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lunes, 10 de abril de 2023

Andrew Hill JUDGMENT!

 

"Judgment" es un disco icónico del pianista de jazz Andrew Hill, lanzado en 1964 por el sello Blue Note, se considera una de las grabaciones más importantes de Hill, y es conocido por su sonido único y experimental.

El álbum cuenta con seis pistas originales, todas escritas por Hill. La banda que acompaña al pianista en este álbum está compuesta por Richard Davis en el bajo, Roy Haynes en la batería, Bobby Hutcherson en el vibráfono y Joe Henderson en el saxo tenor.

Las pistas de "Judgment" son:

1.     "Judgment"

2.     "Siete Ocho"

3.     "Fleeting Moment"

4.     "Dance of the Psycho-Droids"

5.     "Not So"

6.     "Refuge"

los temas de este álbum se caracterizan por su complejidad y por su improvisación libre, que a menudo se desvía de lo habitual del jazz convencional. Hill utiliza una amplia gama de técnicas pianísticas en este álbum, desde ritmos complejos hasta acordes disonantes y ritmos irregulares.

"Judgment" es considerado un álbum esencial del jazz experimental de los años 60, y es admirado por músicos y aficionados por igual. El álbum ha sido relanzado varias veces en diferentes formatos, incluyendo CD y streaming en línea, y sigue siendo una influencia importante en el jazz contemporáneo.

es de esos discos que en cada escucha aprecias matices nuevos que no dejan de sorprenderte gratamente.



domingo, 18 de octubre de 2015

Keith Jarrett: Fort Yawuh


Te imaginas un concierto de jazz liderado por un pianista donde el piano no sea lo más importante, esto es lo que sucede en Fort Yawuh, álbum grabado en directo en 1973 en el Village Vanguard. En el tema de apertura del disco, Jarrett se retira a mitad de la canción en un acto de escuchar a su grupo para así reinterpretarse a sí mismo y cuando regresa lo hace soplando como solista un saxo tenor, también juega con elementos de percusión, una forma que el pianista tiene de evadir su creación artística hacía otros instrumentos y de alguna manera le exime tocar con sus dedos el blanco y negro del teclado de su Steinway, es como dar un paso atrás para dar brillantez a sus acompañantes y a la par coger energías para volver con más fuerza.
Aunque desde la perspectiva actual Jarrett es conocido como maestro del piano, en sus primeros discos quiso demostrar que podía imponer una visión potente que iba más allá del dominio del teclado, aún sorprende más la cosa, si en esta época Jarrett ofrece algunos de sus mejores conciertos de solo piano (Bremen, Colonia), en definitiva, trata de subvertir el papel tradicional del pianista en una formación de jazz.
El cuarteto lo forman: Keith Jarrett al piano, saxo soprano y pandereta, Paul Motian a la batería y percusión, Dawey Redman saxo tenor y maracas, Charlie Haden al bajo y Danny Johnson (invitado) a la percusión. El álbum se graba el 24 de febrero de 1973 y cuenta en su versión original de vinilo con cuatro temas.
Motian y Redman provienen de trabajar con Ornette Coleman y eso se hace oír sobre todo, al inicio del disco donde por momentos el free jazz campa a sus anchas. Flota durante toda la grabación "un exceso" de sonidos de percusión ajenos a los que es lo habitual en jazz, que invocan aspectos rituales, alguna visión o búsqueda de lo desconocido, incluso recuerda el ritual de alguna ceremonia primitiva o una danza de posesión de culturas lejanas y desconocidas.

Valoración Personal: 8



domingo, 19 de abril de 2015

Bill Charlap y Warren Vache: 2theger


Pura poesía, 2theger es un álbum lleno de tranquilidad, sutileza, lirismo, espontaneidad y buenas sensaciones, magia pura, yin yang musical. Dialogo contemplativo entre dos maestros, respetuoso, cálido y equidistante entre la mente y el corazón, aunque en mi opinión, el corazón gana, porque es ahí donde te toca, donde llega con un incesante hormigueo y de ahí a un nuevo nivel de placer auditivo.
El disco es uno de los más bellos registros de las últimas décadas, se trata de una sesión de estudio grabada los días 13 y 14 de diciembre de 2000, aunque no se lanza al mercado hasta el 5 de junio de 2001, once temas, la mayoría estándares, hay dos de Charlap, el resto de autores como Duke Ellington o George Gershwin, en total nueve duetos piano-trompeta, trompeta-piano y dos temas donde Warren Vache (trompeta) y Bill Charlap (piano) se lucen con sus respectivos instrumentos. El dueto es una forma musical difícil, pero estos maestros lo hacen fácil, parecen nacidos para tocar juntos, lo hacen con mucha elegancia coordinando los tiempos en cada momento y sacando espléndidos registros, fliscornio o trompeta con aterciopelada sordina que te sube a otro nivel. Ambos magistrales, una delicia.

