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sábado, 23 de agosto de 2014

Bill Evans Trío: Sunday at The Village Vanguard


Una de las mejores grabaciones en directo de la historia del jazz. Grabación en vivo el 25 de junio de 1961, en cinco sesiones, dos de mañana y tres de tarde. El mejor trío que tuvo Evans: Scott LaFaro al bajo y Paul Motian en la batería, LaFaro muere diez días después de estas grabaciones, lo que reviste las mismas de un halo especial, ya que la empatía demostrada por Evans y LaFaro ha sido de las mejores simbiosis que se han dado nunca en jazz, LaFaro cimentó en este disco su gran prestigio como un grande del jazz, manteniendo un diálogo continuo de tú a tú con el teclado de Evans, sin destrozar el resultado final, una interacción increíble, casi telepática. Todo ello, puede parecer que relega a un tercer plano la actuación de Paul Motian, nada más lejos de la realidad, el batería toca exquisito, elegante, refinado y sobrio, fue el perfecto apoyo y complemento para el trío. De todos modos, es inevitable que el álbum haya pasado a la historia en gran medida, como un homenaje a la contribución de LaFaro, sin embargo la idea original de Evans fue la de crear una idea revolucionaria e insólita para la época, como era la interacción total de los tres miembros del trío. Hasta entonces el solista lucía sus habilidades con un acompañamiento rítmico, lo que es cosa bien distinta.
Belleza, sensibilidad, armonía, elegancia, es el contenido de estas grabaciones legendarias en directo y que todo el mundo debería conocer. Casi que aún se puede oler el humo que flotaba en el ambiente.

Valoración personal: 10



sábado, 12 de julio de 2014

Charlie Haden & Pat Metheny: Beyond The Missouri Sky


No soy amigo de escribir un post por la ida de un músico, más bien oigo su música, hoy ha fallecido el gran bajista Charlie Haden, D.E.P. Haden me ha acompañado musicalmente durante las últimas décadas, desde el Free Jazz de Ornette Coleman hasta las tranquilas y sosegadas composiciones de sus últimos años, en ambos lados de ese péndulo me encuentro cómodo. En estos momentos de tristeza he ido a mi biblioteca musical y he elegido el disco maravilloso que grabó con su paisano Pat Metheny "Beyond The Missouri Sky", grabado en 1996 y lanzado al mercado el 25 de febrero de 1997 para la Verve Récords, cuenta con un total de 13 temas, 3 de Haden, 1 de su hijo Josh, y 2 de Metheny, algún otro tema con aire cinematográfico de Henry Mancini o Ennio Morricone, en total 69:11 minutos maravillosos.
Es sin duda, un sublime dueto, que trasciende el género, ambos compartiendo el linaje de Missouri, como argumento temático, entre ambos maestros forjan un estilo lírico, íntimo, acústico, centrándose en la pureza del tono y la armonía. Metheny hace predominar las guitarras clásicas y Haden moviéndose con toda facilidad por los registros altos de su instrumento, ambos dando un ejemplo de coherencia emocional y musical, en un dialogo generacional bello, una sólida comunicación musical que transciende sus respectivos caminos profesionales, profundizando en los ámbitos de la calma, la tranquilidad, a través del minimalismo, una compartida visión musical de los orígenes y del alma, desarrollan una complicidad tierna, delicada en un discurso musical simple: Guitarra y Contrabajo.
Beyond The Missouri Sky, es un disco bello y emotivo, para momentos especiales, si tuviera que definirlo con una imagen sería la de unas hojas flotando por la lenta corriente de un bello arroyo. Gracias Haden.

