, es un diálogo instrumental tan natural y relajado, un vaivén continuo a tres bandas que te transmiten belleza y más belleza, es como oír hablar a tres sabios que te transmiten todo su conocimiento generosamente y tú recibes desde la primera nota. Phil Woods está en un inmejorable momento y se permite ciertas libertades y coqueteos con sus compañeros de trío, donde Flanagan aporta fluidez a todo el álbum y Mitchell con su potente bajo da cuerpo al conjunto.
El álbum se graba para el sello Enja Horts Weber, la grabación se realiza en 1981, cuenta con un total de seis temas, dos de Woods, tres de Mitchell y uno de Flanagan, la duración total es de 39:59 h. un poco corta la sesión, te quedas con ganas de más, aunque aquí hacemos patente lo de "bueno y breve, dos veces bueno".
Destacar el homenaje que Phil Woods, realiza a Bill Evans, en el corte Goodbye Mr. Evans, quién murió meses antes de estas sesiones, para él, el saxo alto compone una preciosa y conmovedora balada como homenaje póstumo, donde el piano solo le hace una entrada a medida y a continuación hace entrada su saxo para señalar al mundo su admiración por Evans. Un disco bello y elegante muy bien ejecutado y donde Woods aún consigue arañar unos increíbles registros a su saxo alto.

De 5 > 10, mi valoración es: 8



domingo, 24 de febrero de 2013

Clark Terry & Red Mitchell: Jive and Five

Caratula del álbum
Hay que ser muy valiente para sacar a dúo esta grabación, tan sólo el talento, el ingenio, la profesionalidad y el buen hacer de Clark Terry (1920) y Red Mitchell (1927-1992) son capaces de dar vida a un proyecto musical ante el que se presentan desnudos, sólo trompeta y contrabajo y además conseguir que tenga ritmo, cuerpo, vida, originalidad y suene a música celestial, eso es Jive and Five, un exquisito álbum por lo cuidadoso de la selección musical que se interpreta, por la perfecta ejecución a dúo de los músicos y por lo singular del proyecto. En efecto, Jive and Five consigue conmoverte con el swing-bop de Terry y Mitchell y que se traduce en unos solos de trompeta con sordina que brillan e hipnotizan por sí mismos, sin más aderezo que un poderoso y potente contrabajo del que Mitchell saca todos los registros posibles. Además el disco guarda sorpresas interesantes como Mitchell cantando o tocando el piano y Terry tocando además de la trompeta el fliscorno, instrumento en el que se especializó en la década de los cincuenta.
Jive and Five se graba en Estocolmo el 7 de julio de 1988 para el sello Enja, aunque no se publica hasta 1990, cuenta con un total de 11 temas con una duración aproximada de 57 minutos, la mayoría estándares de Count Basie, Harry "sweet" Edison, Duke Ellington o Lester Young, sólo un tema está compuesto por Red Mitchell  el corte nº 9 Big "N" the bear, el resto temas conocidos por todos los amantes del Jazz como el que da nombre al álbum o el afamado Sophisticated Lady de Ellington.
De principio a fin suena interesante, insólito, culto, bonito, apasionante y digno de elogio, pocas veces un dueto ha logrado sincronizar todas las piezas para sonar tan bien y sobre todo, para no echar en falta a otros instrumentos, ellos solos se sobran y bastan con Jive and Five.

De 5 > 10 mi valoración es: 8

Te dejo un vídeo con el tema Sohphisticated Lady de un concierto un año antes de la grabación