Valoración Personal: 9


domingo, 5 de abril de 2015

Brian Lynch: Brian Lynch meets Bill Charlap


Lo que más destaca del disco nada más oírlo, es el feeling, la gran compenetración, una complicidad musical que discurre por toda la grabación, pura quimica y es que, aunque es la primera vez que graban juntos como solistas, ya tienen un gran recorrido con el quinteto de Phil Woods durante la década los los noventa, lo que se nota tema a tema, porque están sueltos, apacibles, cómodos, sin perder por ello, la frescura de un primer encuentro, recreándose en sus instrumentos, en un continuo dialogo trompeta-piano que roza la perfección por su belleza y es que sobre todo es un álbum bello, interpretado con el alma y el corazón, además de técnicamente impecable.
El cuarteto lo componen además de Brian Lynch a la trompeta y el fliscornio, Bill Charlap al piano, Dwayne Burno al bajo y Joe Farnsworth a la batería. Se graba para el sello Sharp Nine Récords el 16 de mayo de 2003, aunque no sale al mercado hasta el 17 de febrero de 2004, cuenta con un total de nueve temas, seis de ellos estándares y tres compuestos por Lynch, todos de espléndida factura.
Piano y trompeta, Charlap y Lynch, son dueños durante toda la grabación de sus instrumentos, impregnando el ambiente con un excelente estado de ánimo, con momentos líricos y reflexivos bien ejecutados, preciosos solos sobre el blanco y negro del teclado de Charlap y no menos bonitos los solos con trompeta, con una delicada y aterciopelada sordina, que de vez en cuando abandona para soplar el fliscornio. Be Bop, Post Bop del siglo XXI.

Valoración Personal: 9



sábado, 31 de enero de 2015

Bill Evans: Conversations with Myself


El universo musical de Bill Evans dialogando con el "otro" universo musical de Bill Evans, es más: dialogando con un tercer universo musical de Bill Evans. Polémico, innovador, desafiante y cuantos adjetivos más le queramos añadir, pero sólo un genio fue capaz de hacer lo que Evans hizo en estas conversaciones consigo mismo, en este controvertido álbum Evans grabó tres tomas por separado, tres improvisaciones pianísticas que luego se escuchan simultáneamente (overdubbing). Algunos puristas lo consideraron un sacrilegio, ya que era algo que luego no se podía reproducir en un concierto, solo el paso del tiempo lo ha reconocido como una obra maestra de un genio, todo el álbum consiste en una conversación entre las dos primeras tomas de un tema, a partir de ahí se añaden sutiles adornos en la tercera toma.
El disco se graba en NYC, en  tres sesiones los días 6 y 9 de febrero y 20 de mayo de 1963, para el sello Verve y lo produce Creed Taylor, cuenta en su versión de vinilo original con ocho temas, con una duración de 36:43 minutos, a la que en su reedición en CD se añaden dos temas más llegando a los 43:49 minutos. A destacar la magnífica versión que realiza del Round Midnight, de Monk, así como del también Monkiano Blue Monk y el tema por el que en 1964 obtuvo el Grammy al mejor tema instrumental de jazz Spartacus Love Theme. La cuestión técnica durante la grabación tuvo ligeras deficiencias durante el registro, con críticas fuertes al sonido de caja o hojalata que se produce en algunos momentos de la grabación y que Verve nunca arregló, lo que sin duda, en ningún caso estropean o dificultan mi disfrute y respeto por esta grabación.
El disco es un clásico para los amantes del jazz, una obra que está a un nivel superior, es la mirada de un artista mucho más allá de lo convencional, es ver lo que nadie ve, lo que otros tardan en comprender y al final todos aceptan como obra maestra. Con un vocabulario musical complejo en su ejecución que Evans transforma en algo sencillo, bello y simple  mientras toca el piano.

Valoración personal: 10




sábado, 17 de enero de 2015

Hampton Hawes & Martial Solal: Key for two


Ninguno de los dos músicos que lideran este álbum "Key for two" son conocidos por el gran público, incluso entre los aficionados al jazz, son nombres escondidos en recónditas esquinas musicales, en cualquier caso ambos dejaron su sello e influencia en el mundillo del jazz. "Key for two" surge como consecuencia de una gira europea que realiza Hampton Hawes a finales de los sesenta y donde configura un cuarteto curioso por contar con dos pianos, así el propio Hawes y Martial Solal lideran esta formación, que además estaría compuesta por Pierre Michelot al Bajo y por Kenny Clarke en la batería, el disco se graba en enero de 1968, cuenta con un total de diez temas, uno del propio Hampton Hawes, otro de Miles Davis y otros estándares, yo lo adquirí bajo el sello discográfico Affinity.
Un músico como Hawes procedente de la costa oeste de los Estados Unidos, junto a otro músico francés de origen argelino. El americano  aprendió a tocar el piano sobre las rodillas de su madre desde su más tierna infancia, así se empapó de buen sentimiento de blues, por su lado el francés aprende también desde su infancia de su padre que era profesor de opera y piano. Dos universos musicales, dos concepciones del jazz unidas en este cuarteto que dio forma a este álbum. Nos encontramos con una concepción más clásica por parte de Solal, de hecho su carrera musical derivó en composiciones de bandas sonoras y otra concepción, la de Hawes, descendiente del Be Bop, aunque Hawes trasciende cualquier clasificación, por su fuerte personalidad ante el teclado, era famoso por su personal forma de tocar, por su prodigiosa mano derecha y por su profunda concepción del blues. Ambas miradas musicales arropadas magistralmente por el bajo y el batería, se plasman en este interesante vinilo.