Valoración personal: 8






domingo, 24 de febrero de 2013

Clark Terry & Red Mitchell: Jive and Five

Caratula del álbum
Hay que ser muy valiente para sacar a dúo esta grabación, tan sólo el talento, el ingenio, la profesionalidad y el buen hacer de Clark Terry (1920) y Red Mitchell (1927-1992) son capaces de dar vida a un proyecto musical ante el que se presentan desnudos, sólo trompeta y contrabajo y además conseguir que tenga ritmo, cuerpo, vida, originalidad y suene a música celestial, eso es Jive and Five, un exquisito álbum por lo cuidadoso de la selección musical que se interpreta, por la perfecta ejecución a dúo de los músicos y por lo singular del proyecto. En efecto, Jive and Five consigue conmoverte con el swing-bop de Terry y Mitchell y que se traduce en unos solos de trompeta con sordina que brillan e hipnotizan por sí mismos, sin más aderezo que un poderoso y potente contrabajo del que Mitchell saca todos los registros posibles. Además el disco guarda sorpresas interesantes como Mitchell cantando o tocando el piano y Terry tocando además de la trompeta el fliscorno, instrumento en el que se especializó en la década de los cincuenta.
Jive and Five se graba en Estocolmo el 7 de julio de 1988 para el sello Enja, aunque no se publica hasta 1990, cuenta con un total de 11 temas con una duración aproximada de 57 minutos, la mayoría estándares de Count Basie, Harry "sweet" Edison, Duke Ellington o Lester Young, sólo un tema está compuesto por Red Mitchell  el corte nº 9 Big "N" the bear, el resto temas conocidos por todos los amantes del Jazz como el que da nombre al álbum o el afamado Sophisticated Lady de Ellington.
De principio a fin suena interesante, insólito, culto, bonito, apasionante y digno de elogio, pocas veces un dueto ha logrado sincronizar todas las piezas para sonar tan bien y sobre todo, para no echar en falta a otros instrumentos, ellos solos se sobran y bastan con Jive and Five.

De 5 > 10 mi valoración es: 8

Te dejo un vídeo con el tema Sohphisticated Lady de un concierto un año antes de la grabación



sábado, 27 de octubre de 2012

Ray Brown Trío: "Ray Brown, Monty Alexander & Russell Malone

Caratula del álbum sobreimpresionada sobre una foto en
blanco y negro de Ray Brown
Un robusto bajo, un alegre piano y una dulce guitarra conforman el trío de Ray Brown, sin batería, lo que proporciona un sonido más tranquilo e íntimo. Ray Brown (1926-2002) bajista y gran maestro, inicia su andadura en NYC de la mano de Dizzy Gillespie, Charlie Parker y Bud Powell. Durante años estuvo casado con Ella Fitzgerald con la que seguiría grabando después de su divorcio. Con Oscar Peterson estuvo más de quince años. Fue uno de los líderes bajistas durante más de cinco décadas. La grabación de este álbum supone un digno final a una larga carrera musical y una prueba final, por si acaso se necesitaba, del liderazgo de Brown entre los bajistas. El músico de Pittsburgh, murió plácidamente en su camerino el 02 de julio de 2002 en Indianapolis, mientras esperaba el inicio del concierto donde estaban presentando esta grabación, estuvo hasta el final ejerciendo como músico, murió con las botas puestas.
Ray Brown compartió grabación con el pianista Monty Alexander con quien había compartido trabajos desde la década de los setenta y con el guitarrista Russell Malone que era un recién llegado a su formación, los tres por separados, son buenos ejemplos en la ejecución en trío de jazz.
El disco se graba para Telarc Jazz, siendo su décimo octava grabación para este sello y la quinta de su famosa serie Best Friends, es producido por Ray Brown y Elani Martoni,  lo conforman once temas, compuestos entre otros por John Lewis, B.Howart o Dexter Gordon, es decir, desempolva algunos estándares, también el guitarrista Malone compone el corte nº 9 Don´t Go y el mismo Ray Brown compone dos de ellos del que destaco Blues for Junior. Destacar el sonido excepcional en el que se utilizó un Neumann-KU-100 como micrófono global y tres micros individuales para cada instrumento, dando un resultado optimo y uniforme.
El trío suena coherente, centrándose en la tradición Cole-Peterson de sutileza armónica y unidad rítmica, donde predomina un excelente gusto y una combinación musical cálida y cercana, donde Brown nos muestra su impecable técnica y robustez, Monty Alexander coquetea constantemente con las teclas del piano y Malone nos ofrece unos fraseos de guitarra muy intimistas, conformando entre los tres momentos realmente sublimes.
Fue el último regalo que no dejó Brown, donde nos muestra los talentos individuales y colectivos de los tres jazzmen. Consigue que cada pista del disco sea una joya atemporal en la que tienes la respiración contenida en su escucha.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