sábado, 24 de noviembre de 2012

Art Farmer: A Sleeping Bee

Trompetista y Fliscornista
Sin artificios, lejos de la pirotecnia escandalosa y deslumbrante, sin hacer aspavientos, como queriendo susurrar para no hacer demasiado ruido, Art Farmer (1928-1999) nos deja un álbum de unos registros relajados, suaves, de tonos medios, agradables y de una escucha muy reconfortante y es que el trompetista de Iowa hace una perfecta simbiosis con el bajista Red Mitchell, son el alma de este disco en el que constantemente mantienen un continuo feedback, un balanceo continuado de solos de uno y otro que vertebran esta composición musical de principio a fin, es todo un espectáculo ver ese diálogo constante de estos dos grandes veteranos y amigos, el feeling entre ellos se percibe a cada nota. Art Farmer lidera este sexteto con inteligencia y clase, dándonos una lección de sencillez con sus dos instrumentos la trompeta y el Flugelhorn o Fliscorno al que saca unos maravillosos registros, toques muy especiales de una suavidad cautivadora, Jan Schaffer toca la guitarra de manera sosegada y plácida a tono con el resto de la formación, Göran Strandbert el piano, sin destacar, pero cumpliendo a la perfección su papel, Red Mitchell toca el bajo y está sencillamente brillante, Sabu Martinez se encarga de la percusión y da un aire especial a algunos cortes y Tony Inzalaco y Island Ostlund tocan la batería, todos excepto Farmer y Mitchell (y el latino Sabu Martinez) son escandinavos, un grupo atípico de apoyo que desempeña bien su trabajo.
El disco se graba en Suecia en 1974 en los Estudios Europa Film para el sello británico Sonet Récords y se edita por Discophon, lo produce el mismo Farmer y cuenta con un total de seis temas del que el propio fliscornista compone uno de ellos A Bitty Ditty. El disco comienza con una balada It Might As Well Be Spring y a medida que el disco se va adentrando en otros cortes se añaden elementos como la percusión de Sabu Martinez y la alineación de guitarra, piano y las dos baterías, el tema homónimo del álbum A Sleeping Bee (Harold Arlen) comienza con una maravillosa entrada de Mitchell a la que da una bella respuesta el fliscornista y es donde más se percibe ese entendimiento Farmer-Mitchell, siempre en un tono agradable, el tono que Art Farmer quiso imprimir a esta grabación, un disco sencillo, humilde, lírico, intimista y desprovisto de artificios y pompa y es que a veces las cosas más sencillas son a la vez, las más hermosas.

De 5 > 10, mi valoración es: 7

Te dejo un vídeo con el tema más trepidante del álbum Green Witch


domingo, 20 de noviembre de 2011

Itzhak Perlman – André Previn: A different kind of blues



Clickea este enlace para escuchar este maravilloso violín http://www.youtube.com/watch?v=MllzjFYzc0o y piano.
Nuestros dos protagonistas de hoy tienen una historia más relacionada con la música clásica que con el jazz, de hecho sus coqueteos con el jazz son escasos pero muy buenos. Itzhak Perlman (1945) nacido en Tel Aviv de nacionalidad Estadounidense, es uno de los mejores violinistas del Siglo XX. De pequeño contrae poliomielitis, motivo por el que ofrece sus conciertos sentado. Regularmente, las grabaciones de Perlman aparecen en las listas de Best-Sellers, lo que le han valido ganar 15 premios Grammy. Además ha realizado grabaciones conjuntas con otros compositores e intérpretes famosos como John Williams, Daniel Barenboim, Jacqueline Du Pré, y los directores Zubin MehtaSeiji Ozawa y el Cuarteto de Cuerdas Juilliard . Durante gran parte de su vida ha luchado contra la discriminación de personas con problemas de integración social y sus derechos. Ha tocado con las más prestigiosas orquestas del mundo. Por otro lado André Previn (1929) nacido en Berlín y obligado a huir  a USA durante la II guerra mundial huyendo de los nazis. sus primeros pinitos dentro de la música fueron dentro del jazz como pianista, aunque sufre una deriva que le lleva a culminar su carrera como pianista clásico, ha dirigido la Orquesta Sinfónica de Londres, La Orquesta Sinfónica de Houston, La Orquesta Filarmónica de Oslo.  Su primera ópera fue «Un tranvía llamado deseo»,  basado en la obra de teatro de Tennessee Williams y estrenada en la Ópera de San Francisco en 1998. En 2009 estrenó en Chicago su segunda ópera Brief encounter basándose el la película homónima de David Lean. Entre el resto de sus obras destaca un Concierto para violonchelo, un Concierto para piano dedicado a Vladimir Ashkenazy, un concierto para guitarra, ciclos de canciones dedicados a grandes intérpretes como Janet BakerKathleen BattleBarbara BonneyAnthony Dean Griffey