Valoración personal: 7


lunes, 1 de diciembre de 2014

The George Shearing Trio: Windows


Músico ciego y pianista, la imagen me lleva a un garito lleno de humo, whisky y donde el murmullo es tan grande que casi no oyes la música, una jam sesion y es que muchos de los mejores músicos de la historia del jazz han forjado su biografía en estos tumultuosos e irrespetuosos garitos, sobre todos pianistas, la mayoría anónimos y olvidados, aunque ahí estuvo Billy Joel, acordándose de todos ellos con su piano man. Todo un topicazo. Ahí está George Shearing, aunque la grabación es limpia y de estudio, mentalmente te traslada al ambiente antes descrito y es que el músico inglés, supo guardar el equilibrio entre lo popular y lo culto, en ambos ambientes se manejaba con comodidad.
En Windows, George Shearing graba con su trío, un disco abierto a distintos ambientes y estilos, él siempre guardó el equilibrio entre el swing, el bop o el cool, así interpreta en el álbum a autores como Oscar Pettiford, Chick Corea, Bill Evans, Miles Davis o coquetea con un tema de Ravel, así con toda naturalidad, toma a estos autores los echa en la coctelera, los mezcla y el resultado es este disco elegante, sencillo, con marchamo personal inconfundible, con un trío donde prescinde de la batería y él lidera con el piano, dialogando con el guitarrista Louis Stewart y el bajo Niels Henning Orted-Pedersen da un sinuoso toque de armadura y volumen al conjunto, creando un ambiente íntimo, cercano, suave, muy agradable, sin alardes de virtuosismo, pero con todos los elementos necesarios para escuchar buen jazz.
El disco se graba en los estudios de la MPS en 1977, cuenta con un total de 10 temas y es de esas grabaciones que se hacen grandes por su sencillez, además la combinación piano, guitarra y bajo suena a gloria.

Valoración personal: 8


domingo, 26 de octubre de 2014

Art Tatum Solo Masterpieces


Caja de ocho discos con la colección completa de piano solo que Norman Granz encargó al legendario Art Tatum, tres años de grabación que coincidieron con la plenitud del pianista y también con el final de sus días, en total 119 solos de piano, 12 horas de música.
Casi ciego, se sintió condenado en vida a tocar jazz, porque las puertas de la música clásica se le cerraron. Autor de una técnica fenomenal, con una gran capacidad para improvisar de forma intrincada. Tatum cogía una idea simple y extraía de ella todas las ramificaciones imaginables y también inimaginables, lo hacía con sofisticación, pero sin extravagancia, para luego embellecer el desarrollo de la pieza con adornos elaborados y complejos alrededor de la melodía.
Las grabaciones son densas, intensas, requieren atención y no una escucha pasajera, porque están llenas de estilos y ricas sutilezas del mundo del jazz y de su sabiduría clásica. El resultado es una colección única llena de buenas e inspiradas improvisaciones que en su día, revolucionaron a los pianistas de jazz, quien lo consideraban un genio de genios y cuyas influencias han llegado hasta nuestros días pasando por generaciones de pianistas.
Art Tatum con este songbox nos ofrece un rico banquete de improvisación y genialidad y muy importante es una música, donde además de técnica utiliza los sentimientos y eso se transmite en cada nota que sale del blanco y negro del teclado de su piano.

