Mostrando entradas con la etiqueta Art Farmer. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Art Farmer. Mostrar todas las entradas

domingo, 7 de junio de 2015

Sonny Clark: Cool Struttin


Todo un clásico de Hard Bop, Cool struttin es de esos álbumes imprescindibles para cualquier amante del jazz. Uno de los discos más cool de todos los tiempos, basado casi en su integridad en el blues, tiene la peculiaridad que durante la grabación se capta uno de esos momentos mágicos, donde todo es un sublime estado de equilibrio y armonía. Clark es un pianista que oyes como acompañante habitual en las grabaciones de Blue Note en las décadas de los cincuenta y sesenta, teniendo una gran actividad como líder entre 1957 y 1962, sin duda Coll Struttin es su mejor trabajo, sin embargo Clark nunca llegó a tener el renombre de otros pianistas de la época.
El álbum original de vinilo se graba el 5 de enero de 1958, cuenta con un total de cuatro temas, dos de ellos compuestos por el pianista de Pensilvania, con posterioridad en la versión digital se añaden dos temas más, uno de ellos también de Clark y una duración de 52:48 minutos.
El quinteto es de lujo, además de Clark al piano, nos encontramos con Art Farmer a la trompeta, Jackie McLean al saxo alto y la mejor sección rítmica de la época: Paul Chambers al bajo y Philly Joe Jones a la batería. Un factor importante para el éxito de este álbum fue juntar a Art Farmer (t) y a Jackie McLean (Sx), ya habían coincidido una etapa junto a Gene Ammons, la trompeta tiene un sonido sofisticado y relajado, lo que es un complemento perfecto para el sonido más directo y potente del saxo alto de McLean, durante toda la grabación realizan un juego al unísono, para romper la armonía sólo de vez en cuando. Por su parte Sonny Clark fija el escenario para que toda esta magia funcione.
Cool Struttin es considerado por muchos puristas como la quintaesencia del hard bop.

Valoración Personal: 10

lunes, 3 de noviembre de 2014

Quincy Jones: "This Is How I Feel About Jazz"


Quincy Jones siempre ha estado ligado al mundo del jazz, desde sus comienzos en los años cincuenta y sesenta, sin embargo es más conocido por otras facetas siempre relacionadas con la música, como productor, director o arreglista de música pop, de bandas sonoras para el cine, fue el productor del Thriller de Michael Jackson. Sus orígenes fueron en la sección de trompetas de Lionel Hampton, aunque pronto daría el paso a formar su propia Big Band, así aunque era un trompeta discreto, con tan sólo algunas sesiones aisladas en NYC, en 1956 tiene su primera oportunidad de grabar un álbum,  para el sello ABC, Paramount, así fue como nació This Is How I Feel About Jazz, con sólo 23 años reúne al mejor elenco de músicos que por entonces había en la ciudad de los rascacielos: Art Farmer, Clark Terry, Joe Wilder, Jimmy Cleveland, Phil Woods, Jerome Richardson, Herbie Mann, Zoot Sims, Lucky Thompson, Milt Jackson quien por cuestiones contractuales aparece bajo el seudónimo de "Soul Brother", Charles Mingus, Paul Chambers, Billy Taylor, Hank Jones y muchos otros. Muchos de estos músicos habían compartido sesiones con Jones, pero no eran un equipo, ni siquiera existió un sentido de pertenencia a este proyecto.
El álbum incluye seis pistas en tres sesiones separadas, las dos primeras sesiones se grabaron con formaciones de ocho o nueve músicos, la última fue con quince miembros, lo que ya constituía una Big Band más tradicional. 36:32 minutos, seis temas entre los que destacan A Sleepin Bee, Walkin o Stockholm Sweetnin, creado en homenaje a Clifford Brown, quien murió en un accidente automovilístico a primeros de 1956 y que hubiese participado en la grabación de este disco, de alguna manera su espíritu está latente en toda la grabación. La pasión que Jones tenía por el jazz se hace ver durante todo el álbum, una pena que en los setenta abandonara definitivamente el mundo del jazz.

