martes, 28 de febrero de 2012

Oliver Nelson: The Blues and the Abstract Truth

Portada del disco
Es difícil clasificar este disco, esta maravilla de la música, del Hard Bop, para situarnos y no dar más rodeos: hablamos de un hito dentro del jazz homologable al "Kind of Blues", "Blue Train" o "Speak No Evil". Una obra maestra absoluta, incontenible, atemporal, repleto de poderosas reflexiones estéticas que giran alrededor del Blues, abstrayendo el significado del Blues, atomizandolo y volviéndolo a recomponer en estado puro. Es curioso que todos los músicos eran dioses consagrados del jazz, todos excepto el propio Oliver Nelson, un músico bastante ajeno a las excentricidades de sus colegas, poseedor de un talento innato capaz de aglutinar, estructurar, dirigir, diseñar y hacer que todo funcione, la tarea no era fácil teniendo en cuenta los dispar del septeto: Oliver Nelson Saxo alto y tenor, Eric Dolphy, Saxo alto y flauta, Freddie Hubbard a la  trompeta, George Barrow con el  Saxo Barítono, Bill Evans al piano, Paul Chambers con el pesado contrabajo y Roy Haynes a la batería. Nelson es el líder, el aglutinador el que supo sacar de cada músico lo mejor y hacer que el 23 de febrero de 1961 en pocas horas se grabara esta joya del jazz para la Impulse récords en los estudios de Rudy Van Gelder en NYC. Reunión de talentos, armonía en sentido amplio lo que salió de aquella jornada de grabación y Oliver Nelson el creador del "Milagro", fue la figura aglutinadora capaz de favorecer un clima en el que todos los músicos  interaccionen de forma creativa a nivel personal y grupal.
"The Blues and the abstract truh" es un álbum que consta de seis temas todos compuestos por Nelson que es además quien dirige y hace los arreglos, la duración total del disco es de sólo 36 minutos, que vuelan. Destaco "Stolen Moments" donde el genio desbordado de Nelson nos da una idea de su capacidad creativa e interpretativa, es un tema sencillamente perfecto, de escuela de jazz. El resto del disco mantiene un nivel altísimo. Como en las buenas obras de arte las intenciones quedan superadas por los resultados, un disco imprescindible en tu memoria musical. Dejo un enlace de uno de los temas del disco http://www.youtube.com/watch?v=uOK-Lkxbwsg

De 5 > 10, mi valoración es: 10

domingo, 26 de febrero de 2012

Keith Jarrett: Personal Mountains

Caratula del álbum
Personal Mountains es de esos discos que te dejan huella, grabado en Abril  1979 para la ECM récords y publicado diez años después, diez años que nos privaron de esta maravilla. El disco se graba con el cuarteto eurpeo de Jarrett formado por Jarrett al piano, Jan Garbarek con el saxo tenor y soprano, Palle Danielsson al contrabajo y Jon Christenssen a la batería, el disco cuenta con un total de 5 temas y 62 minutos de duración.
A finales de 1979 Jarrett simultaneaba el cuarteo americano y el europeo, esta grabación se realiza en directo en Tokyo dentro de una gira por Japón. El cuarteto había logrado un estándar en esta época de alta creatividad y especialmente una interacción que marca época entre pianista y saxofonista, el americano y el noruego consiguen con su piano y su saxo sonidos inigualables en mucho tiempo, sonidos de alto nivel, creando un ambiente mágico en esa vinculación que reúne lo mejor de ambos , llama la atención la frescura de las interpretaciones y el perfecto dialogo que se establece entre ambos en particular y con el cuarteto en general, procurando escenarios musicales intensos y vibrantes.
La sección rítmica juega un papel discreto, donde se les ve sueltos, relajados, dejándose arrastrar por la fuerza de piano y saxo que son los auténticos protagonistas de la grabación, Quiero destacar el absoluto silencio que existe durante la grabación, sólo interrumpido por los aplausos al final de cada tema que rompen el hechizo. Jarrett convierte la noche en día con cada acorde, es a la vez lírica y euforia capaz de encender a sus colegas europeos, además de sus notas, se le oye a él con esos sonidos guturales lejanos, casi imperceptibles, que acompañan toda su obra jazzística y que no son otra cosa que un auténtico karma entre músico y música. Por su lado Jan Garbarek dibuja paisajes melódicos majestuosos, proclamando melodías a través del aire de una cristalina dicción envuelta de magia cromática, tocando siempre en esos tonos altos de la escala musical como yendo volando, intentando ascender continuamente, soplando con autoridad y elegancia el saxofón.
Pocas veces se puede observa una complicidad entre músicos como en "Personal Mountains", te dejo este enlace para que oigas esta maravilla http://www.youtube.com/watch?v=bCRx0zeah8k