Te dejo un vídeo con el tema Fly me to the moon


sábado, 18 de febrero de 2012

Oscar Pettiford: Blue Brothers

Portada del gran contrabajista
Siempre la Cenicienta, el hermano pobre, el patito feo de los instrumentos de jazz ha sido el contrabajo, durante muchos años considerado un instrumento secundario, ingrato cuya única misión era el apoyo y sostén rítmico del grupo u orquesta, casi un sonido de relleno, incluso considerado en el escalafón por debajo de la batería, difícil de transportar por su gran volumen y frágilidad. Muchos han sido los músicos en darle lustre, brillo y fulgor al pesado y triste contrabajo: Jimmy Blanton, Ray Brown o Percy Heath quienes se encargaron de darle movilidad de hacerlo ágil y crear una capacidad expresiva para el instrumento digna de igualarlo a otros. Oscar Pettiford (1922-1960) recoge el testigo de sus antecesores y durante toda su carrera musical dignificó y elevó el contrabajo a categoría de instrumento "rey".
"Blues Brothers" corresponde a la época en que Pettiford ancló su residencia en Coppenhage, como hicieron tantos y tantos músicos, gran contribución de los países escandinavos al jazz. El disco se fragua con los mejores músicos escandinavos del momento y que frecuentemente tocaron con Oscar Pettiford en el afamado "Montmatre", concretamente se graba entre distintas sesiones de 1959 y 1960 para la Black Lion Récords. Oscar Pettiford toca el contrabajo, Allan Botschinsky la trompeta, Erik Norstrom el saxo tenor, Louis Hjulmand el vibráfono, Jan Johansson el piano y Jorn Elniff con la batería conforman el sexteto que realizó esta grabación repleta de buen swing, un excelente sonido, un equilibrado reparto de intervenciones y un protagonista: el contrabajo que se iguala en protagonismo al resto de instrumentos. El disco lo conforman un total de 8 temas de los que 4 son de Pettiford, con una duración aproximada de 40 minutos.
Fue el debut danés de Oscar Pettiford que además corresponde con una etapa muy creativa en su carrera que coincide con su estancia en Europa. Jazz del de antes, con sabor genuino, auténtico, emociona escuchar uno de los últimos testimonios que nos dejó el talento de Oscar Pettiford.

De 5 > 10 mi valoración es: 6

domingo, 22 de enero de 2012

Charlie Haden & Michael Brecker: "American Dream"

Portada del disco
http://www.youtube.com/watch?v=yTI9oRXlvoY Clickea este enlace y saborea este aperitivo.