Valoración personal: 10



sábado, 23 de agosto de 2014

Bill Evans Trío: Sunday at The Village Vanguard


Una de las mejores grabaciones en directo de la historia del jazz. Grabación en vivo el 25 de junio de 1961, en cinco sesiones, dos de mañana y tres de tarde. El mejor trío que tuvo Evans: Scott LaFaro al bajo y Paul Motian en la batería, LaFaro muere diez días después de estas grabaciones, lo que reviste las mismas de un halo especial, ya que la empatía demostrada por Evans y LaFaro ha sido de las mejores simbiosis que se han dado nunca en jazz, LaFaro cimentó en este disco su gran prestigio como un grande del jazz, manteniendo un diálogo continuo de tú a tú con el teclado de Evans, sin destrozar el resultado final, una interacción increíble, casi telepática. Todo ello, puede parecer que relega a un tercer plano la actuación de Paul Motian, nada más lejos de la realidad, el batería toca exquisito, elegante, refinado y sobrio, fue el perfecto apoyo y complemento para el trío. De todos modos, es inevitable que el álbum haya pasado a la historia en gran medida, como un homenaje a la contribución de LaFaro, sin embargo la idea original de Evans fue la de crear una idea revolucionaria e insólita para la época, como era la interacción total de los tres miembros del trío. Hasta entonces el solista lucía sus habilidades con un acompañamiento rítmico, lo que es cosa bien distinta.
Belleza, sensibilidad, armonía, elegancia, es el contenido de estas grabaciones legendarias en directo y que todo el mundo debería conocer. Casi que aún se puede oler el humo que flotaba en el ambiente.

Valoración personal: 10



domingo, 8 de junio de 2014

Thelonious Monk: Monk´s Blues

Thelonious Monk es uno de esos músicos con mucho peso especifico, poseedor de un estilo único y personal, su música se ha extendido a generaciones de músicos que le han venerado por excéntrico y adelantado a su tiempo. Me gusta el Monk de formaciones pequeñas o el mejor Monk enfrentándose solo al blanco y negro del teclado de su piano, ahí, en las distancias cortas era un gigante. En 1968 decide dar un triple salto mortal y hacer algo que nunca antes hizo, tocar con una Big Band, Monk´s Blues, grabación detestada y muy criticada por los snobs del jazz, sobre todo por la dirección que estuvo a cargo de Oliver Nelson y que no estuvo a la altura del personaje, lo mismo que el productor Teo Macero que incluye dos temas livianos, superficiales y que dañan la imagen de Monk, además el piano no luce como se merece, se asfixia detrás de unos vientos sobreexcitados, aún así es Thelonious Sphere Monk y el álbum nos guarda momentos inéditos, por poder oír a Monk con una Big Band y momentos donde el piano gana por goleada a la multitud de instrumentos que intentan ir al unísono, si bien se aprecia que el pianista de Rocky Mount se maneja mejor en ambientes más íntimos y relajados.
El disco se graba para la Columbia Récords, tiene en su edición en vinilo nueve temas, a los que en 1994, en la edición digital en CD se añaden dos nuevos temas Blue Monk y Round Midnight, ésta última en sólo piano en vivo, la duración total del disco es de 56:27 minutos. Los créditos son: Thelonious Monk al piano, Larry Gales al bajo, Ben Riley y John Guerin a la batería, Ernie Small, Gene Cipriano, Buddy Collette y Tom Scott en la cuerda de saxofones, Bobby Briant, Freddie Hill y Conte Candoli en la cuerda de trompetas, Lou Blackburn, Bob Bralinger, Billy Byers y Mike Wimberley en trombones y Howard Roberts en la guitarra.
Una obra atípica, de un autor atípico, donde encontramos interpretaciones que no casan con el estilo del autor, pero donde ese mismo autor, nos deleita con algunos solos francamente buenos e interesantes.

Valoración personal : 7




lunes, 7 de abril de 2014

Erroll Garner: Concert By The Sea


Concert by the sea, es de esas grabaciones que hay que escuchar en vinilo y dejar el formato digital aparte, hay que oír esta grabación tal cual, sin mejoras, en este caso digitalizar la obra de Garner es como robar el espíritu, el alma del concierto del pianista de Pittsburgh. La grabación es de mala calidad, los detalles técnicos quedaron aparte, se grabó en una iglesia con un equipo barato y casi por accidente, no estaba prevista su grabación, sin embargo Garner esa noche, era su noche, estaba inspirado y eso dio como resultado una audición única e irrepetible: los sonidos guturales o gruñidos de Garner al piano y las reacciones del público, confieren un toque mágico a la grabación. Garner no solo nos dejó la inspiración de esa noche, además nos dejó el ambiente, la expectación y el goce del auditorio.
Durante el concierto Errol Garner, nos deja el mejor swing posible y con él una de sus mas vendidas y mejores obras, con temas originales y estándares, a los que da un toque único, creando durante toda la sesión una tensión acumulada y una liberación calculada de la misma, fruto de una espontaneidad, intensidad y creatividad desbocada.
El disco se graba en Carmel, el 19 de septiembre de 1955, para la Columbia Récords y cuenta con un total de 11 temas, entre los que no podía faltar un toque latino "Mambo Carmel by the sea", esa noche mágica el trío lo formaban además de Garner liderando al piano, Eddie Calhoun al contrabajo y Denzil Best a la batería.
Lo que nació accidentalmente, se ha convertido en uno de las mejores grabaciones de Erroll Garner, su disco más vendido y una evocación de toda una época, porque detrás de cada nota que sale del blanco y negro del teclado de Garner flota en el aire nombres tan importantes para el jazz, como Art Tatum o Earl Hines.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