De 5 > 10 mi valoración es: 9

sábado, 18 de febrero de 2012

Oscar Pettiford: Blue Brothers

Portada del gran contrabajista
Siempre la Cenicienta, el hermano pobre, el patito feo de los instrumentos de jazz ha sido el contrabajo, durante muchos años considerado un instrumento secundario, ingrato cuya única misión era el apoyo y sostén rítmico del grupo u orquesta, casi un sonido de relleno, incluso considerado en el escalafón por debajo de la batería, difícil de transportar por su gran volumen y frágilidad. Muchos han sido los músicos en darle lustre, brillo y fulgor al pesado y triste contrabajo: Jimmy Blanton, Ray Brown o Percy Heath quienes se encargaron de darle movilidad de hacerlo ágil y crear una capacidad expresiva para el instrumento digna de igualarlo a otros. Oscar Pettiford (1922-1960) recoge el testigo de sus antecesores y durante toda su carrera musical dignificó y elevó el contrabajo a categoría de instrumento "rey".
"Blues Brothers" corresponde a la época en que Pettiford ancló su residencia en Coppenhage, como hicieron tantos y tantos músicos, gran contribución de los países escandinavos al jazz. El disco se fragua con los mejores músicos escandinavos del momento y que frecuentemente tocaron con Oscar Pettiford en el afamado "Montmatre", concretamente se graba entre distintas sesiones de 1959 y 1960 para la Black Lion Récords. Oscar Pettiford toca el contrabajo, Allan Botschinsky la trompeta, Erik Norstrom el saxo tenor, Louis Hjulmand el vibráfono, Jan Johansson el piano y Jorn Elniff con la batería conforman el sexteto que realizó esta grabación repleta de buen swing, un excelente sonido, un equilibrado reparto de intervenciones y un protagonista: el contrabajo que se iguala en protagonismo al resto de instrumentos. El disco lo conforman un total de 8 temas de los que 4 son de Pettiford, con una duración aproximada de 40 minutos.
Fue el debut danés de Oscar Pettiford que además corresponde con una etapa muy creativa en su carrera que coincide con su estancia en Europa. Jazz del de antes, con sabor genuino, auténtico, emociona escuchar uno de los últimos testimonios que nos dejó el talento de Oscar Pettiford.

De 5 > 10 mi valoración es: 6

domingo, 12 de febrero de 2012

Chet Baker: April in New York

Portada del disco de Baker
Chesney Henry Baker Jr., conocido musicalmente como Chet Baker (1929-1988). Hablar de Chet Baker es hablar de muchas contradicciones entre lo que se es y lo que se hace, es un músico que traspasó las fronteras del jazz para ir mucho más allá, icono de la generación de los 50´, su voz y su trompeta cautivó a millones de personas. Si el género del jazz tuviese un subgénero que fuese "Lovers Jazz" Chet Baker sería sin duda, su máximo exponente. De ídolo pasa sin más a villano, tuvo problemas psiquiátricos, adicción por las drogas que interfirieron gravemente en su carrera y un final de vida no deseable para nadie, una vida muy difícil que sin embargo contrasta de manera brutal con su obra, que transmite equilibrio, belleza, introspección, lirismo, delicadeza, amor, suavidad, elegancia, tranquilidad, quietud, armonía, y un largo etcétera de adjetivos. El sonido de la trompeta de Chet Baket embauca, cautiva, paraliza, te invita a la contemplación sin más, a la admiración de la belleza, de las cosas bien hechas, al relax, te hace admirar a su creador. Todo esto demuestra que a pesar de la tortuosa vida que llevó siempre tuvo en su mente,  su obra y a sus admiradores, a sus seguidores y tuvo hacia ellos, hacia nosotros y hacia su legado, un gran respeto, el respeto que no tuvo por su vida.
Chet Baker "April en New York" recoge esa época de 1959, a finales de la década en NYC, donde realiza decenas de grabaciones con músicos de la talla de Kenny Burrell, Bill Evans, Paul Chambers y Art Pepper entre otros. El disco es un regalo para los oídos y para el alma, cuenta con 12 temas todos en la línea de baladas sugerentes, intimistas, de una belleza inigualable, un sonido de trompeta único que no te cansas de oír, siempre te llega y te transmite cosas positivas, buenas, todo lo contrario a lo que desgraciadamente fue su vida. Imprescindible, no puede faltar en tu memoria musical.