Disco grabado para la discográfica Verve en 2002. Charlie Haden como director y líder con el contrabajo, Michael Brecker soplando con fuerza contenida el saxo alto, Brad Mehldau con su elegancia y virtuosismo en el piano y Brian Blade con un elegante trabajo en la batería.  Haden y Brecker ambos consiguen con las teclas de Mehldau de fondo momentos de gran emotividad, de alta sensibilidad, con bellos rasgos líricos, con estilo, consiguiendo sonidos apasionados, armonizados, sonidos únicos que enriquecen el alma, virtuosismo que no es otra cosa que pura sensibilidad, los primeros segundos de escucha son suficientes para tomar el pulso a este gran álbum para empaparte de su introspección, de su calidez. En definitiva conversaciones musicales extraordinarias entre bajo, saxo y piano todo ello arropado por las baquetas del batería, como digo diálogos íntimos, precisos, con exquisitez que convierten el disco en una joya.
Acompañando al cuarteto hay una orquesta de 34 instrumentos de cuerda "La String Orchestra de Los Angeles" quien de forma discreta y lejana establece diálogos con el cuarteto pero a lo lejos en el horizonte, sin alterar la esencia del mismo, más bien produciendo un feedback de ida y vuelta que enriquece el conjunto, estando latente durante todo el conjunto como una súplica de la orquesta de cuerda por tener más protagonismo, cosa que consiguen en algunos fragmentos de la obra.
El disco lo componen un total de 12 temas entre los que se interpretan algunos de Keith Jarret o Pat Metheny, la mayoría de las canciones tienen aire experimental como la de Ornette Coleman "Bird food" aportando un poco de neo bop al conjunto y en la sentimental y popular sobre todo por las películas "America the beautiful" donde el peso lo lleva Haden con su contrabajo reforzado por la orquesta de cuerdas.
Un disco intimista, lírico, bello, con unos impresionantes arreglos y una grabación muy equilibrada, donde todos los músicos se dejan embaucar por la magia de Charlie Haden y que tiene como resultado final una auténtica obra de arte, cuanto más lo escuchas más te llena.

De 5 > 10 mi valoración es: 8

domingo, 20 de noviembre de 2011

Charlie Haden: Sophisticated Ladies


Sophisticated Ladies es uno de los útimos trabajos del bajista Charlie Haden, nacido en 1937, es sin duda, un clásico dentro del panorama jazzístico, sus primeras intenciones fueron ser cantante, pero una enfermedad le estropeó las cuerdas bucales, decidiéndose entonces por cogerle prestado el contrabajo a su hermano, llegando a ser uno de los que más técnica tienen con este instrumento, que ya de por sí, no luce mucho y hay que ser muy bueno para hacerse notar. Haden se dio a conocer interpretando free jazz con el saxofonista Ornette Coleman, más tarde tocó con el pianista Keith Jarret y ha grabado discos con todos sus contemporáneos, algunos de esos discos muy especiales como el que grabó con Pat Metheny, guitarra y contrabajo ¿te imaginas?, un gran trabajo.
El disco cuenta con un total de doce temas, muy cuidadosamente elegidos, se hace acompañar en el saxo  tenor por Ernie Watts, en el piano Alan Broadbent y Rodney Green en la batería, en total nos ofrecen 60:00 minutos de un vintage musical de muy alto nivel, a todo ello añadir la inclusión de cuerdas a través de violonchellos, violines y violas, lo que da un toque refinado al conjunto, pero que por otro lado acapara gran numero de detractores.
Con Sophisticated Ladies Haden culmina una carrera de manera brillante, sacando del baúl algunas de las canciones más bellas de las últimas décadas del jazz con temas como el que da título al álbum, compuesto por Duke Ellington, se hace acompañar de vocalistas como Norah Jones, Diana Krall, Melody Gardot,  Cassandra Wilson o la soprano Renée Fleming, todas ellas realizan interpretaciones magistrales. El álbum suena como si algunos de los mejores jazzmen y jazzladies de todos los tiempos hubiesen regresado a nuestro tiempo, creando un ambiente clásico de hace décadas, un ambiente mágico, a la vez que totalmente actual, la primera vez que lo oí pensé que era como si Billie Holiday hubiese grabado un disco en el siglo XXI , si lo tuviera que definir,  lo haría diciendo que es un disco de libro, de jazz totalmente académico, que te cautiva desde la primera nota, donde Haden sabe lo que se trae entre manos.

