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domingo, 18 de mayo de 2014

Zoot Sims and The Gershwin Brothers


Tanto George como Ira Gershwin, han sido homenajeados e interpretados por multitud de intérpretes de muy diversos estilos, éste es un tributo ofrecido por tres de los grandes maestros del jazz:  Zoot Sims al saxo tenor, Oscar Peterson al piano y Joe Pass a la guitarra, respaldados por George Mraz al contrabajo y Grady Tate a la batería, donde toman 11 de las melodías más memorables de los hermanos Gershwin y las traducen al jazz clásico, dando como resultado un disco fresco, de tono cálido y familiar, donde Zoot había interpretado y tocado la mayoría de ellas miles de veces, pero en esta grabación todavía suena fresco, nuevo, como recién salido, enérgico e inspirado, confiado en sí mismo, consigue algunos de sus mejores registros y es uno de sus álbumes más logrados, suena a Zoot Sims. El piano de Peterson que a veces puede ser abrumador y desbordante, afortunadamente en este disco está en su lugar, contenido y explosivo cuando se le requiere, con solos excelentes, lo mismo que sucede con Joe Pass y su guitarra sonando a gloria, dando cuerpo, solidez y volumen están Mraz y Tate con una excelente sección rítmica.
El álbum se graba el 6 de junio de 1975 en NYC, en los estudios de la RCA para la Pablo Récords, convocados por el productor Norman Granz, 11 pistas y una duración de 49:11 minutos.
Puro jazz, con músicos en pura forma, dando la máxima expresión musical que pueden y lo logran, belleza pura creada por los hermanos Gershwin y libremente interpretada por este maravilloso quinteto liderado por Zoot Sims y su exuberante energía.

De 5 > 10, mi valoración es: 10

Vídeo con el famoso Summertime



sábado, 20 de abril de 2013

Bob Brookmeyer: Back Again

El trombón es un instrumento que fue perdiendo peso conforme pasaban las décadas del pasado siglo, pasó a ser unas de las líneas principales de una Big Band, a ser un instrumento casi residual en el be bop y post bop, casi una curiosidad, un vestigio pretérito vencido por k.o. por saxo y trompeta. Aún así, los registros que se consiguen de un trombón de varas o de válvulas son casi únicos y muy apreciados por los buenos amantes del jazz. Bob Brookmeyer (1929-2011) es de esos músicos que saca unos registros increíbles a su trombón de válvulas, cosa que no escapó al olfato del productor Sam Charters, quien decide rescatar, tras más de una década fuera del mundillo del jazz a un Brookmeyer dedicado a la música, pero en otros menesteres, se dedicó principalmente a trabajos de estudio en Los Angeles. Charters consigue formar un quinteto liderado por el trombonista de Kansas City, quien con su trombón de válvulas nos ofrece en Back Again unos solos muy interesantes y que por momentos echan chispas, Brookmeyer es secundado en todo momento por Thad Jones con la corneta y el fliscorno, la combinación fliscorno-trombón resulta de lo más peculiar, además, uno de mis pianistas favoritos Jimmy Rowles coquetea constantemente alrededor del viento de Brookmeyer, teniendo además espacio y momentos para su lucimiento personal, gran talento el de Rowles, en el bajo está George Mraz y en la batería Mel Lewis, ambos llevan con maestría la sección rítmica.
Back Again se graba en NYC, en los Estudios CI para la discográfica Sonet, los días 23 y 25 de Mayo de 1978 y sale al mercado en septiembre de ese mismo año. Son un total de siete temas que duran 42 minutos de vibrante música, todas los temas son estándares de autores como Cole Porter o Duke Ellington, Brookmeyer aporta dos temas propios que son los cortes nº 2 "Carib" y nº 7 "In a Rotten Mood". En 2008 se materiza y se edita un versión en CD para el sello Gazell.
Brookmeyer soplaba su trombón con maestría, a veces sacaba sonidos que hasta te despistan en su escucha y te hacen pensar que oyes una ágil trompeta o una dulce trompa, cuando se domina el instrumento todo esto parece fácil, porque se hace relajado y con extraordinaria esbeltez y profesionalidad, así suena Back Again, un oasis tras un largo silencio del artista que revitalizó al escuálido trombón.

De 5 > 10, mi valoración es: 7

sábado, 15 de septiembre de 2012

Archie Shepp: Deja Vu

Caratula del álbum
Me encuentro con una doble percepción cuando escucho Deja Vu de Archie Shepp (1937), por un lado me parece un disco de una factura bella, bien ejecutado, donde hace rugir el saxo hasta límites insospechados y lo hace con mucha elegancia, por otro lado me hace pensar en la decadencia y si éste es el caso de Shepp en la grabación de este álbum, un poco aquello de "quien te ha visto y quien te ve". Todo esto no tendría sentido si obviamos la biografía musical del autor de la que no podemos olvidar su defensa a ultranza de la música afroamericana de finales de la década de los 60´s y que llevaba implícita la denuncia sobre los abusos a la raza negra y la música de esta época no se caracterizaba precisamente por sus relajadas, melosas y tranquilas melodías, Shepp se ganó a pulso el ser reconocido como un ardiente estilista de jazz avant-garde.
En Deja Vu se le ve contenido, reprimido, como que le falta recorrido, el motivo no es otro que Sherp se atreve en esta grabación con canciones rapsódicas de la chamson francesa y claro el ritmo que lleva el saxofonista de Florida en la sangre es otro bien distinto. Sherp convierte en preciosas baladas los ritmos franceses y consigue un trabajo impecable, de ritmos sosegados, donde conserva el sonido rugiente, recio de su saxo, en este caso aderezado con un plus romántico por aquello de "La France". El resultado es un álbum compacto, bien elaborado, con unos temas muy bien elegidos, maestramente ejecutados y con unos arreglos y una grabación excepcional. El disco se graba en "The Studio" en NYC, el 11 y 12 de Junio de 2001, aunque no se publica hasta 2006, se graba para la Venus Récords que es una compañía japonesa que está especializada en grabaciones selectas y por la grabación y producción impecables que saca al mercado, siendo difícil y raro encontrar estos discos en Occidente.
Los créditos están formados por Archie Shepp con el saxo tenor, Harold Mabem quien le da un estupendo juego al grupo con el piano, también encontramos el poderoso y potente bajo de George Mraz y en la batería está Billy Drummond, Sin duda Shepp se encuentra bien arropado por este Cuarteto que consigue durante todo el disco bajo el liderazgo del saxofonista reinventar viejos temas, insuflar aire fresco sobre estas  viejas canciones y sacarles brillo, buscando un equilibrio melódico hábilmente conseguido entre la melodía troncal del tema y la improvisación grupal, donde como oyente sabes que canción estás escuchando porque pertenecen a la "memoria musical colectiva" aunque a veces suene tan nueva que te despista. Es un disco atípico en la carrera de Archie Shepp y por eso singular e irrepetible.

De 5 > 10, mi valoración es: 8

Dejo este vídeo con el tema "Sous le ciel de París"