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domingo, 18 de octubre de 2015

Keith Jarrett: Fort Yawuh


Te imaginas un concierto de jazz liderado por un pianista donde el piano no sea lo más importante, esto es lo que sucede en Fort Yawuh, álbum grabado en directo en 1973 en el Village Vanguard. En el tema de apertura del disco, Jarrett se retira a mitad de la canción en un acto de escuchar a su grupo para así reinterpretarse a sí mismo y cuando regresa lo hace soplando como solista un saxo tenor, también juega con elementos de percusión, una forma que el pianista tiene de evadir su creación artística hacía otros instrumentos y de alguna manera le exime tocar con sus dedos el blanco y negro del teclado de su Steinway, es como dar un paso atrás para dar brillantez a sus acompañantes y a la par coger energías para volver con más fuerza.
Aunque desde la perspectiva actual Jarrett es conocido como maestro del piano, en sus primeros discos quiso demostrar que podía imponer una visión potente que iba más allá del dominio del teclado, aún sorprende más la cosa, si en esta época Jarrett ofrece algunos de sus mejores conciertos de solo piano (Bremen, Colonia), en definitiva, trata de subvertir el papel tradicional del pianista en una formación de jazz.
El cuarteto lo forman: Keith Jarrett al piano, saxo soprano y pandereta, Paul Motian a la batería y percusión, Dawey Redman saxo tenor y maracas, Charlie Haden al bajo y Danny Johnson (invitado) a la percusión. El álbum se graba el 24 de febrero de 1973 y cuenta en su versión original de vinilo con cuatro temas.
Motian y Redman provienen de trabajar con Ornette Coleman y eso se hace oír sobre todo, al inicio del disco donde por momentos el free jazz campa a sus anchas. Flota durante toda la grabación "un exceso" de sonidos de percusión ajenos a los que es lo habitual en jazz, que invocan aspectos rituales, alguna visión o búsqueda de lo desconocido, incluso recuerda el ritual de alguna ceremonia primitiva o una danza de posesión de culturas lejanas y desconocidas.

Valoración Personal: 8



sábado, 23 de agosto de 2014

Bill Evans Trío: Sunday at The Village Vanguard


Una de las mejores grabaciones en directo de la historia del jazz. Grabación en vivo el 25 de junio de 1961, en cinco sesiones, dos de mañana y tres de tarde. El mejor trío que tuvo Evans: Scott LaFaro al bajo y Paul Motian en la batería, LaFaro muere diez días después de estas grabaciones, lo que reviste las mismas de un halo especial, ya que la empatía demostrada por Evans y LaFaro ha sido de las mejores simbiosis que se han dado nunca en jazz, LaFaro cimentó en este disco su gran prestigio como un grande del jazz, manteniendo un diálogo continuo de tú a tú con el teclado de Evans, sin destrozar el resultado final, una interacción increíble, casi telepática. Todo ello, puede parecer que relega a un tercer plano la actuación de Paul Motian, nada más lejos de la realidad, el batería toca exquisito, elegante, refinado y sobrio, fue el perfecto apoyo y complemento para el trío. De todos modos, es inevitable que el álbum haya pasado a la historia en gran medida, como un homenaje a la contribución de LaFaro, sin embargo la idea original de Evans fue la de crear una idea revolucionaria e insólita para la época, como era la interacción total de los tres miembros del trío. Hasta entonces el solista lucía sus habilidades con un acompañamiento rítmico, lo que es cosa bien distinta.
Belleza, sensibilidad, armonía, elegancia, es el contenido de estas grabaciones legendarias en directo y que todo el mundo debería conocer. Casi que aún se puede oler el humo que flotaba en el ambiente.