Estamos ante dos virtuosos, uno del violín (ItzHak Perlman) y el otro del piano (André Previn), ambos provenientes de la música clásica que deciden unirse y grabar un disco, la idea surge del violinista que le pide a André Previn que componga un disco de jazz para poder interpretarlos juntos, Previn sorprendido le pregunta a Perlman que si le gusta el jazz a lo que éste responde  que “admiraba el sentido de la libertad inherente a esta forma de música”  Previn se lo piensa dos veces, antes de decidirse, porque aunque sus inicios fueron dentro del jazz, hacía mucho tiempo que ni componía ni interpretaba, así que primero y para reforzar su confianza se pone en contacto con sus viejos amigos Shelly Manne (batería), Jim Hall (guitarra) y Red Mitchell (bajo) y manos a la obra compone los 8 temas que conforman “un estilo diferente de blues”, grabado para la EMI en 1980,  en la sala Heinz en sólo tres sesiones de grabación.
El disco es una joya, el virtuosismo, la exquisitez, la delicadeza, la técnica de Perlman está presente en toda la grabación a la que se entregó con toda su alma, por su parte, André Previn, compone todo el disco y su piano está discretamente presente, sin demasiado protagonismo por todos los temas del álbum, los otros tres músicos son provenientes del jazz, viejos y astutos maestros que ponen el swing necesario para que la obra no escore hacía el lado clásico, a destacar el sonido templado de la guitarra de Jim Hall, creo que la elección del guitarrista fue muy acertada, no veo a otro en este papel. “A different kind of blues” es eso, un estilo diferente de blues. La grabación es buenísima, era de las primeras veces que se empezaba a grabar en digital y se nota. Un toque clásico dentro del jazz, casi siempre ha sido al revés, han sido músicos de jazz los que han realizado incursiones dentro de la música clásica interpretando a distintos autores, en esta ocasión son los clásicos los que merodean y con buen tino dentro del mundo del jazz, es sin duda una gran iniciativa que dio como resultado este espectacular disco que no debe faltar en tu memoria musical y a ser posible en tu biblioteca musical.
De 5>10 mi valoración es:  9

Red Rodney: Yard´s Pad


Caratula del álbum


De nombre Robert Chudnick, nacido en Philadelphia (1927-1994), trompetista blanco en una época en que los negros eran los reyes de este instrumento. Primer trompetista blanco que Charlie Parker contrató en 1949, tras la fuga de Miles Davis,  fue un estilista magnífico y un improvisador inteligente y siempre inspirado. El jazz se olvidó injustamente de él durante dos décadas debido a problemas con las drogas,  pero cuando regresó a mediados de los 70, los que le escucharon reconocieron que seguía siendo uno de los grandes del be bop de la historia. Seguidor entusiasta de Dizzy Gillespie y de Charlie Parker, fue uno de los músicos de la película que dirigió Clint Eastwood “Bird” y que dedicó a Charlie Parker. Albino Red, así tuvo que apodarlo Parker para evitar los problemas raciales de los Estados del Sur que no veían con buenos ojos un blanco en una orquesta de negros.Yard´s Pad es un álbum que gira en torno al saxofonista Charlie Parker y que está inspirado en la composición “Yardbird Suite”, interpretado con alegres tonos medios, el disco que es puro Be bop se mueve a lo largo de un flexible, constructivo e insuperable swing, con intricandos dialogos bop entre los intrumentos. Son un total de siete temas los que componen este álbum y Rodney se hace acompañar por Arne Domnerus en el saxo alto, Bengt Hallberg al piano, Red Mitchell en un flexible e insinuoso contrabajo y Ed Thigpen en la batería. El disco fue grabado entre el 4 y 5 de marzo de 1976 en los Estudios Stockholm de la capital sueca. Fue el regreso de Red Rodney a la escena musical después de largos años de problemas con las drogas que le condujeron incluso a la cárcel, un retorno que se materializa en Europa y que se centra en Dinamarca y Suecia donde tuvo una gran acogida por parte del público. En “Yard´s Pad” encontramos a un Red Rodney brillante, recuperado, como en sus mejores tiempos, dándonos una lección de Be Bop y dejando la grabación de este disco para la historia.  De 5>10 mi valoración es: 5





Red Rodney y su trompeta