En el vídeo: April in París, corte nº 7 del álbum.



domingo, 9 de febrero de 2014

Bill Evans & Jim Hall: Undercurrent

Caratula original del LP

La mano izquierda de Evans suena en el lado izquierdo del escenario, la derecha en el lado derecho  y la guitarra de Hall, suena en el centro, ligeramente detrás del centro del teclado. ¡qué espectáculo!, ¡qué genialidad!, todo un lujo para los sentidos. Primera colaboración en dueto entre Evans y Hall, hay otra cuatro años despues intermodulation.
Undercurrent se graba entre el 24 de Abril y el 14 de Mayo de 1962, se lanza al mercado en 1963 para el sello United Artists, en 1968 se reedita por Solid State y posteriormente pasa a la Blue Note. La duración total es de 53: 06 minutos, teniendo la edición original seis temas, en la versión remasterizada de la Blue Note de 2002, se añaden dos temas más y dos versiones alternativas.
Escuchar el disco es como escuchar a través de una rendija, una conversación privada y profunda entre dos genios creativos y ver la posibilidad de cada uno de ahondar en el otro a través de los espacios emocionales, más íntimos, sondear el espacio creativo del otro, hasta el punto de dejarse atrapar por la misma musa y producir uno de los discos más bellos y conmovedores que ha dado el mundo del jazz. El toque elegante, íntimo, culto del piano de  Evans, en perfecta armonía con la clase y sutileza de Hall, en un viaje que nos transporta hasta lo más profundo de las almas de ambos músicos.
Se percibe la madurez de Evans, quien en esta grabación se encuentra en lo mejor de su carrera, mientras el guitarrista comenzaba el transito hacia el maestro que fue años más tarde, desde esta perspectiva son más sesiones de Evans por el liderazgo que ejerce en todo el disco. Necesario para cualquier amante del jazz.

De 5 > 10, mi valoración es: 10 



miércoles, 8 de enero de 2014

Hiromi Uehara: Voice

Portada del CD
Un revulsivo para los sentidos, una sacudida auditiva que te despereza del letargo, una corriente eléctrica que te sacude el espinazo, una tormenta musical perfecta con una gran técnica, un gran talento, mucha energía y un gran corazón, porque su música, como las emociones salen del corazón. Uehara nos ofrece ideas musicales frescas, un fraseo excepcional, mezcla estilos con toda la naturalidad, pasando casi de puntillas por el be bop, el jazz fusión, el rock progresivo, la música clásica... en un talento técnico y una creatividad sin parangón. Es capaz de interpretar piezas muy complejas sin esfuerzos, parece estar en otro nível, te impresiona su musicalidad, su energia, su composición, sus dotes y buen criterio.
Llama a su álbum Voice y lo hace desde la música instrumental y las emociones "La música habla por sí mismo" Hiromi trata de expresar sin vocalización, las emociones de La Voz. El disco se graba para el sello Telarc Digital entre el 9 y el 11 de noviembre de 2010, aunque no sale al mercado hasta el 7 de junio de 2011, cuenta con un total de ocho temas, siendo el primero de ellos homónimo del álbum y el último una interpretación libre de La Patética de Beethoven, sonata para piano nº 8, la duración total es de 65:55 minutos.
El disco cuenta con una nueva forma musical llamada Trio Project, que en el fondo viene a ser el clásico formato de trío de piano, en el bajo encontramos a Anthony Jackson, en la batería encontramos a Simon Philips, ambos afamados y provenientes del pop-rock, una combinación muy adecuada para el estilo de Hiromi. Imaginar un trio contemporáneo más potente, va a ser todo un reto. El piano aporta la finura, la forma de expresión y un brillante manejo, Jackson aporta jazz fusión a través de su bajo y Phillips aporta la intensidad y fuerza de su batería. Jazz del Siglo XXI, jazz del que viene, jazz del bueno.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