Valoración personal: 9



domingo, 20 de abril de 2014

Art Farmer & Jim Hall: Big Blues


Por separado Farmer y Hall tienen trayectorias consolidadas y en cierto modo paralelas, incluso parte del camino lo hacen juntos en los sesenta con una misma formación, aquí se vuelven a reunir para grabar para CTI, lo mejor que ambos dieron al mundo del jazz, ambos tuvieron estilos complementarios, en lo lírico, en lo armónico y un mismo tempo, con esa afinidad natural  Big Blues, nació con la mejor proyección posible.
El álbum se graba entre el 2 y el 3 de febrero de 1978, en los afamados estudios Electric Lady Studios (iniciativa de Jimmy Hendrix), cuenta con cuatro temas, siendo el tiempo de grabación de 34:37 h., los créditos son Art Farmer tocando el fliscorno, Jim Hall con la guitarra, Mike Mainieri con el vibráfono, Mike Moore al bajo y Steve Gadd en la batería.
El primer corte es de Benny Golson, Whisper Not crea un ambiente mágico entre los solos del fliscorno y la guitarra, entremedio el vibráfono y la sección rítmica genial al estilo de la pantera rosa de Henry Mancini, el segundo tema es de Thad Jones, A Child is born donde Hall se luce con su solo de guitarra y Farmer utiliza la sordina con gran fuerza expresiva, el contrapunto lo pone Mainieri; el tercer corte Big Blues lo compone el propio Hall y se percibe un jazz más fresco, más Bop, con reminiscencia a Davis, el bajo y la guitarra juegan sin parar durante toda la pieza, por otro lado, el fliscorno de Farmer adquiere textura de trompeta; el último corte es fascinante Pavane for a Dead Princess,  una obra de Maurice Ravel que fuerza al quinteto a convertirse en grupo de cámara con unos arreglos complejos y de mucha inventiva, Farmer interpreta la inquietante melodía con maestría abrazado por la guitarra y vibráfono, bajo y batería sincronizados con precisión Suiza. Destacar durante toda la grabación la sutileza de Steve Gadd  a la batería, es capaz de lograr una musicalidad con cierta melancolía, cosa que con este instrumento es difícil conseguir.
Farmer y Hall logran un magnifico maridaje en este disco, donde reconozco mi debilidad por Jim Hall, ya que interpreta algunos de los mejores solos de su carrera, por su belleza escarpada, con una forma de tocar directa, deliberada y memorable. El quinteto consigue impregnar el espacio musical de sensaciones maravillosamente alegres y conmovedoras.

De 5 > 10, mi valoración es: 9



sábado, 24 de noviembre de 2012

Art Farmer: A Sleeping Bee

Trompetista y Fliscornista
Sin artificios, lejos de la pirotecnia escandalosa y deslumbrante, sin hacer aspavientos, como queriendo susurrar para no hacer demasiado ruido, Art Farmer (1928-1999) nos deja un álbum de unos registros relajados, suaves, de tonos medios, agradables y de una escucha muy reconfortante y es que el trompetista de Iowa hace una perfecta simbiosis con el bajista Red Mitchell, son el alma de este disco en el que constantemente mantienen un continuo feedback, un balanceo continuado de solos de uno y otro que vertebran esta composición musical de principio a fin, es todo un espectáculo ver ese diálogo constante de estos dos grandes veteranos y amigos, el feeling entre ellos se percibe a cada nota. Art Farmer lidera este sexteto con inteligencia y clase, dándonos una lección de sencillez con sus dos instrumentos la trompeta y el Flugelhorn o Fliscorno al que saca unos maravillosos registros, toques muy especiales de una suavidad cautivadora, Jan Schaffer toca la guitarra de manera sosegada y plácida a tono con el resto de la formación, Göran Strandbert el piano, sin destacar, pero cumpliendo a la perfección su papel, Red Mitchell toca el bajo y está sencillamente brillante, Sabu Martinez se encarga de la percusión y da un aire especial a algunos cortes y Tony Inzalaco y Island Ostlund tocan la batería, todos excepto Farmer y Mitchell (y el latino Sabu Martinez) son escandinavos, un grupo atípico de apoyo que desempeña bien su trabajo.
El disco se graba en Suecia en 1974 en los Estudios Europa Film para el sello británico Sonet Récords y se edita por Discophon, lo produce el mismo Farmer y cuenta con un total de seis temas del que el propio fliscornista compone uno de ellos A Bitty Ditty. El disco comienza con una balada It Might As Well Be Spring y a medida que el disco se va adentrando en otros cortes se añaden elementos como la percusión de Sabu Martinez y la alineación de guitarra, piano y las dos baterías, el tema homónimo del álbum A Sleeping Bee (Harold Arlen) comienza con una maravillosa entrada de Mitchell a la que da una bella respuesta el fliscornista y es donde más se percibe ese entendimiento Farmer-Mitchell, siempre en un tono agradable, el tono que Art Farmer quiso imprimir a esta grabación, un disco sencillo, humilde, lírico, intimista y desprovisto de artificios y pompa y es que a veces las cosas más sencillas son a la vez, las más hermosas.

De 5 > 10, mi valoración es: 7

Te dejo un vídeo con el tema más trepidante del álbum Green Witch