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lunes, 24 de abril de 2023
Ornette Coleman: The Shape of jazz to come
The Shape of Jazz to Come es una obra maestra del free jazz,
grabada y lanzada en 1959 por el saxofonista estadounidense Ornette Coleman y
su cuarteto, formado por Don Cherry (corneta), Charlie Haden (contrabajo) y
Billy Higgins (batería). El álbum contiene seis composiciones originales de
Coleman, que rompen con lo armónico y formal del jazz de su época. En lugar de
basarse en acordes y escalas preestablecidos, Coleman y sus músicos improvisan
libremente sobre las melodías y los ritmos, creando una música espontánea,
expresiva y llena de contrastes.
Como oyentes del jazz,
el “free jazz” siempre ha sido controvertido debido a la dificultad y
complejidad de la música que puede resultar inaccesible e incluso desagradable
a algunos oídos acostumbrados a un jazz más académico, la falta de armonía y
estructura convencionales puede generar confusión en algunos
oyentes que buscan una mayor claridad y coherencia en la música, por otro lado
hay oyentes que aprecian el desarrollo y profundidad de la música porque
favorece la originalidad e innovación, abriendo nuevos caminos
para el jazz y la música en general, además se produce una comunicación e
interacción entre los miembros del cuarteto que se escuchan mutuamente y
responden con sensibilidad y creatividad, aportando variedad y riqueza a las
composiciones que van desde baladas melancólicas como “Lonely Woman” y “Peace”
hasta temas más frenéticos como “Eventually” y Chronology”.
El disco está lleno
de intensidad y la emoción que transmiten los músicos y especialmente Coleman
con su saxo de plástico de la marca Grafton, que produce un sonido áspero y
personal, se trata de un saxo alto que Coleman compró cuando rompió su tenor y
compró el más barato que encontró y fueron aliados durante varios años que estuvo
tocando con él, incluido el álbum del que hablamos, ese timbre agudo y
penetrante que se adaptaba como un calcetín a su estilo libre y expresivo.
Queda claro que buscaba un lenguaje nuevo en un mundo jazzístico
donde las normas establecidas las marcaban el be bop y el
cool jazz que dominaban el panorama del jazz en los años cincuenta, es
aquí donde Coleman a codazos se abre camino con una propuesta de un jazz libre,
distinto, sin ataduras ni limitaciones, basado en la intuición, la inspiración
y la experimentación. Su lucha musical no fue en vano ya que tuvo influencia en
generaciones posteriores de músicos de jazz y otros géneros, que lo tomaron
como ejemplo para explorar nuevas formas de expresión musical.