De 5 > 10 mi valoración es: 9

sábado, 11 de febrero de 2012

Miles Davis: Workin´ and Steamin´

Portada del doble vinilo
Dos jornadas, el 11 de mayo y el  26 de octubre de 1956, Miles Davis decide encerrarse en el estudio para grabar dos sesiones maratonianas junto al ingeniero de sonido Rudy Van Gelder, la idea de Davis era realizar una grabación como si estuvieran tocando en vivo en un club. El resultado fueron cuatro discos legendarios del Hard Bop: "Cookin",  "Relaxina", "Workin" y "Steamin" Todos ellos grabados en estas sesiones de estudio, como si efectivamente estuvieran en un Club, para cualquier oyente que oiga estos vinilos la impresión es como escucharlos en directo en cualquier garito de jazz. Con Davis estaba su quinteto, uno de los mejores de la historia del jazz, John Coltrane con su increible e inconfundible saxo tenor, Red Garland brillante con el piano y una de las mejores secciones rítmicas de todos los tiempos, Paul Chambers con el bajo y Philly Joe Jones en la batería. Las grabaciones son posteriormente remasterizadas por Bran Gardner en 1974 y editadas por el sello Prestige Récords.
En palabras del ingeniero Rudy Van Gelder "recuerdo estas sesiones, los músicos lo único que querían era sonido" y vaya si lo consiguieron, sonido con mayúsculas, del bueno. Miles Davis inconfundible con su trompeta, con su sordina de acero "Harmon" que hace que su sonido sea tan peculiar, tan íntimo, suave, melódico, aterciopelado por momentos, basado en la interpretación de notas cortas a ráfagas y bien unidas posteriormente en la melodía que crean ese ambiente cargado de introspección y lirismo, todo ello en contraste con las notas pesadas, las frases largas y a veces disonantes con formas de tempestad del saxo de Coltrane. En el piano Red Garland nos muestra su delicadeza y sensibilidad y en la sección rítmica un perfecto encaje entre el sinuoso bajo de Chamber y la relativa agresividad de Jones con la batería. Davis con este Quinteto acertó y era consciente de ello.
Workin´ and Steamin´, donde Workin se graba el 11 de mayo y Steamin el 26 de octubre, estos cuatro discos son, sin duda, de las mejores grabaciones de jazz del siglo XX, además en esta edición recoge el que para mí es el mejor de las cuatro discos, que no es otro que Workin´, compuesto de ocho temas y una duración aproximada de 43 minutos, donde se interpretan temas de Davis, Coltrane, Dave Brubeck o Jamal, Workin es uno de esos discos que levanta pasiones entre los amantes del jazz. En el otro disco, Steamin, ninguno de los temas son propios, son de autores como Thelonious Monk, Dizzy Gillespie o K. Clarke, son un total de 6 temas con una duración aproximada de 41 minutos de música apasionante. Dos discos imprescindibles para los amantes de Davis, para los amantes del jazz y de la buena música. Un vinilo doble que no puede faltar ni en tu biblioteca ni en tu memoria musical.

De 5 > 10, mi valoración es: 10

domingo, 5 de febrero de 2012

Buddy Tate Quartet: Tate a Tete at la Fontaine, Copenhagen

Buddy en la portada del vinilo
George Homes "Buddy" Tate (1931-2001), otro gran saxo tenor que ha dado la tierra de Texas, lo más destacable de su trayectoria musical fue la década que estuvo junto a Count Basie y las distintas pequeñas formaciones que tuvo sobre todo cuartetos, en este caso hablamos de un disco grabado el 24 de septiembre de 1975 para la Storyville Récords en La Fontaine, Copenhagen, se trata de su cuarteto al que suma para convertir en quinteto al pianista Tete Montoliu. El pianista español toca un jazz más avanzado que el mainstream de Buddy Tate, pero la asociación entre el tenor tejano y el pianista catalán tiene un muy buen resultado con lo que Tete Montoliu demostró que era un todo terreno capaz de adaptarse a cualquier estilo.
Junto a Tete participan también en esta grabación algunos de los mejores músicos escandinavos, así Finn Ziegler toca el violín en dos temas del álbum, también es reconocido por ser un excelente vibrafonista, Bob Stief toca el contrabajo, Svend Erik Norregard la batería, conformando así el quinteto que da cuerpo a esta grabación.
El disco tiene un total de 5 temas y una duración aproximada de 47 minutos, los temas pertenecen a Goodman, Ellington, Green o Clifford, el otro tema es del saxofonista. La grabación es realmente buena y el vinilo se edita en España en 1979 por Discophon.
Resulta curiosa la mezcla de un genuino jazzmen como Buddy Tate cargado de "swing" con el piano de Tete Montoliu, más sobrio, más europeo, con menos "swing", al igual que la sección rítmica y el violín, también europeos y eso contrasta, en este caso enriqueciéndose y alimentándose  mutuamente. Tate a Tete es eso, saxo frente a piano, piano frente a saxo, aunque en este caso el viento tiene más peso que el teclado,  demostrando que es uno de los mejores saxos tenores, con una gran sonoridad y un swing que le sale de dentro lo que lo dota de una gran autoridad.

De 5 > 10 mi valoración es: 5