viernes, 1 de noviembre de 2013

Bill Evans: Quintessence

Caratula del álbum
Si Quintessence lo hubiese publicado cualquier otro pianista de jazz, seguro que estaría catalogado como uno de los grandes discos de jazz de todos los tiempos, tratándose de Bill Evans la percepción cambia, es tan alto el nivel que Evans tiene, puso el listón tan alto, que esta joya del jazz ha quedado como una obra menor para muchos, dentro de su discografía, un álbum realizado al final de su carrera que ha pasado sin pena ni gloria. En Quintessence, encuentro el sonido inconfundible de Bill Evans, esa volátil manera de tocar el piano, etérea por momentos, exquisita, refinada, cerebral, casi evanescente, a veces meditada, a veces improvisada, culta, marchamo inconfundible de su estilo.
Bill Evans en Quintessence,  se abre, ofrece un lado más expansivo, acostumbrados a escucharlo como uno de los grandes en el formato de trío, aquí va más allá y opta por el quinteto que lo conforman Harold Land con el saxo tenor, Ray Brown al contrabajo, Kenny Burrell a la guitarra y Phily Joe Jones a la batería, ni que decir que la sección rítmica es de lujo y ejecuta impecable todo el álbum, y la guitarra de Burrell realiza solos y diálogos con Evans sobrecogedores, el tenor cumple bien su trabajo, pero sin destacar. Es un álbum magnifico, elegante, que llega, pero que muchos consideran algo soso por el formato elegido y es que a Evans se le exigía demasiado.
Quintessence se graba en Berkeley entre el 27 y el 30 de mayo de 1976 para el sello Fantasy, cuenta con un total de cinco temas en la versión origínal y un bonus track que hacen seis temas en su primera re-edición, tiene una duración cercana a los 43 minutos, cronológicamente se sitúa entre Alone Again (1975) y Crosscurrents (1977).
 Es un testimonio singular dentro de la ingente obra de uno de los músicos incuestionables de la historia del jazz.

De 5 > 10, mi valoración es: 9

Dejo un vídeo con el tema Martina


domingo, 13 de octubre de 2013

Ahmad Jamal: A Quiet Time

Caratula del álbum
Vamos a tomarnos un momento de tranquilidad, vamos a escuchar atentamente ese sonido que sale de las teclas del piano, una combinación de elegancia, concentración, fervor y rapidez, un mago con el blanco y negro del teclado, oímos a un músico siempre dispuesto a romper barreras a buscar nuevos equilibrios en la consecución de nuevos sonidos, único y verdadero credo que Ahmad Jamal ha tenido, un músico eternamente joven que juega con la urgencia y la fluidez y que utiliza el bucle como técnica básica de su música, con la que contribuyó a desarrollar el jazz modal en su época, décadas después, en 2009, con casi ochenta años y una mochila llena de buena música a sus espaldas, el pianista y compositor Ahmad Jamal (1930) graba un disco trepidante, brillante, fresco, con ese toque algo más agudo a lo habitual, más vivo, casi efervescente, y ese sonido cargado de fantasía, porque el sonido debe tener "alma", el sonido puede estar muy bien ejecutado, pero si no tiene vida, si no tiene alma, no llega y en eso Jamal es experto, su piano produce música viva, música que te alegra el alma. Esta leyenda viva del jazz está en constante evolución y perfeccionamiento, algo que va más allá del singular arte al piano que estableció en forma de trío en los años cincuenta.
A Quiet Time, es un disco lleno de maniobras audaces, frecuentes y constantes cambios de ritmos en un hermoso despliegue, que nos deja el testimonio de su lugar dentro de la historia del jazz, ya que sigue utilizando las mismas técnicas. Ahmad como los buenos vinos, mejora con la edad, y es que el pianista de Pittsburgh consigue una excepcional música, repleta de energía y un alto sentido artístico, consigue ser preciso, sin sacrificar el alma, o el arte, por eso este álbum está a la altura de sus mejores grabaciones, porque transmite, llega y su sonido es familiar para quienes le conocen, inconfundible.
El álbum se graba después de muchos años fuera de Francia y lo hace en Brooklyn (NYC), entre el 9 y el 11 de julio de 2009, se lanza al mercado el 26 de enero de 2010, cuenta con un total de 11 temas, de los que 9 son composiciones del propio Jamal, su duración es de 1:06 h. se graba para el sello discográfico Dreyfus Jazz. Los créditos están formados por Ahmad Jamal con el piano, sus acompañantes son viejos conocidos de toda la vida, James Cammack al bajo, Kenny Washington a la batería y el ex-Weather Report Manolo Badrean en la percusión.
A Quiet Time es un gran trabajo, realizado sin aparente esfuerzo, donde no hay lugar para la mediocridad, donde Jamal se permite el lujo de cambiar de marcha a su antojo y sobre todo, es un trabajo realizado en su edad de oro, con un alto nivel creativo y artístico, digno de estar entre los mejores álbumes del autor.