Valoración personal: 9

Charles Mingus: Three or four shades of blues






Carátula del álbum de Mingus
En este enlace escucharás goodbye, porkpie hat de 7 minutos, segundo tema del disco de Mingus http://www.youtube.com/watch?v=TU_RxWXijz0&feature=related hermoso homenaje a Lester Young.
Me traen motivos personales para hablar de este disco que quizá no sea el más representativo de la carrera musical de Charles Mingus, pero que fue, por un motivo de edad, de los primeros que escuché del gran contrabajista y que debo decir me cautivó la fuerza de su interpretación. El disco fue grabado para el sello Atlantic en marzo de 1977 en NYC, es decir, ya al final de la carrera de Mingus, fue entre finales de los 50 y principios de los 60 donde graba el grueso más importante de su obra. Tres o cuatro momentos de blues es una buena obra para adentrarse en el mundo de Mingus  que bebió del be bop y que se doctoró en hard bop, influenciado por clásicos como Duke Ellington, Lionel Hampton, Charlie Parker, Lester Young, Louis Armstrong,  etc. Olimpo de los músicos del que el propio Mingus   forma parte por derecho propio. Three or four shades of blues es un disco de influencias setenteras sobre el blues gestionadas muy dignamente por Mingus y que por encima de todo supo imponer su sello personal.
El disco está plagado de buenos músicos:
Solo por oír juntos a este plantel de músicos, todos referencias indiscutibles en estilos e instrumentos, Coleman al saxo, Coryell, Phil Catherine y Scofield en guitarras, como digo pocas veces se juntan tantos buenos músicos, algunos de ellos consolidados con anterioridad y otros con posterioridad a la grabación del disco. No quisiera acabar este comentario sin aludir a otra faceta del autor y es que era un activista en la sociedad racista que le tocó vivir, de hecho estaba estudiando violoncelo cuando le comentan que es un instrumento de blancos, motivo éste que hace que se incline a tocar el contrabajo, también toca ocasionalmente y es anécdotico, el piano.
De 5>10 mi valoración es: 8

Chick Corea: Three Quartets


Una muestra del sonido del Three Quartets clickeando este enlace http://www.youtube.com/watch?v=cxpQz3gcyYo
En este disco le sale a Chick Corea su lado más jazzístico y clásico a la vez, la idea era realizar un disco de Cuartetos y adaptarlos al jazz, así sustituye el cuarteto clásico formado por violón, violonchelo, viola y contrabajo,  por un cuarteto igualmente clásico, pero dentro del ámbito del jazz:  piano, contrabajo, batería y saxo, cambia los intrumentos barrocos, románticos, clásicos  por instrumentos de jazz. Es un proyecto personal de Chick Corea donde él asume todo el protagonismo tanto en la composición como en la interpretación, es precisamente su piano el que más claramente evidencia el diálogo entre el jazz y la música clásica. La obra se puede catalogar como Post-bop o Jazz progresivo, fue grabada para la WB y se hace acompañar nada más y nada menos que por: Chick Corea: piano, arreglos, batería, teclados, producción, notas, productor ejecutivo, Michael Brecker: saxo tenor, Steve Gadd: batería y Eddie Gomez: contrabajo.  Músicos favoritos de Chick Corea, donde todos tienen un papel estelar, la elegancia de Eddie Gómez con el contrabajo, la fuerza inimitable de Steve Gadd con la batería y un Michael Brecker que se luce con el saxo y Chick Corea que en esta època se encuentra en su momento más creativo y que es un lujo escucharlo con el piano, entre los cuatro reunidos crean una poderosa energía musical que está presente durante toda la grabación.
Grabado en los Estudios de Mad Hatter, Los Angeles, California en enero y febrero de 1981,  es una de las obras con mayúsculas del autor quien compone los tres cuartetos, a su vez, el cuarteto nº 2 está dividido en dos partes una dedicada al gran Duke Ellington (quien también tenía formación clásica e hizo acercamientos al mundo clásico pero revestidos de swing) y la otra parte en homenaje al gran saxofonista John Coltrane a quien parafrasea con el piano, cosa nada fácil. En Three Quartets podemos escuchar al mejor Corea, al más creativo, el resto de componentes, sin duda, esta grabación queda entre sus mejores interpretaciones. El disco es muy bueno, del mejor jazz que se puede escuchar.
De 5>10 mi valoración es: 8

El cuarteto musical de Three Quartets