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domingo, 8 de junio de 2014

Thelonious Monk: Monk´s Blues

Thelonious Monk es uno de esos músicos con mucho peso especifico, poseedor de un estilo único y personal, su música se ha extendido a generaciones de músicos que le han venerado por excéntrico y adelantado a su tiempo. Me gusta el Monk de formaciones pequeñas o el mejor Monk enfrentándose solo al blanco y negro del teclado de su piano, ahí, en las distancias cortas era un gigante. En 1968 decide dar un triple salto mortal y hacer algo que nunca antes hizo, tocar con una Big Band, Monk´s Blues, grabación detestada y muy criticada por los snobs del jazz, sobre todo por la dirección que estuvo a cargo de Oliver Nelson y que no estuvo a la altura del personaje, lo mismo que el productor Teo Macero que incluye dos temas livianos, superficiales y que dañan la imagen de Monk, además el piano no luce como se merece, se asfixia detrás de unos vientos sobreexcitados, aún así es Thelonious Sphere Monk y el álbum nos guarda momentos inéditos, por poder oír a Monk con una Big Band y momentos donde el piano gana por goleada a la multitud de instrumentos que intentan ir al unísono, si bien se aprecia que el pianista de Rocky Mount se maneja mejor en ambientes más íntimos y relajados.
El disco se graba para la Columbia Récords, tiene en su edición en vinilo nueve temas, a los que en 1994, en la edición digital en CD se añaden dos nuevos temas Blue Monk y Round Midnight, ésta última en sólo piano en vivo, la duración total del disco es de 56:27 minutos. Los créditos son: Thelonious Monk al piano, Larry Gales al bajo, Ben Riley y John Guerin a la batería, Ernie Small, Gene Cipriano, Buddy Collette y Tom Scott en la cuerda de saxofones, Bobby Briant, Freddie Hill y Conte Candoli en la cuerda de trompetas, Lou Blackburn, Bob Bralinger, Billy Byers y Mike Wimberley en trombones y Howard Roberts en la guitarra.
Una obra atípica, de un autor atípico, donde encontramos interpretaciones que no casan con el estilo del autor, pero donde ese mismo autor, nos deleita con algunos solos francamente buenos e interesantes.

Valoración personal : 7




domingo, 30 de junio de 2013

Sonny Rollins: The Bridge

Portada del LP
The Bridge está rodeado de una leyenda que agiganta la figura de Rollins, se trata de una historia underground, muy al estilo de una ciudad cosmopolita como el  NYC de principios de los sesenta, una leyenda con sabor a hormigón, a noche, a humo, a tráfico... El mayor crítico que tuvo Sonny Rollins fue él mismo, siempre estaba investigando nuevas formas, nuevos caminos, así a finales de los cincuenta llega a un punto en que cree que su trayectoria está agotada, sobre todo porque la figura de Ornette Coleman le desconcierta y piensa que su discurso musical está caduco, frustrado por lo que considera sus propias limitaciones y en la seguridad de que precisa un nuevo impulso, un nuevo aire que de vida al sonido que sale de su saxo, decide en 1959 tomarse un tiempo sabático, así lo hace, durante este tiempo en un gesto suburbano y a la vez romántico, términos éstos que pueden parecer contradictorios, pero aquí son complementarios, Rollins tiene la necesidad de salir del estudio y de estar en contacto con la calle, para ello elige los bajos del puente de Williamsburg, que une Brooklyn con Manhattan, junto al río Hudson, rodeado de viejas vigas de acero, hierro, hormigón, tráfico y la majestuosa vista de la ciudad al fondo, para allí en este ambiente de película de cine negro, con su saxo tenor improvisar solos tras solos, buscando nuevos giros, nuevos sonidos capaces de conjugar éste entorno con su expresión musical, así hasta doce horas diarias,  en un ejercicio de depuración musical y conceptual sin precedentes.
El resultado que obtuvo Rollins no andaba muy alejado del que ya tenía, pero en este tiempo engendró lo que estaría por venir. Los que pensaron que el Dios del saxo nunca regresaría, se equivocaron, así en 1962 el saxofonista se encierra en el estudio y vuelve a aparecer en escena con The Bridge. Rollins aparece en forma de Cuarteto y para ello se desvía del cuarteto clásico y sustituye el piano por la guitarra, claro que no con cualquier guitarra, lo hace nada más y nada menos que con Jim Hall, que principalmente llena el contenido que habitualmente hace el piano con su guitarra, así escuchamos una guitarra en jazz como nunca lo habíamos hecho con anterioridad, el resultado fue brillante. Bob Cranshaw al bajo y Ben Riley en la batería ejecutan una sección rítmica a la perfección.
El álbum se graba en NYC en 1962 para la serie "Bluebird" del sello discográfico RCA, cuenta con un total de seis temas, de los que dos son propios, los otros cuatro son estándares tratados con suma elegancia, en total 40:08 minutos de vibrante Hard Bop, cronológicamente se sitúa entre Sonny Rollins and the contemporany leaders y What´s New´s y está producido por George Akavian.
The Bridge, es un disco que marca de forma indiscutible la carrera del saxo tenor, un álbum donde se le percibe emotivo, lírico a la par que poderoso y centrado. El liderazgo de Rollins se podría expresar gráficamente como si fueras corriendo por el campo con una tropa detrás pisándote los talones y de pronto frenas en seco, una de dos, o te llevan por delante o están tan metidos en tu ritmo que todo sale a la perfección. Eso es The Bridge un álbum memorable con una historia de leyenda.

De 5 > 10, mi valoración es: 9,5

Dejo un video con el tema The Bridge...