Valoración personal: 10



viernes, 30 de diciembre de 2011

Charlie Haden, Paul Motian & Geri Allen: "Etudes"

Portada del disco
Dos mitos del jazz junto a una joven promesa, el contrabajista Charlie Haden que es como esos vinos buenos que con el tiempo mejoran, famoso por compartir música con Ornette Coleman, hoy Haden (1937) está en su mejor momento reivindicando el lugar que le corresponde por su trayectoria, por otro lado, el recientemente fallecido Paul Motian (1931-2011) quien hizo lo mismo con su batería al lado de Bill Evans. Dos veteranos reconocidos del jazz que aúnan esfuerzos para arropar a Geri Allen (1957), ellos ya habían triunfado cuando ella aún no había visto las teclas de un piano, pero la diferencia generacional nunca ha sido un obstáculo en el arte y en la música en particular, así "Etudes" se convierte en la primera colaboración de este trío y sin duda alguna su mejor grabación de estudio, el disco se graba en septiembre de 1987 en NYC y cuenta con nueve temas que rezuman la experiencia de una increíble base rítmica, tocada con lirismo, con cariño, contrabajo y batería unen la experiencia de años de manera tranquila, sosegada, reposada, cálida como arropando con su experiencia a la joven promesa que sobre el blanco y negro del teclado de su piano toca resuelta, consciente de su responsabilidad, decidida, cogiendo la alternativa que se le ofrece y que resuelve de manera magistral.
El disco ya convertido en un clásico, fue innovador en el sentido que cuando se grabó había mucho trío y pianista en particular tocando standars del jazz, Geri Allen nos abrió nuevos caminos, cosa que apreciamos nada más escuchar "Lonely Woman" tema que abre la grabación donde Allen nos obsequia con un refinamiento que para nada denota estar inhibida ante la presencia de dos dioses del Olympo, toca con gusto, elegancia, convicción y mucha sensibilidad, incluso con cierto aire "Monk", el resto de composiciones se lo reparten entre los tres, dando como resultado global un álbum sin artificios, sin adornos innecesarios, un disco tranquilo, sencillo y con tintes azulados.

de 5>10 mi valoración es: 7

lunes, 12 de diciembre de 2011

Bill Evans: Waltz for Debby

Caratula del disco de Evans
Bill Evans (1929-1980) peinado hacía atrás con gomina, moreno,  de piel muy blanca, gafas de concha negra y perenne cigarrillo en los labios, traje oscuro, camisa blanca y corbata negra, ésta era la imagen de Bill Evans, la imagen de un país, la imagen del sueño americano. Bill Evans es uno de los músicos más controvertidos del jazz por su fuerte personalidad con el piano, carente del suficiente "swing" se abraza al estilo clásico  impresionista europeo abandonando el predominante "afro" del momento, lo que hace que sea distinto al resto, más austero e introvertido, definido como un "poeta del piano", es simple, elegante, intenso, así era Evans con el piano.
Waltz for Debby es una grabación en directo realizada en el Village Vanguard de NYC en 1961, en concreto es la última grabación que realizaron. El disco está dedicado a la sobrina de Evans llamada Debby. Algunos de los tops lo incluyen entre los mejores 100 discos de la historia, éste año 2011 se han cumplido 50 años de la grabación del disco, de la gestación de esta maravilla, uno de los grandes hitos musicales del Siglo XX. Bill Evans pone de manifiesto en Waltz for Debby todo el potencial armónico del jazz, logrando en unánime expresión poner de acuerdo a músicos, críticos y seguidores en cuanto a la calidad interpretativa del disco que se convierte por méritos propios en el mejor de su carrera musical.
El trío de Evans formado por él al piano, Scott LaFaro al contrabajo y Paul Motian en la batería, donde el bajo y la batería cobran protagonismo para ponerse a la altura de instrumentos solistas, así piano, bajo y batería establecen diálogos , conversaciones, donde se consigue una atmósfera desconocida en el jazz hasta ese momento, todos los tríos actuales de jazz beben de esta formula. Quiero destacar también la excelente grabación donde Evans está inconmensurable por el canal derecho, el excelente contrabajo de LaFaro por el canal izquierdo y en el centro Paul Motian acaricia a ambos con las escobillas de su batería, para que el disco sea más auténtico de fondo se oyen chocar de copas, risas y murmullos. Temas como "Waltz for Debby" o "Milestone" de Miles Davis, se convierten en clásicos del jazz a partir de esta edición, siendo reeditada  por decenas de músicos. Estilo cool del bueno, un clásico entre los clásicos que hizo que Bill Evans esté considerado uno de los tres mejores pianistas de jazz de todos los tiempos.

Valoración Personal: 10