De 5 > 10, mi valoración es: 9

Dejo un vídeo con el tema central A Quiet Time



sábado, 31 de agosto de 2013

Hampton Hawes: Universe

Foto frontal del Lp por Bruce Wilson
Hay discos difíciles de encasillar, ninguno escapa a su tiempo y cronológicamente se puede ubicar, pero el estilo y los momentos por los que pasa un artista es algo tan personal que a veces cuesta clasificarlo, es lo que sucede con Universe, un disco de Hampton Hawes (1928-1977), el pianista de L.A. se mueve entre el funk y la fusión dando un aire a los setenta inconfundible, sin embargo Hawes es evidente que se encuentra en un universo introspectivo, lírico, íntimo, lejos de los artificios que otros músicos producían en esta década.
Hampton Hawes en Universe investiga en su universo interior, dando a toda la grabación un ambiente sosegado, tranquilo, recogido, espiritual, con muchos de los tics musicales de la época, pero también con innovaciones importantes en el camino y exploración de los teclados eléctricos, lo que produjo cierto rechazo de sus habituales seguidores que no entendieron el giro que Hawes daba a su música. El disco fue injustamente considerado y poco valorado en su tiempo, afortunadamente el paso de los años tapa ciertos prejuicios y pone las cosas en su sitio. Hoy podemos ver la gran aportación que el pianista hizo con esta grabación y podemos ubicarla en su justo lugar por la creatividad interior que encierra.
El disco se graba para el sello Prestige en 1972, aunque no se lanza al mercado hasta 1973, cuenta con un total de siete temas originales y una duración total aproximada de 42 minutos. En los créditos encontramos a Hampton Hawes liderando un sexteto y tocando el Fender-Rhodes electric piano, el Wurlitzert electric piano, el Hammond B-1 organ y la Arp Synthesizer, en el Saxo tenor está Harold Land que tiene unos solos muy buenos, al igual que el trompeta Oscar Brashear, la guitarra la toca Arthur Adams, el bajo Chuck Rainey y la batería León "Ngudu" Chancler, tanto el guitarrista como el líder merecen mención aparte por el valor a asumir riesgos que no han sido valorados hasta décadas después. Lo mismo sucede con el álbum que merece volver a ser escuchado y evaluado.

De 5 > 10, mi valoración es: 6


lunes, 24 de junio de 2013

Tommy Flanagan & Hank jones: Our Delights

Caratula del disco
Siempre un concierto de sólo piano, es un acto que requiere del artista un estado interior "especial", para ante un auditorio, estar 1 ó 2 horas improvisando ante el blanco y negro de las teclas de un piano. No menos complicado resulta cuando hablamos de un dueto de piano, aquí además ambos artistas deben de tener una comunión especial, es sin duda, uno de los formatos más complicados, debe haber una empatía entre músicos y una capacidad de adaptación fuera de lo normal, siempre se corre el riesgo de no formar una "pareja natural", de ser incoherentes, con el potencial peligro que eso encierra. Existe un viejo dicho en música que reza: que el músico mediocre toca todo lo que puede, el gran músico toca todo lo que quiere. Tommy Flanagan (1930-2001) y Hank Jones (1918-2010) pueden tocar cualquier cosa, pero siempre primó en ellos su buen gusto y sofisticación, todo ello a pesar de que teniendo trayectorias distintas, ambos estuvieron la mayoría de sus vidas como músicos acompañantes, que es un papel ingrato a la vez que exigente, sólo alterada, de tarde en tarde para realizar grabaciones principalmente en forma de trío o de dueto como es el caso.
En Our Delights escuchamos la interacción de dos maestros, con un largo recorrido por el swing el be bop y el hard bop, la comunicación entre los dos pianistas es escalofriante, con momentos que suenan a un pianista a cuatro manos. Se hace muy difícil destacar a uno de los dos, creo que el secreto de Our Delights es precisamente ese, que suena a unidad, a ensamblaje total, a una sola lectura musical, estos dos grandes maestros del piano han conseguido uno de los mejores duetos de la historia del jazz, es por su clase, por su esencia, porque tiene algo mágico que lo glorifica.
El disco se graba el 28 de enero de 1978, para los estudios Fantasy en California, posteriormente se remasteriza por Gary Hobish en los mismos estudios, pero en 1992. Son un total de ocho temas con una duración de 46:04 minutos, los temas son clásicos del Bop elegidos con muy buen gusto, de compositores como Illinois Jacket, Charlie Parker o Thad Jones. Un disco para los amantes del piano. Además de dos pianistas, tenemos dos Señores. 

De 5 > 10, mi valoración es: 9

domingo, 9 de junio de 2013

Chick Corea: Secret Agent

Caratula del disco
Chick Corea es un artista de los grandes, tiene ganado a pulso el lugar que le corresponde dentro de la música, con un imaginario que derrocha brillantez y frescura por doquier. Solo la mente inquieta del artista es capaz de concebir tres álbumes el mismo año (1978) y de facturas tan distintas, "The Mad Hatter", "Secret Agent" y "Friends", además ese mismo 1978 se editaron dos álbumes más: el dueto a piano con Herbie Hanckok y un directo de The Return To Forever. Secret Agent es la grabación anterior a "Friends" que supuso un cambio en la tendencia del autor, un parar, para comenzar de nuevo. Si eres un iniciado en la música de Corea, te costará entender un cambio tan radical entre un disco y otro, si por el contrario, eres un fan de Corea lo verás como una andadura más, una nueva vía, una nueva vuelta de tuerca del pianista de Massachussetts.
Lo primero que sorprende de Secret Agent, es la gran cantidad de músicos que participan en la grabación, trece incluyendo a Chick Corea, lo segundo es la introducción de las cuerdas en forma de violín, viola y cello, con lo que quiere dar un aire más lírico a algunas de sus composiciones, pero por otro lado desvirtúa el sonido puramente jazzístico, Corea da un gran protagonismo vestidos de una gran fuerza a los vientos, quienes además hacen más una función de coro que de solistas, consigue asimismo, una de las secciones rítmicas más flexibles y potentes con las que había contado hasta la fecha. En la elección de los temas, se puede decir que por separados, son todos grandes composiciones, pero en conjunto no forman un todo compacto, es como si hubiesen estado compuestas en distintos momentos con distintos estados de ánimo,   todas, por cierto, de Corea, excepto una versión libre de Béla Bártok, Corea no está interesado en este álbum en probar la misma cosa dos veces.
Chick Corea toca el Fender Rhodes y el Minimoog, con ese sonido eléctrico y ecléctico que te hace viajar, Allen Vizutti toca la trompeta y el fliscorno, Bob Zottola, también toca la trompeta, Ron Moss y Jim Pugh tocan el trombón y el trombón bajo, Joe Farrel toca la flauta, saxo soprano y tenor, Bunny Brunel toca el bajo sin trastes, Tom Brechtlein toca la batería, en la percusión está Airto Moreira, Charles Ternera y Carol Shive tocan el violín, la viola y hacen coros, Paula Hochhalter toca el cello y Gayle Moran y Al Jarreau ponen su voz. El disco se graba en los Estudios CA de Los Angeles, para el sello discográfico Polydor tiene un total de 8 temas y una duración de 42:58 minutos.
Secret Agent es un disco que pasó por la carrera del autor sin pena ni gloria, eclipsado por las otras grabaciones de aquel prolífico 1978 y que con el transcurso de los años se ha ido haciendo un hueco importante en la discografía de Chick Corea.

De 5 > 10, mi valoración es: 7

sábado, 25 de mayo de 2013

Chick Corea: Friends

Polémica caratula del álbum, muy criticada
por seguidores y prensa, cambiada de los Pitufos a
estos muñecos de porcelana, por un motivo de derechos
de autor, aunque yo la veo simpática
Después de una larga etapa con la fusión y el grupo que marcó toda su carrera Return To Forever, Chick Corea (1941) regresa a un estilo más sosegado, tradicional y sobre todo, otra vez en solitario, liderando un cuarteto que ofrece elementos de swing, bop, música latina, pero ante todo, esa intimidad sensible e inherente a un pequeño grupo acústico. Friends es un álbum que tiene un groove latino constante y agradable que flota a lo largo de toda la grabación, llena de matices y detalles que deleitan el oído. Es un disco eléctrico que tiene todas las cualidades de la música acústica, es a la vez, un disco de fusión que tiene toda la grandeza del jazz clásico, es un disco de jazz que suena como música global. Seguramente es su mejor trabajo como líder en su prolífico 1978,  la obra pasó bastante inadvertida, ya que tenía que competir con el  doble dúo junto a Hanckock y un directo de Return To Forever, lo que inevitablemente eclipsó su presencia en el mercado, convirtiendose en una obra habitualmente obviada, sólo recompuesta con el paso de los años.
El álbum se graba en 1978, en Los Angeles para la discográfica Polydor, cuenta con un total de 8 cortes y una duración aproximada de unos 50 minutos, cronologicamente se sitúa entre Secret Agent (1978) y Delphi I (1979).  El cuarteto está formado por Chick Corea con los arreglos, el piano y el piano eléctrico, Joe Farrel toca de lujo el saxo soprano, tenor y la flauta, donde destaca con improvisaciones inverosímiles, Eddie Gómez está brillante con su bajo con una interpretación muy rica y completa, y el batería Steve Gadd aporta una energía creativa y constante durante toda la grabación. La interacción entre Corea y la banda es impecable, hay algo en el liderazgo del músico de Massachusetts, acerca de sus cualidades que hace florecer lo mejor de los músicos de sus grupos, haciendo que cada miembro del cuarteto contribuya de forma decisiva al resultado global, la pena que sea la única grabación que realizaron como cuarteto.
En cierto modo el álbum es continuista con My Spanish Heart (1976), en el sentido de que conviven sus vertientes acústicas y eléctricas, a la vez que propone un estilo de jazz que introduce múltiples influencias que abarcan un rango desde lo más tradicional a lo más vanguardista. En Friends Chick Corea se encuentra en tránsito de la música que le inspiró en los setenta y la que estaba por venir, es como que el autor, se toma un descanso, un paréntesis músical, para lo cual, retoma el jazz clásico y más académico, como resultado tenemos uno de los mejores y más desconocidos discos de su carrera discográfica.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

Dejo un vídeo con el último corte de la cara A del vinilo Samba Song